«El riesgo de atentado es elevado y la opinión pública debe saberlo»

ABC 05/07/15
ENTREVISTA JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ, MINISTRO DEL INTERIOR

· Investigación abierta
«Estamos en la fase de análisis para saber si en el atentado de Túnez contra un hhotel español se buscó además atacar intereses de nuestro país»

· Internacionalización del conflicto
«Al ir contra objetivos turísticos buscan, además del efecto imitación, víctimas de distintas nacionalidades, y con ello lanzar una amenaza a diferentes países»

· Eficacia policial
«La cifra de los que desde España se han ido a Daesh (Estado Islámico) o a Al Qaida es 116. Y los retornados identificados son 16. Francia se mueve en torno a 1.700»

· No cesa la amenaza
«Hay informaciones que por prudencia debo reservarme. Pero basta entrar en las redes sociales para ver que están muy activas, incendiadas»

El máximo responsable de la seguridad en España alerta del peligro de un nuevo tipo de terrorista: el desplazado frustrado que, ya radicalizado, no ha conseguido viajar a Siria o Irak.
El ministro del Interior se mueve en esta entrevista en ABC entre la necesidad de transmitir a la opinión pública que existe un peligro real y serio de que España sufra un atentado yihadista y el deseo de no caer en un alarmismo innecesario, que sería el primer éxito de los terroristas.

P–¿Cómo está la situación nueve días después de los atentados en Túnez y Francia?
R–El día que se produjeron esos atentados la Comunidad de Inteligencia creyó oportuno la activación del nivel 4 de alerta terrorista. Fue una decisión basada en los datos que tenemos y, además, en que empíricamente está demostrado que cuando se producen ese tipo de ataques el efecto imitación está presente. Tiene que haber una valoración semanal y en las últimas horas se ha decidido mantener ese nivel de alerta.

P–Al atentar contra el hotel español de Túnez, ¿los terroristas querían atacar intereses de nuestro país?
R–Estamos en la fase de análisis. No hay un dato que pueda confirmar que hay una relación de causa-efecto. Sí es evidente que al ir contra objetivos turísticos han buscado víctimas entre nacionales de varios países. Así, además de lograr más impacto internacional, lanzan una amenaza a esas naciones. Y buscan el efecto imitación; es decir, incitan a los actores y ejecutores solitarios a que cometan atentados contra los intereses del país en el que están.

P–¿Está España en su momento más crítico por la amenaza real de atentados yihadistas?
R–Estamos en el máximo nivel de alerta desde los atentados del 11 de marzo de 2004. Por tanto, sin duda, este es el momento más crítico. No quiero generar ningún alarmismo, tampoco estaría justificado. Pero entre no generar alarmismo y decir que el riesgo existe es donde debo situarme. Y el nivel de alerta 4 responde a una realidad. Significa que existe un riesgo elevado de atentado terrorista y tenemos el deber de actuar en consecuencia, y también de comunicárselo a la opinión pública.

P–¿Tiene la percepción, o incluso alguna información objetiva, de que en algún momento los españoles nos hemos librado de un atentado de milagro, in extremis?
R–En España se está trabajando muy bien. Pero no es malo que a ese trabajo muy bueno, eficaz, constante de nuestros servicios antiterroristas, en algunos momentos acompañe la suerte. La suerte llega cuando trabajas.

P–¿Por qué España tiene un número de combatientes menor que otros países de nuestro entorno?
R–La eficacia de los Servicios Antiterroristas españoles está reconocida a nivel internacional. Pocos países en el mundo han padecido con tanta intensidad y durante tanto tiempo el zarpazo del terrorismo como España, que ha hecho de la necesidad virtud. Además de ETA o los Grapo, no conviene olvidar que el 11 de marzo de 2004 padecimos el mayor atentado terrorista en la historia de Europa. Por tanto, también hemos tenido que especializarnos en la lucha contra esa nueva modalidad de terrorismo.

