El «eurovegas» catalán se irá si insisten en el separatismo

ABC 19/09/13

BCN World avisa de que pertenecer a la UE es básico para su proyecto

Una línea roja. Mucho se ha especulado sobre el impacto del proceso soberanista en la economía española y catalana en particular, un debate sustentado en buena parte en el temor de los inversores a apostar su capital en un territorio, Cataluña, embarcado en un proceso político que lo que no ofrece precisamente son certidumbres. En este terreno, los esfuerzos del gobierno catalán en dibujar un futuro idílico para una Cataluña independendiente han chocado estos días con un muro infranqueable y una advertencia de futuro.
El muro, jurídico en este caso, lo levanta la Comisión Europea (CE), que tanto ayer como el martes dejaron meridianamente claro que la segregación de un territorio implica su salida de la Unión. Y la advertencia de las consecuencias que ello tendría las han expuesto de manera tajante los inversores que apuestan su capital en un proyecto de tanta envergadura como Barcelona World (BCN World), el macrocomplejo de ocio y casinos que se quiere levantar en la costa de Tarragona, al lado de Port Aventura, y que un grupo de inversores está impulsando una vez Eurovegas decidió que se apuesta española se quedaba en Madrid.
Lo expuso ayer con toda franqueza el consejero delegado de Veremonte y presidente de BCN World, Xavier Adserà, quien explicó que los inversores interesados en participar en el «resort» tienen como «línea roja» que Cataluña siga formando parte de la comunidad económica europea, por cuestiones como la moneda y la seguridad jurídica. Adserà, mano derecha de Enrique Bañuelos (Veremonte), reconoció que es precisamente la unión de estados que forma Europa lo que atrae la inversión. En el extranjero, se explica desde BCN World, el conflicto político en Cataluña es más bien ignorado, «lo que es clave para nosotros es la pertenencia a Europa, el ámbito en el que los inversores se sienten cómodos», la «línea roja» dentro de la cual el proyecto es posible.
El debate soberanista, reconoció Adserà en Esade, implica «dar explicaciones, y eso siempre es más difícil que no tener que darlas, pero en otras regiones del mundo no ven Cataluña o España, sino Europa». Ahí está la clave, fuera o dentro de la Unión, un debate que incomoda al gobierno catalán y que todas las encuestas señalan como clave para desinflar el ardor soberanista de parte de la población.

Recordatorio
Los temores de los promotores del proyecto son en este sentido un recordatorio para la Generalitat, que ve en BCN World uno de los motores para que Cataluña siga consolidada como potencia turística. Al respecto, y después de una durísima pugna para atraer Eurovegas, la opción del magnate Sheldon Adelson por Madrid llevó al gobierno catalán, en alianza con el grupo Veremonte, a armar un proyecto alternativo en Tarragona, aunque con el nombre de BCN World para aprovecharse del tirón internacional de la capital catalana.
Sobre unos terrenos ya urbanizados propiedad de La Caixa al lado del parque Port Aventura, Veremonte ya presentó en junio la que debe ser la primera fase del proyecto (de un total de seis), con una inversión requerida cercana a los 1.000 millones de euros, y que promueve junto a la empresa de casinos china Melco Crown (rivales de Adelson en el negocio del juego en Asia), el grupo hotelero Melià y el promotor comercial Value Retail. Se estima la creación de 5.000 empleos directos en esta primera fase. Según explicó Xavier Adserà, las obras podrían comenzar en el primer semestre de 2014 para abrir en 2016.
Ante el alud de los pronunciamientos de la UE y las advertencias de los inversores, el presidente de la Generalitat tuvo que salir al paso, asegurando que se trata de «polémicas interesadas». «Aunque ahora se habla mucho» de si Cataluña quedaría fuera de la UE, «en Europa lo que prima es la economía», señaló Mas, «nadie discute el funcionamiento del mercado ni la libre circulación de capitales».