EL MUNDO – 20/11/16
· Residentes en Madrid y Barcelona, se habían ofrecido para cometer atentados en España.
· La Policía Nacional detuvo ayer a dos islamistas que se habían ofrecido como «mártires» del Estado Islámico (EI) y que, según el Ministerio del Interior, habían mostrado a la organización terrorista su «total disponibilidad para actuar en cualquier momento, lugar y situación».
Los arrestados son dos ciudadanos marroquíes que residían en Madrid y Roda de Ter (Barcelona). Los detenidos estaban «plenamente integrados» en el entramado propagandístico y de captación del Estado Islámico y desarrollaban una intensa actividad, publicitando, adoctrinando y enalteciendo su ideario, con el fin último de incitar a la comisión de actos terroristas.
Según Interior, ambos habían publicitado su adhesión al Estado Islámico en las redes sociales y estaban plenamente integrados en la estructura terrorista. Actuaban «como células terroristas individuales, descentralizadas y preactivadas para la comisión de actos terroristas en España». Esta dinámica operativa estaba dirigida y controlada a distancia por la organización terrorista.
El objetivo de los detenidos era doble. Por un lado, se dedicaban a captar y reclutar a jóvenes musulmanes para crear un «ejército de seguidores» invisible al control policial y que estuviera plenamente integrado en las culturas y sociedades de los países en los que residen. En este sentido, tenían como premisa «pasar totalmente desapercibidos» para asegurar la eficacia de sus actividades.
Por otro, realizaban labores propagandísticas y de ensalzamiento de las victorias militares y logros del Estado Islámico. Lo hacían «mediante un formato visual atractivo» para captar así al mayor número de seguidores. En concreto, difundían contenidos muy radicales, de extrema crudeza, y publicitaban vídeos de actos violentos seleccionados donde se justificaba la crueldad con las víctimas.
Su aversión se dirigía igualmente a musulmanes de distinta orientación. En concreto, describían a los chiíes como «demonios que tenían que sacrificar».
Los investigadores explican que la radicalización de los dos detenidos fue extremadamente rápida, propiciada por su «total aislamiento» de la sociedad. Sus contactos eran únicamente virtuales y se limitaban a perfiles yihadistas radicales.
La operación policial, que ayer continuaba abierta, se ha llevado a cabo bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, ante el que comparecerán los arrestados en los próximos días.
Con los de ayer son ya 163 las detenciones que han practicado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde que en junio de 2015 –tras atentados en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia– el Ministerio del Interior elevara a cuatro el llamado Nivel de Alerta Antiterrorista, lo que supone un riesgo «alto» de atentado. El nivel máximo es el cinco y equivale a un riesgo «muy alto» de ataques.
Interior explica que las dos detenciones de ayer frenan «una actividad extremadamente creciente, que representaba una amenaza grave, concreta y continuada para la seguridad nacional y la del resto de países occidentales».
EL MUNDO – 20/11/16