España y Francia cierran la puerta a ETA

DIARIO VASCO, 30/5/12

Los ministros de Interior de ambos países coinciden en señalar la «disolución incondicional» como la premisa para que se dé cualquier cambio

Los constantes llamamientos de ETA al final dialogado de su actividad armada con los gobiernos español y francés están cayendo en saco roto. «La disolución completa de ETA es una condición ‘sine qua non’ para que cambien las cosas», dijeron ayer casi al unísono desde Madrid los ministros de Interior de España y Francia, Jorge Fernández Díaz y Manuel Valls. La situación sólo sufrirá un cambio cualitativo cuando esa disolución se concrete y, mientras tanto, los Estados «no van a bajar la guardia». La detención de dos presuntos miembros de ETA el domingo en Las Landas es la prueba de que la posición firme de ambos gobiernos va más allá de las palabras.

LAS CLAVES
VISIÓN CONJUNTA
La desaparición de ETA es considerada por ambos Ministerios como una condición ‘sine qua non’
LUCHA ANTITERRORISTA
Mientras la organización no entregue las armas, las fuerzas de seguridad «no bajarán la guardia»

En castellano y en francés, los dos titulares de Interior quisieron enviar el mismo mensaje «a ambos lados de los Pirineos»: ni Madrid ni París moverán un milímetro su política antiterrorista si antes ETA no anuncia su desaparición oficial y entrega las armas. Manuel Valls, durante la primera visita oficial de un ministro de François Hollande a España, se esmeró en dejar claro que el nuevo Gobierno socialista galo, a pesar de las diferencias ideológicas con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, va a mantener la «excelente colaboración» contra ETA entre los dos países y garantizó que los dos gobiernos hablarán con una misma voz.

De hecho, Valls hizo casi textualmente suya una de las frases que su homólogo, Jorge Fernández, repite hasta la saciedad cuando se reclama al Gobierno gestos hacia ETA después de que anunciara el cese definitivo de la violencia el 20 de octubre: «La disolución completa y el desarme total de ETA son una condición necesaria» para que se produzca cualquier movimiento. «La desaparición incondicional está fuera de toda discusión», apostilló Valls en Madrid, empeñado en subrayar que la cooperación seguirá a un «nivel muy alto».

El ministro francés de origen catalán, primero en privado y luego en público, dio a Fernández la garantía que éste esperaba desde que Hollande llegó al Elíseo el 15 de mayo. Esto es, que el Gobierno de París no va a introducir ningún matiz en su política contra ETA y, sobre todo, que no lo va a hacer sin contar antes con España. El ministro de Interior galo aseguró tajante que «no hay ni puede haber cambios» porque la banda sigue viva. Exactamente el mensaje que Fernández quería oír y quería que se oyera en el exterior, máxime después de que a mediados de este mes ETA intentara con un nuevo comunicado implicar a la Unión Europea para que presionara a los dos países a fin de que hicieran algún movimiento.

«Derrota militar»

«Francia y España continuarán con la misma determinación que ha conducido a la derrota militar y policial de ETA», afirmó Valls, quien llamó en un par de ocasiones a «no bajar la guardia hoy más que nunca», habida cuenta de que la organización armada dispone de «stocks de armas» y de «militantes que tienen actividad». También recordó que «hace solo dos años ETA asesinó a un policía francés en territorio francés».

«La cooperación franco-española contra ETA es histórica y ejemplar, tiene al menos 30 años de trabajo en común, acaba de volver a dar resultados (refiriéndose a las últimas detenciones) y debe seguir hasta la disolución completa de ETA», insistió el ministro francés.

Las palabras de Valls fueron acogidas con indisimulada satisfacción en la delegación española. No obstante, en el Ministerio del Interior ya daban por descontado ese apoyo cerrado a la política antiterrorista del Gobierno de Rajoy después de que el 18 de mayo el nuevo ministro francés, durante su breve encuentro con Fernández en Munich en la cumbre del G6, garantizara que el Ejecutivo de Hollande no iba a dar ninguna sorpresa obrando por cuenta propia. Es más, va a dejar que Madrid marque el paso y que decida en cada momento cuáles deben ser las líneas maestras de la política de los dos ejecutivos para conseguir que ETA vacíe sus arsenales y declare su desaparición.

Los gestos y las declaraciones de Valls fueron asentidas una y otra vez por Fernández. Ambos han establecido una relación muy estrecha en apenas dos semanas, hasta el punto de que el ministro galo llamó a su homólogo «mi nuevo amigo», y los dos bromearon sobre sus muy diferentes militancias políticas. «En la lucha contra el terrorismo de ETA vamos unidos de la mano los dos gobiernos y los dos países», explicó el ministro español antes de repetir, ahora en castellano, las palabras que había pronunciado en francés Valls : «ETA ha sido derrotada policialmente y ETA ahora debe disolverse incondicionalmente». «El fin incondicional es una consecuencia lógica de la declaración (de final de la actividad armada) del pasado octubre», remachó Fernández.

DIARIO VASCO, 30/5/12