EL MUNDO 13/03/13
Los socialistas dicen, sin embargo, que el texto no permite un plebiscito secesionista
El Parlament va cocinando a fuego rápido la nueva ley de consultas que pretende dar amparo legal a un plebiscito independentista. En la reunión de ayer de la ponencia que tramita la norma, los grupos de CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP, partidarios de aprobar la ley con la máxima celeridad, consiguieron atraer hacia sus postulados al PSC.
Los diputados socialistas Ferran Pedret y Xavier Sabaté se comprometieron a elaborar una propuesta alternativa a la que está sobre la mesa. El texto del PSC partirá del actual, pero incluirá que, además de consultas, la Generalitat pueda celebrar encuestas, audiencias públicas, foros de debate y cualquier otro instrumento de consulta popular, siempre y cuando no se trate de un referéndum.
Lo que pretende el PSC con esta propuesta es recuperar el espíritu del artículo 122 del Estatut. Este precepto otorga a la Generalitat «competencia exclusiva» para regular consultas y otras modalidades de participación ciudadana en el ámbito de sus competencias. El 122 prohíbe, eso sí, que la Generalitat celebre referendos si no cuenta con la previa autorización del Gobierno central, tal y como establece el artículo 149.1.32 de la Constitución Española.
Para poder eludir este permiso previo del Estado, el Govern de CiU redactó durante la pasada legislatura esta Ley de Consultas no Referendarias, con la que pretende preguntar a los ciudadanos sobre la independencia de Cataluña, aunque su resultado, al no tratarse de un referendo, no será vinculante.
La semana pasada, el Parlament recuperó a través de una ponencia los trabajos de elaboración de la ley. El PP y Ciutadans se mostraron partidarios de empezar a redactar la norma desde cero. Pero CiU, ERC e Iniciativa, que no disimularon su interés en acelerar el proceso, abogaron por seguir con la tramitación en el mismo punto en que se quedó en la anterior legislatura.
El PSC no se embarcó en ninguno de los dos bandos, pero ayer dio un paso al frente al comprometerse a presentar una propuesta alternativa y más amplia el martes que viene. CiU, ERC, Iniciativa y la CUP no tendrán inconveniente en aceptar el texto de los socialistas. Pero estos partidos tienen muy claro que su objetivo a la hora de elaborar esta ley no es ni mucho menos el de encuestar a los ciudadanos o preguntarles por asuntos como el de la famosa reforma de la avenida Diagonal de Barcelona.
«Queremos esta ley para declarar la independencia», dijo ayer el diputado de CiU Josep Rull. Los partidos nacionalistas trabajan con esa idea. Y no coincide con la del PSC. «Esta ley no permitirá celebrar una consulta independentista», explicó ayer a este diario el portavoz socialista, Jaume Collboni. En su opinión, la norma no da el amparo jurídico que busca el nacionalismo para su plebiscito secesionista. «La ley de consultas sólo tiene cabida como norma de desarrollo del artículo 122 del Estatut», añadió el portavoz socialista.
Pero CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP piensan lo contrario. Creen que la norma amparará el plebiscito e intentarán que la participación sea máxima y a favor del sí. Por eso, durante la reunión de ayer se habló de rebajar la edad para votar, que el proyecto sitúa en 18 años, y permitir que voten los mayores de 16. Por su parte, Ciutadans considera que la tramitación legislativa es una «pantomima» y anunció que abandona la ponencia.