ABC 11/03/16
BIEITO RUBIDO
NO hay presente en la política española; todo es pasado o futuro. Justo a la inversa de lo que debería suceder. Estamos en un permanente ejercicio de ajuste de cuentas con el ayer, al que se suman especulaciones impertinentes sobre el devenir: lo que tal vez sea o no sea. En definitiva, un terreno embarrado, resbaladizo, minado, donde cualquier gesto o cualquier palabra pueden ser utilizados en tu contra. Hasta las encuestas favorables llegan a perjudicar. Tal es el estado de ansiedad. Todo el mundo pregunta lo mismo: ¿qué va a ocurrir? Ya solo responder se ha vuelto una tortura. Nadie lo sabe. Está claro que el PP quiere nuevas elecciones y que salga de ellas un acuerdo para que gobierne el más votado. Sánchez, mientras tanto, se pasea por España tratando de legitimarse dentro de sus propias filas y pacta con el centro, pero busca el acuerdo con la extrema izquierda. Ante semejante vodevil, el ciudadano sigue esperando que una de las dos Españas le traiga el porvenir. Pero no se engañe: el futuro siempre depende de nosotros.