El gobierno kamikaze

ÁLEX SÀLMON – EL MUNDO – 15/07/17

· Dejemos claras dos ideas. Primera: el Govern ha necesitado hacer cambios entre sus consellers porque al menos tres de sus miembros han dado un paso atrás (pas al costat), en palabras de Puigdemont, y no quieren ser responsables de actos ilegales a la Constitución y el Estatut. Está decisión evidencia la fragilidad de un gobierno y de una coalición, Junts pel Sí, que cada día que se acerca el 1-O ve con mayor preocupación la situación en general y la de cada uno de los miembros protagonistas. Digamos de sus patrimonios. Esta es una idea clara y concisa, además de veraz.

Pero hay otra. Puede que empujados por la ensoñación que está provocando el conocido como procés, lo que piensan Puigdemont y Junqueras está muy alejado de lo que acabo de describir. El relato es el siguiente: está tan claro que el 1 de octubre habrá un referéndum en Cataluña y la decisión es tan comprometedora y reveladora, que su president está dispuesto a quitar de en medio a quien sea, aunque sus nombres tengan un pasado político consistente como Jordi Jané, Neus Munté, Meritxell Ruiz o Joan Vidal dentro de la antigua Convergència y del actual PDeCAT.

Y este acto decidido es un aviso al Gobierno de Rajoy. Lo resumió de forma clara Puigdemont en su comparecencia: «Nos piden continuamente que expliquemos cómo vamos a hacer el referéndum. Pero Rajoy también debería concretar cómo va a evitarlo». Y es que el independentismo, y el Govern en concreto, están siendo sorprendidos por la proporcionalidad y la cautela con que actúa el Gobierno, evitando las sobreactuaciones victimistas que tan bien funcionan en los partidos catalanes.

Estas dos ideas guardan una realidad. El gobierno de Puigdemont anda a trompicones. A dos meses de la supuesta consulta ni tiene urnas, ni un censo con cara y ojos, ni la convicción de que los ayuntamientos importantes de Cataluña, los metropolitanos (casi unos cinco millones y medio de ciudadanos de siete millones), estén dispuestos ceder el censo, ni tan siquiera un listado aproximado de los colegios o lugares donde se instalarían esas urnas.

Sin embargo, el gobierno, formado con la estimable ayuda de la ANC, es un artefacto kamikaze cuyo único objetivo es la convocatoria del pseudo referéndum. El ejemplo más clarificador de esa personalidad es la nueva consellera de Educación, Clara Ponsatí, miembro del secretariado de la ANC y buena conocedora de la consulta celebrada en Escocia en 2014, donde fue profesora en la Universidad de St. Andrews. Su prioridad no será, por supuesto, el nuevo curso escolar, sino abrir los colegios el 1-O. Con imperativo ilegal.

ÁLEX SÀLMON – EL MUNDO – 15/07/17