ABC 15/02/16
· Ciudadanos, con un 14,9 por ciento, sube un punto y medio y gana seis diputados desde enero
Desde la página 1 Las últimas semanas se han hecho muy largas en La Moncloa y en la sede del PP, en la calle Génova, y la desmoralización se ha ido asentando en las filas del partido, a la vista de la imposibilidad de formar Gobierno por esa aritmética electoral que en el equipo de Rajoy definen como «endemoniada». En solo un mes, el PP ha perdido todo el terreno que pudo ganar tras la resaca de la victoria electoral, y un poco más. Según la encuesta de GAD3 para ABC, si se repitieran las elecciones en este momento el PP obtendría 119 escaños, cuatro menos que el 20 de diciembre y 12 menos que en el barómetro anterior, realizado a mediados de enero.
La caída del PP en solo un mes refleja el estado de ánimo en esta formación, y probablemente el de buena parte de su electorado. En la anterior encuesta, los populares habían logrado superar la barrera del 30 por ciento en estimación de voto, que se traducía en 131 diputados. Pero todo se torció en seguida.
El 22 de enero, Mariano Rajoy declinó la propuesta del Rey para que se presentara al debate de investidura. El 2 de febrero, Don Felipe propuso a Pedro Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno, y el secretario general del PSOE acaparó el protagonismo y la iniciativa, mientras el partido ganador se quedaba fuera de juego. Entre medias, una operación policial contra el PP valenciano, con 24 detenidos, volvía a poner a este partido en el ojo del huracán por los escándalos de corrupción.
El primer partido
El mes negro del PP deja a los populares con un 27,9 por ciento en estimación de voto, ocho décimas menos que el 20 de diciembre, pero 2,3 puntos de retroceso respecto al barómetro de enero. Pese a todo, sigue siendo el primer partido de España, y a bastante diferencia del segundo. A Rajoy le gusta poner el ejemplo de 1996, cuando José María Aznar ganó las elecciones por 1,1 puntos y 15 diputados de ventaja respecto al PSOE. En esta ocasión, la diferencia sería de 7,1 puntos y 35 diputados. Pese a ello, Aznar pudo gobernar, y Rajoy, no. Al menos de momento, porque el presidente en funciones está a la espera de un posible fracaso de Pedro Sánchez para intentar tener éxito con su candidatura.
Uno de los cambios más importantes en este último mes se ha producido en el segundo puesto, que ahora ocuparía Podemos, al menos por número de votos. La formación de Pablo Iglesias se quedó a 340.000 votos del PSOE en las elecciones del 20-D, y apenas un mes y medio después ya adelanta a los socialistas, con un 21,4 por ciento en estimación de voto, frente al 20,8 por ciento del partido de Pedro Sánchez.
En número de escaños, el PSOE sigue por delante de Podemos, con 84 diputados frente a 75. Los socialistas pierden seis desde el 20 de diciembre, que son exactamente los que gana la formación populista, que pisa los talones a sus más directos competidores y alcanza ya los 75. Se demuestra así que el PSOE, inmerso en guerras internas y luchas de poder y liderazgo, sigue sin tocar fondo, a pesar de que el resultado de Sánchez el 20-D fue el peor que ha obtenido su partido en la historia reciente. El intento evidente de Sánchez por emular a Iglesias, y no solo en las formas sino en algunas de sus propuestas, solo ha acelerado el trasvase de un partido a otro.
Corrientes de votos
En realidad, las corrientes de votos no solo se producen entre el PSOE y Podemos, sino también entre el Partido Popular y Ciudadanos. O dicho de otra manera: de los partidos tradicionales a los emergentes.
Desde las elecciones generales, el PP ha perdido cuatro escaños, que son los que ha ganado Ciudadanos, según la encuesta de febrero de GAD3. De esta manera, la distancia de 83 escaños que había entre el partido de Rajoy y el de Albert Rivera se ha quedado reducida a 75. Y los 21 diputados que separaban al PSOE de Podemos ahora son solo nueve.
Si se quiere medir la fuerza del «bipartidismo» clásico, se observa cómo los 213 diputados del PP y PSOE del 20 de diciembre se quedan ahora en 203. Aunque para ver la fuerza de su caída se podría comparar con el resultado de 2011, cuando los dos grandes sumaban 296 diputados, de un total de 350. Los dos emergentes sumaron 109 diputados el 20 de diciembre, y ahora, según esta última encuesta, estarían en 119.
Ciudadanos es el partido que más sube respecto al barómetro de enero: 1,5 puntos, hasta llegar al 14,9 por ciento en estimación de voto. Pero sigue lejos de los puestos de cabeza: le separan 13 puntos del Partido Popular, siete de Podemos y 5,9 del PSOE.
PP y PSOE sumarían 203 diputados, frente a los 119 que obtendrían los dos emergentes La candidatura encabezada por Alberto Garzón perdería uno de los dos escaños del 20-D
Reparto de fuerzas
Con los resultados de esta foto fija, el equilibrio de fuerzas sería muy parecido al actual. Es decir, si se repitieran las elecciones, se darían prácticamente las mismas dificultades e imposibilidades para llegar a acuerdos… desde un punto de vista meramente aritmético. Lo que podría cambiar con una nueva convocatoria electoral es el criterio político de algunos partidos a la hora de pactar. Los «noes» de Sánchez a Rajoy podrían diluirse si hay relevo en el PSOE y la situación llegara a ser ya de auténtica emergencia nacional.
A la vista de esta encuesta, la realidad es que el PP seguirá necesitando al PSOE para poder gobernar. A ese pacto podría unirse Ciudadanos, aunque, como Rajoy deja bien claro en sus discursos, no es necesario. El pacto entre PP y Ciudadanos continuaría siendo claramente insuficiente, con solo 163, que son los que tienen ahora mismo.
Las opciones del PSOE
El PSOE tampoco tendría más opciones que las actuales. Si pactara con Podemos más Izquierda Unida, sumarían 160 diputados. Como ocurre ahora, necesitaría al menos los votos del PNV para superar el bloque del PP-Ciudadanos. Los nacionalistas vascos mantienen sus seis diputados del 20 de diciembre.
Pero los socialistas también se verían obligados a buscar al menos la abstención de los independentistas, pues su voto en contra haría imposible una investidura de su candidato. Es decir, como ahora. Según la encuesta, ERC tendría 10 diputados, uno más que el 20-D, mientras que Democracia y Libertad, la antigua Convergencia, mantendría sus ocho escaños.
En el resto de los partidos hay poco movimientos. Bildu se quedaría con los dos diputados que logró el 20 de diciembre, mientras que Coalición Canaria también conservaría su único escaño. Izquierda Unida sí perdería uno de los diputados que consiguió en las urnas.