El patinazo de Junqueras

EL ECONOMISTA 21/11/13
JORDI JUNQUERAS

Diez años han pasado desde que al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se le ocurrió decir aquello de “aceptaré el Estatuto que apruebe el Parlamento de Cataluña”. Aquella frase marcó el inicio del proceso de división de la sociedad catalana y del declive del peso de Cataluña dentro de la economía española.
Entre 2005 y 2013, el PIB per cápita de Cataluña creció un 12 por ciento, desde 23.277 euros a 26.134 euros, pero la media española avanzó un 15 por ciento, de 19.266 euros a los 22.289 euros. De esta forma, la economía catalana pasó de suponer algo más de un 20 por ciento de la española a representar alrededor del 18,6 por ciento. De hecho, en 2009, la Comunidad de Madrid superó a Cataluña como primera economía autonómica del Estado.
Los datos demuestran que el proceso soberanista que vive Cataluña no le ha sentado bien a su economía y que las empresas han perdido fuelle en el mercado español debido a enfrentamientos, boicots y otras circunstancias protagonizadas por nuestros políticos.
En ese contexto, las palabras del presidente de ERC, Oriol Junqueras, han caído como jarro de agua fría entre los empresarios catalanes. “Podemos parar la economía catalana durante una semana” y hundir el PIB español para forzar al Gobierno a que autorice la consulta sobre la independencia, se le ocurrió decir en Bruselas. La frase es más digna de su predecesor Josep Lluis Carod Rovira que de un político que es doctor en Historia del pensamiento económico por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y que, dentro de sus posiciones políticas, ha dado muestras de seriedad con un discurso coherente.
Sus palabras, antes de Navidad, redundan en aquellas de Carod Rovira que originaron el boicot al cava y al resto de productos catalanes. Internet sigue plagado de comentarios contra el consumo de todos los productos fabricados en Cataluña, desde los coches al pan de molde.
Las empresas catalanas tienen en España su principal mercado y si lo pierden, la economía difícilmente se recuperará.