El miedo soberano

EL MUNDO 31/05/17
F. JIMÉNEZ LOSANTOS

ACUDIR a la hemeroteca es expediente fatigoso, pero suele iluminar la razón última de comportamientos aparentemente absurdos. Por ejemplo, el de todos esos catalanes que dicen que quieren que haya referéndum pero que no quieren la independencia. Dice Arcadi –al que hay que seguir en estos días logocatarreicos– que es que no saben lo que significa el referéndum, pero quieren dejar a salvo su condición de seres superiores al resto de los españoles, capaces de decidir por los demás lo que a los demás no les dejan decidir sobre ellos. Es el federalismo asimétrico de Maragall, que se traduce en que el PSC manda en el PSOE y el PSOE no manda en el PSC.

Por supuesto, el racismo y la xenofobia están, desde sus orígenes, detrás del separatismo catalán y vasco, pero Prat y los Arana no tuvieron a la TV3 y ETB para hacer escarnio de lo español durante 30 años. La dictadura tribal, disfrazada de burla, explica ese miedo de muchos catalanes que desemboca en la contradicción de padecerlo y no confesarlo, que sería confesárselo. Cerrado El Bulli, es la deconstrucción de la tortilla en Can Godó: romper los huevos constituyentes de la soberanía nacional y no hacer la tortilla de la independencia. Lo que quieren es que los que mandan, los separatistas, les perdonen por llevarles la contraria. La socialdemocracia sueca de Pujol, de la que se reía Pla, acaba en Síndrome de Estocolmo.

El miedo explica la inacción. En la hemeroteca de la época de Zapatero y su pacto con la ETA, que, con leves cambios –De Juana por Bolinaga– ha continuado Rajoy, pueden verse los feroces ataques del sindicato cebrianita, Cuatro y La Sexta a los que respaldábamos a la AVT de Alcaraz o al Foro Ermua en su negativa a pactar nada con los etarras, salvo la fecha y hora de su liquidación. Que no queríamos la paz, decían. A cualquier precio, desde luego que no. Entonces exhibían encuestas del País Vasco que mostraban más apoyo a las concesiones de ZP a la ETA que en el resto de España. La razón era obvia: el miedo caía más cerca. ¡Como que estaba dentro!

El Estatuto de Cataluña de ZP, origen de la radicalización separatista, y la traición de la Izquierda a la Nación, con el PSC-PSOE al frente, suponen la rendición de España ante sus enemigos, con y sin pistola. La política de Rajoy, también. Todos acatan la soberanía del miedo.