P–Pero, ¿cuántos se han desplazado desde España a Siria e Irak?
R–El número de desplazados en comparación con los países de nuestro entorno es muy bajo. La cifra de los que se han ido a Daesh (Estado Islámico) o a las filas de Al Qaida es 116. Y los retornados identificados son 16. Francia se mueve en torno a 1.700 y 300 retornados. El Reino Unido y Alemania están en torno a los 600. Bélgica tiene unos 300 desplazados. Eso pone de manifiesto dos cosas: la eficacia de nuestros Servicios Antiterroristas y la mejor integración de la comunidad musulmana. Pero no debemos contabilizar solo como riesgo el de los desplazados y retornados a nuestro país, el de los lobos solitarios o ejecutores solitarios, sino también el que representan quienes han salido de otros países y después llegan a España.

P–¿Hay preocupación en la comunidad de Inteligencia por el incremento de conversos y, especialmente, de mujeres en las filas del Daesh y otros grupos yihadistas?
R–La primera célula destinada a la captación y adoctrinamiento de mujeres la desarticulamos en España. No es que estuviera integrada por mujeres, es que tenía la finalidad expresa de captar mujeres. Y es verdad que se está produciendo una evolución de la tipología de las personas que son reclutadas para la yihad mundial. Se habló inicialmente del lobo solitario y ahora se habla más del actor solitario, como ya he dicho. También del ejecutor solitario. El actor solitario es el que todas las etapas del proceso, desde la captación y el adoctrinamiento hasta, en su caso, el planeamiento y ejecución del atentado terrorista, las hace individualmente. El ejecutor solitario sería aquel que las primeras fases las hace en coordinación o colaboración con más personas, integrado en una red, y el planeamiento y ejecución del atentado concreto lo hace solo. También se está viendo que la captación y radicalización se produce cada vez con personas más jóvenes. Por tanto, el fenómeno del terrorismo internacional está teniendo, dentro de sus constantes básicas, una evolución que también se proyecta en el hecho de que están siendo captadas incluso niñas. Niñas que cada vez juegan un papel más activo. En particular, esto se produce en el Daesh, que en esa siniestra pugna por el liderazgo del terror con Al Qaida está ganando claramente la batalla.

P–Pero eso no significa que el peligro de Al Qaida haya desaparecido…
R–Por supuesto. Entre ellos tienen una competición por el liderazgo del terror. Pero, desde luego, ante el resto de la comunidad internacional, no tienen rivalidad. Tenemos el ejemplo claro de recientes atentados. Con independencia de que los hubieran reivindicado el Daesh o Al Qaida, las dos organizaciones han hecho declaraciones de alegría. Compiten entre sí, pero desde luego son enemigos comunes de la comunidad civilizada. Termina entre ellos la rivalidad cuando se trata de hacer daño al enemigo común, que somos los países civilizados.

P–De momento hay pocos retornados, y algunos regresan frustrados. Pero ¿es posible que el Daesh ordene un regreso masivo para que cometan atentados en sus países de origen?
R–Hay informaciones que por prudencia debo reservarme. Pero basta entrar en las redes sociales para ver que están muy activas, incendiadas se podría decir. Abubaker al Bagdadi, con motivo del aniversario de la proclamación del califato islámico, ha hecho llamamientos a los muyahidines para que atenten allí donde estén. Estamos detectando una nueva tipología de terrorista que es el desplazado frustrado, aquel que ha completado el proceso de radicalización, estaba preparado y deseaba viajar para combatir en zonas en conflicto y que por diversas razones no lo ha podido hacer y se ha quedado en su país. Como no ha podido ir, está frustrado. El desplazado frustrado es una realidad que existe en estos momentos y evidentemente es un potencial de riesgo que tenemos detectado en España.

P–¿Las corrientes más radicales del islam están ganando la batalla ideológica dentro de su comunidad?
R–Mantenemos un diálogo con la comunidad islámica en España muy positivo. Hasta 2012, el 80 por ciento de los procesos de radicalización se producían en el entorno de las mezquitas y en las prisiones. Hoy, el 80 por ciento de los procesos de radicalización se producen a través de internet y de las redes sociales. Y a este cambio ha contribuido de una manera muy especial el diálogo con la comunidad islámica.


