Para dar carácter a la nueva forma de gobernar, el cambio de equipo en EiTB es, fuera de toda duda, uno de los más gráficos para la opinión pública. Los socios preferentes han planteado dos peticiones: que la nueva dirección tenga como prioridad la deslegitimación del terrorismo y que se ajusten a la legalidad del marco institucional.
El tiempo juega a favor del nuevo Gobierno vasco. La política en Euskadi empieza a alejarse ya de los debates concéntricos en torno a la identidad, y vuelve a mostrar ciertos destellos de normalidad. La energía nuclear, la crisis económica como factor decisivo para aplazar la fusión de las Cajas hasta el 2011 o la necesidad de imprimir un ritmo más rápido en las obras del Tren de Alta Velocidad son polémicas que se abren paso entre los mensajes de firmeza en la lucha contra el terrorismo. Esta constatación se expresó con cierto alivio entre los asistentes al acto de entrega de premios a los empresarios más destacados del año organizado por la Caja Laboral y EITB en donde el lehendakari Patxi López agradeció la actitud de compromiso de este sector con la sociedad vasca.
Hará falta mucho más tiempo, que pase el verano por lo menos, para que el partido mayoritario que ya no gobierna en Ajuria Enea vaya asumiendo la nueva realidad sin que se le escapen esos tics de mal perdedor. El partido de Urkullu emplazaba la pasada semana al gobierno de Patxi López poniendo en duda si iba a ser capaz de tirar adelante con la Mesa de diálogo social prometida sin que estuvieran en ella los sindicatos nacionalistas, autoexcluidos por méritos propios. Y sí. La portavoz Idoia Mendia anunció ayer que ese foro se pondrá en marcha en cuestión de quince días.
Desde que empezó la legislatura no hay día sin cambios: en gestos, en retos, en nombramientos. «Sólo falta el broche de la tele», señalaban los socios preferentes del nuevo gobierno. Faltan muchas más cosas, desde luego, para dar carácter a la nueva forma de gobernar la comunidad autónoma por un equipo socialista apoyado por los populares pero el cambio de equipo en el ente público vasco es, fuera de toda duda, uno de los más gráficos para la opinión pública. Por el tratamiento informativo, por el lenguaje, por las prioridades en los programas. La propuesta del periodista Alberto Surio se producirá mañana en el Parlamento vasco y si no se ausenta ningún parlamentario por fuerza mayor, se da por hecho que saldrá elegido por la mayoría absoluta de los 38 escaños.
El candidato está trabajando en su proyecto en silencio y fuera de la sede durante todo este tiempo en el que el director general saliente, Bingen Zupiria está facilitando una transición ordenada en un clima de colaboración. A partir de mañana, será otra cosa. Alberto Surio no quiere adornarse cuando salga elegido en el Parlamento vasco porque su obsesión es dirigirse, sobre todo y en primer lugar, a los trabajadores del ente público.
Si el lehendakari se está encontrando con trampas en el camino, no lo va a tener más fácil el nuevo responsable de EITB. Los socios preferentes han planteado dos peticiones al Gobierno vasco: que el nuevo equipo de la radio y la televisión tengan, como prioridad, la deslegitimación del terrorismo y que se ajusten a la legalidad del marco institucional. Dos condiciones que al periodista Alberto Surio, y a su equipo, no hace falta pedírselas.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 17/6/2009