EL CONFIDENCIAL 02/05/15
A la espera de que Mariano Rajoy tome decisiones y Ciudadanos se aclare, la dirección del Partido Popular ha instado a sus casi 600 aspirantes a alcaldes en toda España que han sido los más votados pero no tienen mayoría absoluta a que tomen la iniciativa frente a cualquier pacto anti-PP. Igual que ha hecho Esperanza Aguirre en Madrid, aunque se dé por hecho el acuerdo de todos los partidos de izquierda y populistas. La consigna es encabezar la propuesta de gobiernos municipales estables, basados en el principio de la transparencia y que tengan como fin la creación de empleo y el apoyo a la recuperación económica. En el orden interno, el PP ha puesto en marcha la maquinaria para preparar las elecciones generales e intentar la reconciliación con su electorado. A la tercera quieren que sea la vencida después de los fracasos en los comicios europeos de mayo de 2014 y en los locales y autonómicos del 24M.
En la sede de Génova reconocen que están pendientes de los cambios que «poco a poco» se ha comprometido a acometer su presidente, y también de la próxima entrevista entre Rajoy y Albert Rivera. El PP depende de la abstención o el apoyo de Ciudadanos para salvar el grueso de las comunidades autónomas y los ayuntamientos de sus antiguos feudos electorales, desde el gobierno regional de Madrid hasta la práctica totalidad de las capitales de provincia de toda España donde los populares tienen mayoría, pero no absoluta.
Ante el primer envite de los pactos poselectorales, que tiene fecha fija en el 13 de junio con la constitución de los ayuntamientos, el PP quiere denunciar el origen y las consecuencias para la estabilidad política y económica de los municipios de los acuerdos de las formaciones de izquierda, condicionados esta vez desde las opciones más extremistas: Podemos y los grupos nacionalistas radicales. En la dirección consideran que esos pactos con el programa por delante de «echar» a los populares de las instituciones pueden salirle muy caros al PSOE. Como ya formuló Esperanza Aguirre en Madrid, sus candidatos propondrán acuerdos a los socialistas y a Ciudadanos.
Carlos Floriano y Javier Arenas han citado en Madrid a los secretarios generales regionales y a los presidentes provinciales de toda España para analizar los resultados electorales, estudiar los pactos y «reactivar toda la acción política del partido». Faltan seis meses para las elecciones generales del próximo otoño y en el PP insisten en la urgencia de ponerse a trabajar en los fallos que los últimos comicios han demostrado como más evidentes. Volverán a diseñar «actos sectoriales» para explicar su gestión, escuchar quejas y pedir propuestas para el próximo programa. Pero sobre todo insisten en que los dirigentes del PP deben «volver a la calle», como ya han hecho en las últimas semanas, algo que tenían olvidado desde la victoria de noviembre de 2011.
La dirección del PP ha retomado su ritmo habitual de trabajo después del periodo electoral con la primera reunión de su comité de dirección, presidido por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y del que forman parte los vicesecretarios (Carlos Floriano, Javier Arenas y Esteban González Pons) y los portavoces parlamentarios: Rafael Hernando y José Manuel Barreiro. Según Floriano, Cospedal seguirá en su actual puesto como número dos del partido y queda al margen de los cambios que Rajoy vaya a anunciar en los próximos días. En fuentes de Génova insisten en que esperan más modificaciones en su organización y funcionamiento interno («refuerzos» es la palabra más repetida) que destituciones entre sus principales cargos. Sin descartar, eso sí, el «ascenso» de dirigentes como Pablo Casado.