Regeneración

Las expectativas de Bildu
«Le interesa más que Podemos tenga mucha fuerza en el Congreso que Amaiur logre tres, cuatro o cinco diputados, porque lo que están esperando los presos de ETA es un cambio de gobierno»

Pugna en la yihad global
«Entre Daesh y Al Qaida tienen una competición por el liderazgo del terror. Pero la rivalidad termina cuando se trata de hacer daño al enemigo común, que somos los países civilizados»

Conflicto con los Mossos
«El nuevo “conseller” me ha expresado su voluntad de superar aquel lamentable hecho. Y yo tengo la mejor disposición para que haya una colaboración fluida»

Acusaciones de un comisario contra el CNI
«No tengo ninguna duda de la integridad de sus componentes, desde el director hasta el último de sus miembros. La colaboración es magnífica» «El sistema no está corrompido. Se ha hecho una legislación muy potente, y en el futuro va a ser mucho más difícil caer en la tentación de la corrupción»

P–En el mapa de riesgo yihadista, ¿es Cataluña la zona más caliente?
R–El nivel de alerta 4 es uniforme en todo el territorio nacional. Si hablamos de la Península, es evidente que en función del número de las operaciones antiterroristas y de las detenciones practicadas, podríamos decir que Levante y Cataluña son zonas en las que hay una especial actividad de procesos de radicalización, pero también están siendo objeto del correspondiente seguimiento e investigación. Este año, en España se han hecho trece operaciones que se han concretado en la puesta a disposición judicial de 46 personas. De esas operaciones, seis se han producido en Cataluña; y de las 46 detenciones, 26 han tenido lugar allí.

P–¿Prevé el Gobierno el cierre de mezquitas salafistas, como en Túnez?
R–En España tenemos registradas 1.264 mezquitas, y 98 son salafistas. De ellas, 50 en Cataluña. La reforma del Código Penal que ha entrado en vigor el pasado 1 de julio prevé esa posibilidad de cierre. Pero, dicho eso, debo añadir que se gana más, sin duda, convenciendo que, si se me permite la expresión, amenazando. Sin perjuicio de que, si hay que actuar, se actúa. Pero, repito, el diálogo con la Comisión Islámica en España es muy fluido y muy positivo. Lo cual no quita, claro, que tengamos las fuentes de información necesarias para prevenir procesos de eventual radicalización, sobre todo con discursos que vayan en la línea de fomentar la violencia. Romper la cadena de transmisión de la radicalización en sus inicios es clave, lo más eficaz. Eso lo conseguimos con la interlocución de una manera muy especial, y subsidiariamente también con otras medidas.

P–¿Considera superado el incidente surgido a raíz de la denuncia de los Mossos contra agentes de la Policía a raíz de la última operación antiyihadista realizada en Cataluña?
R–Con el nuevo «conseller» de Interior, Jordi Jané, tengo una relación muy antigua de amistad. Hemos hablado en varias ocasiones y me ha expresado su voluntad de superar aquel lamentable hecho. Y por mi parte tengo la mejor disposicion para que haya una fluida colaboración, desde la lealtad institucional, en este ámbito de la lucha antiterrorista. Nadie entendería que conflictos de competencias o pruritos determinados llevarán, como consecuencia indeseada, a poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos.

P–¿Observa algún tipo de rectificación en los políticos independentistas de Cataluña respecto a su pretensión de atraer a la comunidad musulmana a su proceso secesionista?
R–La Fundación Nous Catalans se dedica a captar a la inmigración para el independentismo. Eso, proyectado en el ámbito de la inmigración de origen musulmán, y teniendo en cuenta de qué estamos hablando, evidentemente tiene unas connotaciones de riesgo. Desde que denuncié esa realidad, el dirigente de esa Fundación no ha vuelto a hacer, afortunadamente, más manifestaciones. Dije, y reitero ahora, que las relaciones de Marruecos con España son magníficas en todos los ámbitos, y en particular en la lucha antiterrorista. Ejemplar, difícilmente superable. No solo compartimos Inteligencia e información; también hemos llegado a desarrollar cooperación operativa; es decir, a hacer operaciones sincronizadas a ambos lados de la frontera de Ceuta y Melilla. España y Marruecos tenemos un enemigo común, y dije entonces que, dadas las magníficas relaciones, no necesitamos de intermediarios. Y le dije también que dejara de enredar, lo que afortunadamente ha hecho.

