EL MUNDO – 26/05/15
· Los nacionalistas se distancian de EH Bildu, aunque no descartan el pacto expresamente.
El PNV ya ha comenzado con discreción a tejer complicidades personales con dirigentes del PSE-EE y del PP, mientras públicamente su presidente, Andoni Ortuzar, empieza a marcar la posición de liderazgo institucional conseguida en las urnas. Los nacionalistas no sólo se sienten refrendados en su estrategia tras conseguir emblemáticos consistorios como el de San Sebastián, Gernika o Arrasate, sino que interpretan que se han situado en la centralidad de un escenario político muy distinto al del resto de España. Por eso, pretenden obligar a socialistas y populares a facilitar la conformación de las instituciones con el liderazgo del PNV.
El PNV disfrutó de una dulce resaca electoral en la que la reunión habitual del Euzkadi Buru Batzar (EBB) constató el éxito logrado en Guipúzcoa, pero también el traspiés sufrido en Vitoria, la piedra en el zapato de los nacionalistas, donde gobiernan alcaldes del PP desde 1990 y, en una legislatura, del PSE-EE. La inusual comparecencia de Andoni Ortuzar, haciendo un paréntesis en el cónclave nacionalista, le permitió enfatizar el liderazgo de su formación y enfriar la posible existencia de un pacto con los socialistas de Idoia Mendia para consolidar con sus votos instituciones como el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación de Vizcaya, el Ayuntamiento de San Sebastián o la Diputación de Álava, donde –con márgenes diferentes– han logrado ser la fuerza con más representación pero sin conseguir mayorías absolutas.
Ortuzar ante los medios y el secretario de Relaciones Institucionales del PNV, Koldo Meidavilla, en ETB-2 quisieron distanciarse tanto del PSE-EE como de EH Bildu y recordaron las duras críticas vertidas por Idoia Mendia durante la campaña contra los nacionalistas. También las demandas judiciales interpuestas por EH Bildu contra los candidatos del PNV en Guipúzcoa por presuntas irregularidades en pagos por valor de 30 millones de euros, destinados a obras de la autopista AP-1, que une San Sebastián con Vitoria.
Pero mientras el PNV reúne a sus dirigentes regionales y provinciales para analizar y celebrar sus resultados, miembros del equipo de Ortuzar ya engrasan la negociación para constituir primero los ayuntamientos vascos. Más tarde serán las diputaciones forales, de enorme valor político y económico porque elaboran las normas y ejecutan la capacidad fiscal plena del País Vasco.
Si el Cholo Simeone acuñó el «partido a partido» como eslogan de éxito deportivo, el presidente del PNV acuñó ayer «institución a institución» como eje de la negociación que se abrirá entre bambalinas esta semana y en la que el PNV volverá a primar la reactivación económica y la defensa del Estado de Bienestar para buscar acuerdos con todas las fuerzas políticas. Los nacionalistas no descartan formalmente a EH Bildu, pero unos y otros saben que en el horizonte electoral vasco se encuentra subrayado en rojo el mes de octubre de 2016, cuando se celebrarán las elecciones autonómicas. Unos comicios que volverán a examinar el liderazgo nacionalista en una comunidad autónoma en la que formaciones como el PSE-EE y, sobre todo, el PP pierden peso electoral e influencia política.
De hecho, sólo el contundente triunfo de Javier Maroto en Vitoria y la recuperación de las alcaldías socialistas de Lasarte y Pasaia han endulzado los resultados para las formaciones dirigidas en Euskadi por Arantza Quiroga e Idoia Mendia. Maroto mejoró sus resultados del 2011 y se convierte en el único alcalde del PP que se revitaliza ante el tsunami sufrido por su formación en el resto de España. Frente a los 6 ediles de Bildu, los 5 del PNV y los 4 del PSE-EE, sus 9 concejales (a punto estuvo de lograr el décimo, a falta de 61 votos) ya constituían una garantía de continuidad en la noche electoral. Ayer esa condición de alcalde de Vitoria fue ratificada porque tanto Andoni Ortuzar como los dirigentes socialistas descartaron unir sus votos para desalojar a Javier Maroto, negándose así a situar a la candidatura de coalición radical EH Bildu en la Alcaldía de Vitoria.
La incógnita que ni siquiera se desveló en la resaca electoral sigue siendo el papel que jugará Podemos en Euskadi. Con 8 junteros en Álava y 6 en Vizcaya y Guipúzcoa, respectivamente (las juntas o parlamentos forales las integran 51 procuradores), el papel político de Podemos constituye una incógnita. Todo apunta a que se mantendrán expectantes en la oposición sin pactos con ninguna sigla.
EL MUNDO – 26/05/15