El asesino del niño Fabio fue recibido con pancartas: «El pueblo está orgulloso de ti»

ABC 06/12/13

· Interior aporta a la Fiscalía más datos de homenajes a etarras liberados por Estrasburgo

«Jabi, tu lucha es nuestro ejemplo», «Jabi, el pueblo está orgulloso de ti». Así rezaban algunas de las pancartas desplegadas en la localidad vizcaína de Galdácano el pasado 26 de noviembre para recibir como un héroe al etarra Javier Martínez Izagirre, «Jabi de Usánsolo», a quien Estrasburgo excarceló pese a haber cumplido solo 21 de los 744 años de prisión a los que fue condenado por 13 asesinatos. Entre ellos, el del niño de dos años Fabio Moreno.

Precauciones. Los actos no han sido formalmente convocados y los dirigentes de Sortu y Bildu no se han dejado ver

Estos son algunos de los datos recabados por el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil que el Ministerio del Interior ha remitido a la Fiscalía con la intención de que no queden impunes los «ongi etorris» dedicados a este y a otros asesinos de ETA. Los informes policiales detallan que a lo largo de la tarde del 26 de noviembre, es decir, poco después de que Martínez Izagirre abandonara la prisión de Jaen, se colocaron diversas pancartas en la calle Juan Bautista Uriarte, de Galdácano, con las consignas: «Bienvenido Jabi, presos vascos a casa»; «Bienvenido Jabi, tu lucha es nuestro ejemplo» y «Bienvenido Jabi, el pueblo está orgulloso de tí». Sobre la una y media de la madrugada, ya del 27, se concentraron unos 40 individuos a la altura del número 51 de la citada calle, portando antorchas y banderolas con el anagrama que exhibe la «izquierda abertzale» para reclamar el reagrupamiento de sus presos. A la llegada del asesino del pequeño Fabio, los concentrados lanzaron tres cohetes. Tras descender del vehículo, «Jabi de Usánsolo» intercambió abrazos con los allí presentes, que aplaudieron y lo jalearon. Diez minutos después se disolvieron.

Repique de campanas
Sobre las 22.45 del 26 de noviembre, los agentes comprobaron que en la confluencia de las calles Saturnino Tellería y Plazaola, del municipio guipuzcoano de Legazpi, se iban congregando individuos, algunos con ikurriñas, otros con banderolas que rezaban «euskal presoak etxera» (presos vascos a casa). Dos jóvenes colocaron una pancarta de plástico blanco en la que se leía «ongi etorri JUANI». Según los informes policiales enviados a la Fiscalía, sobre las 23.15, cuando se habían reunido entre 40 y 50 individuos, arribaron tres vehículos. Momento en el que los congregados lanzaron dos cohetes pirotécnicos. Al mismo tiempo sonaron unas campanas, probablemente procedentes de la Iglesia de San Miguel, situada a unos 150 metros del lugar. ¿Quién autorizó el repique de campanas? Mientras esto ocurría, el etarra Delgado bajó de uno de los coches y recibió abrazos. Unos 20 minutos después se disolvieron.
El mismo día, en torno a las 18.00 horas, salía de la prisión de Murcia la etarra Inmaculada Pacho para trasladarse a Bilbao. Inmediatamente, según las investigaciones policiales, en diferentes calles de la parte vieja se colocaron carteles con lemas como: «Inma Pacho, después de 23 años…¡de nuevo entre nosotros! ¡Ni un minuto más! ¡A casa los que faltan!». Fue a las 20 horas del día siguiente cuando unas cien personas se concentraron en el exterior de dos bares de la calle Somera, aunque no se pudo constarar la presencia de la etarra. Tras proferir diversos gritos ininteligibles se distribuyeron entre diferentes tascas de la zona.
A las 00.15 horas del 21 de noviembre llegó a la localidad vizcaína de Amorebieta, procedente del penal de Castellón, el pistolero Juan José Legorburu. Lo hizo en una siniestra comitiva de familiares y amigos distribuidos en cinco vehículos. Al paso por la calle Luis Urrengoetxea, unos 25 individuos apostados a ambos lados aplaudieron y lanzaron petardos, al tiempo que proferían gritos de ánimo. Después, los concentrados se trasladaron a la «herriko taberna». Las Fuerzas de Seguridad aluden en su informe a una pancarta con el lema «ongi etorri Legor», sin firma.
En todos los casos, no hay constancia de que alguna entidad organizara los actos de bienvenida. Tampoco se detectaron carteles para convocarlos, de lo que se desprende que se gestaron mediante comunicaciones personales.No se ha identificado a ningún responsable de organizaciones de la «izquierda abertzale». Planea la sombra del reciente descabezamiento de Herrira.