¿Dónde está la bolita?

Juan Pablo Colmenarejo-ABC

  • Ni siquiera una mejor tajada del pastel millonario europeo evitará el siguiente golpe trilero

Mientras el Gobierno hace saber que la convivencia motiva el indulto a los sediciosos y malversadores de caudales públicos, el ministro Iceta (enlace en Madrid para el segundo procés catalán) traza la raya, elude la toma de posesión de Ayuso -no necesitaba invitación- y ahonda en el agravio entre el constitucionalismo de la presidenta madrileña y la latente insurrección del subordinado de Waterloo-Lledoners, Aragonès, a cuyo primer día acudió raudo, veloz y cumplidor. Iceta como ministro de la Administración Territorial, rompió, de parte de su jefe, la tradición y costumbre de asistir al acto inaugural de la máxima autoridad del Estado en la Comunidad Autónoma de Madrid. Optó por quedarse en Cataluña haciendo proselitismo del auto-indulto que el Gobierno se va a conceder, llevándose por delante el prestigio del TS -dejando al Poder Judicial con la taleguilla al aire- con el fin de garantizarse un tránsito confortable hasta las elecciones de finales del 23, o principios del 24.

Trato con truco, ¿dónde está la bolita? El Consejo de Ministros se dispone a obviar las razones de ‘justicia’ y ‘equidad’, escudado en la convivencia -destrozada por los ‘indepes’ con su golpe al Estado- ahora denominada ‘utilidad pública’, sin el arrepentimiento y el consiguiente propósito de la enmienda que se saltan para apoyar la gracia gubernamental tanto los pastores, aunque prediquen lo contrario a sus ovejas, como los empresarios que salieron pitando cuando los que van a ser indultados se cargaron la seguridad jurídica, el Estatuto de Autonomía y la Constitución de un manotazo carlista. Aquellas jornadas de septiembre y octubre de 2017, entre el apeadero del AVE Madrid-Atocha y la parte alta de La Castellana fluyó el dinero procedente de Barcelona como un río rebosante. Sucursales bancarias para empresas, ubicadas en el corazón financiero de Madrid, muy cerca del Bernabéu, no dieron abasto con la avalancha de nuevos clientes a la hora. Los dueños de esos dineros no han anunciado su retorno porque los beneficiados con la gracia gubernamental volverán a hacerlo: «El indulto será el preludio de la derrota que sufrirá España». Ni siquiera una mejor tajada del pastel millonario europeo evitará el siguiente golpe trilero.