EL CORREO 04/09/13
López dice que un foro «sin los que hemos sido víctimas» no tiene sentido
Los socialistas vascos dejaron ayer claro que abandonarán la ponencia de paz del Parlamento, lo que significaría su final, si el grupo de Bildu en la Cámara no asume en la semana larga que resta hasta que reanude sus sesiones, el día 13, el denominado ‘suelo ético’. Algo que pasa por la autocrítica de la izquierda abertzale con su pasado y la aceptación de los «mínimos democráticos». BILBAO. El PSE despejó ayer cualquier duda sobre su participación en la ponencia de paz del Parlamento vasco, que tenía previsto reanudar sus sesiones el próximo día 13 de este mes. Los socialistas, que ya venían modulando su discurso para aproximarse a la postura del PP, definitivamente abandonarán el foro si el grupo parlamentario de Bildu no asume en la semana larga que queda hasta la fecha de la reunión el denominado ‘suelo ético’. Dicho de otra manera, la ponencia quedará coja sin remedio y condenada a languidecer por falta de ‘quorum’ si la izquierda abertzale no hace autocrítica de su pasado y acepta los «mínimos democráticos» para recorrer el camino hacia la paz definitiva y la convivencia normalizada que la pasada legislatura pactaron PNV, PSE, PP y los parlamentarios expulsados de Aralar.
El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, confirmó ayer lo que su partido y él mismo venían insinuando en las últimas semanas, que dan por amortizada una ponencia que, desde su constitución esta legislatura, no ha cumplido las expectativas que el PSE había depositado en ella. «Uno de sus objetivos fundamentales es que ese mundo que ha aplaudido la violencia acabe haciendo un recorrido de integración en democracia», apuntó López, que lamentó que la izquierda abertzale «lejos de hacer eso, está haciendo lo contrario». Para el líder del PSE, el mundo de la antigua Batasuna pretende, en cambio, que «todos los demás comulguemos con ruedas de molino» y que las víctimas del terrorismo acaben por asumir que la violencia de ETA «estuvo justificada» por la existencia de «un supuesto conflicto».
Y por ahí, recalcó, jamás pasará su partido, «cada vez más suspicaz» sobre el futuro de un órgano que nació la pasada legislatura con un grado de consenso hasta entonces desconocido, 73 de 75 parlamentarios, y que le costó a una contumaz Aintzane Ezenarro, hoy en el Gobierno vasco, su salida de Aralar. «Si es para eso, los socialistas no vamos a estar», ratificó López, tras recordar que son «otros» quienes aún no han asumido los «valores éticos mínimos» sobre los que es posible edificar «una sociedad decente».
El foro parlamentario para avanzar en materia de pacificación queda así seriamente tocado, hasta el punto de que su pervivencia está más que cuestionada. Por si quedaban dudas, López recalcó ayer que una ponencia en la que participen exclusivamente los nacionalistas –PNV y Bildu– no serviría de nada y rechazó que el foro tenga «sentido» sin la presencia de «PSE y PP, los que hemos sido víctimas en este país». Es más, López mantuvo durante toda su comparecencia, la primera del curso tras la ejecutiva celebrada el lunes, un tono especialmente crítico con una izquierda abertzale a la que reprochó, tras las polémicas festivas, su «interés malsano por hacer del verano su coto privado de propaganda política». López obtuvo enseguida respuesta de Bildu. La parlamentaria Marian Beitialarrangoitia lamentó la «involución» del PSE y consideró que los argumentos de su líder «no son más que una excusa barata para justificar su inmovilismo». La dirigente abertzale reiteró en todo caso su disposición «a seguir trabajando por la paz y la convivencia» en la ponencia parlamentaria o en otros foros.
Revisión del pasado
Pero se antoja complicado. A pesar de que desde el PNV voces como la del portavoz parlamentario, Joseba Egibar, han insistido estos últimos días en la utilidad de la ponencia e incluso han emplazado a los socialistas a no dejarse ‘marcar’ por el PP, el propio lehendakari Urkullu trazó el pasado viernes una ‘línea roja’ contundente, al exigir a la izquierda abertzale lo mismo que ayer le volvió a pedir el PSE, con idénticas palabras: que haga una «revisión crítica» de su pasado. «Son ellos los que se resisten a tomar la única decisión realmente trascendental para abrir un nuevo tiempo, que es dejar de justificar a los terroristas», subrayó un contundente López.
Los socialistas se suman así a la posición del PP vasco, que aunque la pasada legislatura, en medio de no pocas tensiones internas, acabó por rubricar la puesta en marcha de este órgano parlamentario, ha supeditado su presencia, una vez incorporada la izquierda abertzale a la Cámara, a que Bildu rechace la violencia de ETA. El PSE, hasta ahora, había caminado de la mano del PNV, con quien acordó la reactivación de la ponencia y con quien sacó adelante en Pleno una reafirmación del ‘suelo ético’, que, no obstante, ha sido ignorado por Bildu. Así las cosas, el PSE ha optado por distanciarse definitivamente de la ponencia –también anuncia objeciones «muy críticas» con el plan de paz que Urkullu sacará en cualquier caso adelante– y de una izquierda abertzale «a la que le queda un largo camino por recorrer».