P–¿Una Cataluña independiente sería mucho más vulnerable a la amenaza yihadista?
R–La unión hace la fuerza. En la Unión Europea y la comunidad internacional todos estamos amenazados por estos bárbaros. Se han producido atentados terroristas en los cinco continentes. Desde el momento en que compartimos amenaza, debemos compartir los instrumentos de respuesta para hacerle frente, desde la convicción de que unidos somos más fuertes. En la Unión Eurpea eso se proyecta con una especial intensidad. Nadie entendería que alguien pretendiera dentro de España actuar en solitario. Eso no tiene ningún sentido y pondría en riesgo evidente la seguridad de sus ciudadanos.

P–¿Que le parece que un comisario de Policía presente una denuncia en la que se acusa a miembros del CNI de quedarse con parte del rescate del secuestro de un compatriota en Siria?
R–No tengo ninguna duda de la honestidad del CNI, de la competencia profesional e integridad de sus hombres y mujeres, desde su director al último de sus miembros. Me merecen todos los respetos, no tengo ni una duda de su eficacia y lealtad al Estado. Como ministro del Interior, además, tengo que decir que trabajamos con el CNI con una lealtad institucional y una cooperación magníficas y ejemplares en la defensa de los intereses de España.

P–Aunque ETA no lo anunciara públicamente, si las Fuerzas de Seguridad verificaran que está de facto disuelta, ¿procedería el Gobierno a acercar gradualmente a los presos al País Vasco?
R–La dispersión forma parte de la política antiterrorista. Y mientras ETA no se disuelva, no se va a modificar. Algunos dicen que supone una pena adicional para las familias de los presos. Eso tiene una solución muy fácil. Que se desvinculen públicamente de ETA, que reconozcan el daño causado y que pidan perdón. A partir de ese momento entrarán en el programa de reinserción individualizada y se les dejará de aplicar la dispersión. Por tanto, está en sus manos acabar con ese presunto daño adicional a sus familias. Por cierto, a los etarras no les preocupaban sus familias cuando para cometer atentados las abandonaron, dejando esposas e incluso hijos pequeños. Menos hipocresía y menos mentira.

P–Tras su irrupción en la política, Podemos se ha apuntado también a la defensa de los presos etarras…
R–Es porque han pactado con Bildu. Los pactos no se hacen a cambio de nada, y no es casual que anden haciendo estas declaraciones a favor de los presos etarras. Es el peaje que están pagando. Y debo decir que no nos sorprende, porque ya lo sabíamos. A Bildu le interesa más que Podemos tenga mucha fuerza en el Congreso que Amaiur logre tres, cuatro o cinco diputados. Porque lo que están esperando los presos de ETA, que están muy desanimados ahora, es un cambio de gobierno.

P–En el Ministerio del Interior se han tenido que vivir con especial intensidad los asuntos de corrupción. ¿Hasta qué punto se ha inoculado una vacuna contra ese fenómeno?
R–Todos los casos de corrupción pertenecen al pasado. Y si se han conocido es porque se están combatiendo desde el Estado de Derecho y las instituciones del Estado, como la Guardia Civil, la Policía, los jueces, los fiscales, la Agencia Tributaria… Y el Gobierno ha dejado actuar, como es su deber, con absoluta autonomía. Esto es importante, porque quiere decir que el sistema no está corrompido. Además, debo decir que se ha hecho una legislación muy potente, y en el futuro va a ser mucho más difícil caer en la tentación de la corrupción.