ABC – 29/10/15
· Díaz matiza a Sánchez y dice que lo que hay que «defender» es la Carta Magna de 1978.
Antes de acudir a almorzar con Mariano Rajoy ayer en La Moncloa, Pedro Sánchez presentó en sociedad la reforma constitucional del PSOE, inevitablemente eclipsada por el órdago independentista del Parlamento catalán. En el principal partido de la oposición todos eran conscientes de ello desde el mismo lunes, cuando vieron que Junts pel Sí y las CUP decidían presentar la resolución de «desconexión» con España, pero aún así se decidió seguir adelante; añadiendo, eso sí, un matiz importante: una resolución específica en defensa de la unidad de España y del cumplimiento de la Ley.
La aprobó ayer el Consejo Político Federal junto con la reforma de la Carta Magna de 1978, minutos antes de que Sánchez presentara esta en sociedad. Un pronunciamiento necesario, a ojos de muchos barones, después de años de idas y venidas del PSC con el «derecho a decidir» y de titubeos del propio PSOE en relación a Cataluña.
La iniciativa de Junts pel Sí y la CUP, dicen los socialistas en su resolución, constituye un «ataque gravísimo a la democracia» que «sitúa a sus autores fuera del sistema democrático y merecedores de la respuesta política y jurídica más severa». El PSOE entiende la actitud independentista como «una provocación antidemocrática, no sólo porque pretende sojuzgar y secuestrar la voluntad de la mayoría de la sociedad catalana, contraria a la ruptura con España y su orden constitucional», sino porque «desprecia el precepto básico de cualquier sistema democrático que es el respeto a la Constitución y las leyes».
Ya en la presentación, Pedro Sánchez abundó en la idea de que Junts pel Sí y las CUP se han situado «fuera» de la ley con una decisión que amenaza la convivencia, pero añadió que ni Cataluña ni España están en un callejón sin salida si se retoma la vía el diálogo. A su juicio, frente a la cerrazón de Artur Mas y Mariano Rajoy, «la única solución política que en este momento está encima de la mesa» es la «renovación del pacto constitucional» que propone el PSOE y que no supone «abrir un proceso constituyente» como el de 1978 sino la actualización «federal» de la Carta Magna.
«No se entendería un “no”»
A puerta cerrada, todos estuvieron de acuerdo pero, a la salida, con ocasión de la «foto de familia», en la escalinata de la Puerta de los Leones del Congreso, la presidenta andaluza, Susana Díaz, introdujo un matiz en declaraciones a los periodistas: cuando estamos en pleno desafío secesionista, vino a decir, es «momento de defender la Constitución y la unidad de España» amenazadas, no tanto de entrar en un debate sobre las posibles salidas jurídico-constitucionales.
En línea con su cerrada defensa de la unidad de España, Díaz dijo –probablemente no sabía a esa hora que Sánchez iba a almorzar a continuación con Rajoy en La Moncloa– que no solo hay que respaldar al presidente del Gobierno, sino que este debe «consensuar» una postura común con el resto de los partidos tras el «golpe de Estado» perpetrado por los independentistas. Por eso, pidió al jefe del Ejecutivo que convoque de forma urgente a todas las fuerzas políticas.
En la reforma socialista, destaca la renuncia a reconocer la «nación» catalana; simplemente se admiten las «singularidades» autonómicas y regular directamente el sistema de financiación, de modo que las comunidades que más aportan no puedan bajar en el ranking de renta entre las 17. Sánchez dejó ayer claro que no quiere imponer un proyecto unilateral sino recuperar «el espíritu de generosidad y de compromiso» de la Transición con el fin de garantizar un marco de convivencia para las próximas décadas. Será «un camino difícil, largo y seguramente duro», pero «el consenso no es el punto de partida, sino el fruto, intenso y generoso, de un proceso de diálogo, de aceptaciones y de renuncias recíprocas».
El líder socialista se dirigió especialmente al PP para advertirle de que «no se entendería una negativa de principio a abordarla», cuando es «la vía racional, positiva, integradora» para construir el espacio político que necesita España». Y en una advertencia a Artur Mas y los independentistas, comentó: «el PSOE no va a renunciar a mejorar la Constitución por la amenaza secesionista», porque la meta es buscar una solución a Cataluña.
ABC – 29/10/15