El PSOE quiere cerrar su propuesta de reforma de la Constitución antes de las elecciones catalanas del 27-S

EL MUNDO – 08/07/15

· El PSOE quiere blindar competencias del País Vasco, Cataluña y Galicia y ampliar derechos.

El PSOE quiere cerrar su propuesta de reforma de la Constitución antes de las elecciones catalanas del 27 de septiembre. El principal partido de la oposición no presentará una reforma articulada y detallada al milímetro de la Carta Magna, como explican fuentes de la dirección, porque eso sería «condenarla al fracaso». Pero el Consejo de Política Fiscal del partido sí aprobará –fuentes de la dirección aseguran que en septiembre– un amplio catálogo de asuntos para incluir o modificar en la Carta Magna.

Los socialistas incorporarán esa propuesta como anexo de su programa electoral para las generales. Su intención será sentar a todas las fuerzas políticas en torno a una mesa en el comienzo de la próxima legislatura para buscar el «máximo acuerdo y consenso» y adaptar la Constitución al siglo XXI.

Hoy mismo, Pedro Sánchez constituirá en Madrid el Consejo para la Reforma de la Constitución, un equipo de expertos constitucionalistas que trabajarán con el PSOE sobre los informes ya elaborados por el partido. Su cometido será compendiar y concretar una amplia reforma de la ley de leyes española.

El equipo tendrá un coordinador jurídico, el catedrático de Derecho Constitucional Gregorio Cámara, y una coordinación política que dependerá del secretario de Política Federal, el andaluz Antonio Pradas; de la dirigente del PSC Meritxell Batet, que coordina también el programa electoral socialista, y del diputado José Enrique Serrano, ex jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

La concreción de la reforma federal del PSOE y del PSC –el encaje de Cataluña y del resto de comunidades históricas en España– es muy importante para los socialistas de cara a los comicios catalanes de finales de septiembre. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, acaba de renunciar al derecho a decidir para apostar de forma firme y clara sólo por la reforma constitucional.

La reforma que propondrá el PSOE tendrá tres elementos esenciales: la inclusión de nuevos derechos fundamentales en la Carta Magna, la introducción de nuevas garantías democráticas y de lucha contra la corrupción (como la eliminación de los aforamientos), y la reforma federal del Estado que consiga el encaje definitivo de las llamadas nacionalidades históricas en España.

Reforma Federal

En cuanto a la reforma federal, los socialistas pretenden plasmar en la Constitución el reconocimiento de «las singularidades propias de las nacionalidades históricas [Cataluña, País Vasco y Galicia] teniendo en cuenta sus hechos diferenciales y sus derechos históricos»; la «definición precisa» de las competencias del Estado, para que todas las demás sean autonómicas», y «la consideración de los temas lingüísticos, educativos y culturales como competencia estricta de las comunidades con lengua propia», según los documentos con que ya cuenta el partido.

Estas propuestas coinciden con las tesis defendidas por el PSC tras la consulta independentista del 9 de noviembre. También las comparte gran parte de la Ejecutiva del PSOE. Sin embargo, hay dirigentes socialistas que no quieren llegar tan lejos. Fuentes de la dirección explicaron que el debate que se abrirá hoy se trasladará el lunes al Consejo de Política Federal, que se celebrará en Sevilla y que preside Susana Díaz. Siempre será este órgano del PSOE –creado por Sánchez para pilotar la reforma federal– el que apruebe las propuestas definitivas que irán al programa electoral.

Por último, los socialistas también quiere constitucionalizar un sistema de financiación de las comunidades que incluya los principios de «solidaridad y ordinalidad». Y la conversión del Senado en un Consejo Federal a la manera del Bundestag alemán.

Esto en cuanto a la reforma federal. El PSOE quiere aprovechar además la reforma y reconocer nuevos derechos, como la sanidad, la educación o la dependencia, o incluso incorporar la pertenencia de España a la Unión Europea y al euro.

EL MUNDO – 08/07/15