El PP pone Álava como símbolo de un fin de ciclo

Miércoles, Vitoria. Jueves, Getxo. Ayer, de nuevo, Vitoria. El PP ha apretado el acelerador en los últimos días de esta campaña que sus dirigentes reconocen como la más plana de los últimos años en las plazas que representarán de forma principal su éxito o fracaso en los comicios de mañana.

Todo dirigente relevante -y menos relevante- al que se pregunta en el PP da por hecho un triunfo sobre todo en la capital alavesa. Sin embargo, por eso mismo el PP quiere que la euforia no se traduzca en un exceso de confianza entre sus votantes. «Dicen que el PP va bien en Álava, pero no os confiéis», enfatizó Antonio Basagoiti a quienes les escuchaban ayer tarde en el mitin con el que el partido que preside cerró la campaña en un hotel de Vitoria.

Y ya no se trata solo de que los populares vuelvan a gobernar la Diputación alavesa, después de que el triunfo de Javier de Andrés en 2007 no se pudiese traducir en un Ejecutivo por el desencuentro con los socialistas. Basagoiti miró más allá y puso Álava como ejemplo de lo que el PP quiere hacer de los comicios del domingo: el primer punto de apoyo de la palanca para sacar a Zapatero de la Moncloa. Si el PP gana en ese territorio, resaltó, ese resultado «mandará a su casa» al presidente del Gobierno central, ya que, a su entender, forzaría al PNV a dejar de apoyarle en el Congreso. «Si aquí pierden, los que han apoyado a Zapatero tendrán que dejar de hacerlo», resaltó.

El mismo mensaje había usado horas antes Basagoiti al cerrar la campaña en Bilbao en un modesto acto también en un hotel. En estos últimos días, el PP se ha desentendido casi de los socialistas -en sus mensajes parece que el único rival que tienen a la izquierda es Zapatero- y han enfocado todas sus baterías en un PNV al que sitúan como único contrincante en Álava como en Vitoria, en Getxo como en Bilbao.

Por ello, el líder popular insisitió por partida doble en el mismo mensaje -y las mismas cifras- que el jueves ya había usado en Getxo: el PNV tiene tanta culpa como Zapatero de la crisis al apoyar «lo inapoyable [recortes, subidas de impuestos, rebaja de las pensiones,…] para quedar bien con los batasunos» y torpedear el Gobierno de Patxi López. Por ello, resumió Basagoiti, el PNV debería pedir el voto, pero también perdón como corresponsable de empobrecer a los vascos.

EL PAÍS, 21/5/2011