Demócratas y no

ARCADI ESPADA – EL MUNDO – 29/10/15

· Se le ha reprochado al presidente Rajoy una cierta ajenidad a la crisis catalana de la que habría salido, aproximadamente, en la última media hora. Es probable. Pero qué decir de la ajenidad socialista. Al fin tenemos redactada la propuesta de reforma de la Constitución de la que han venido hablando, más o menos, desde la toma de Granada. Si algún socialista cree que hay la más mínima posibilidad de que ese remake empeorado de la Constitución de 1978 tenga alguna oportunidad de proyectarse positivamente sobre la crisis de Cataluña es que su ajenidad ya no tiene tratamiento político sino puramente médico.

Pero los socialistas no solo viven fuera del mundo respecto a la formulación teórica, sino también en la política práctica. Ahora se han negado a apoyar en el Parlamento de Cataluña una propuesta alternativa en defensa de la democracia, que apoyan C’s y PP. Resultaba patético oír a Carmen Chacón, que va a liderar la candidatura socialista por Barcelona, justificando donde Ana Rosa la decisión de su grupo. Lo más nítido que se le entendió fue que su intención era incorporar al Podéis catalán a cualquier resolución alternativa al independentismo. Con ello desvelaba su verdadero interés, que es el de evitar que los seguidores de Pablo Iglesias les acusaran de votar y entenderse con la derecha, maldición.

Sin embargo, ese análisis corresponde a un tiempo político que ya se ha interrumpido. Las próximas elecciones no van a jugarse en el eje izquierda/derecha ni tampoco en el eje entre nacionalismos, supuestos y reales. El eje del enfrentamiento político, decidido por el intento de sedición de la Generalidad de Cataluña, va a estar entre demócratas y antidemócratas.

A un lado PP, PSOE y C’S y al otro los nacionalistas y Podéis, en cada una de sus múltiples versiones locales; a un lado los partidarios de mantener el sujeto de soberanía constitucional y al otro los partidarios de acabar con él. Será, probablemente, una legislatura corta, en la que tal vez se forme un inédito gobierno de coalición a dos o incluso a tres, cuya misión fundamental será gestionar la intervención de la autonomía catalana y poner las bases de la reconstrucción política de Cataluña.

La política convencional se ha interrumpido en España. Cuanto antes lo perciban los principales agentes políticos antes volverá la monótona y anodina democracia a ejercer de nuevo, y a expulsar del calendario los peligrosos días interesantes.