Así considera el semanario francés Paris Match el asesinato del policía Jean-Serge Nérin y valiéndose de este luctuoso atentado, publica un reportaje analizando la situación de la organización terrorista vasca.
ETA. La afrenta hecha a Francia
En un rutinario control de carreteras, los jóvenes terroristas vascos mataron a un policía. Un crimen y una falta de un movimiento que ya no tienen curtidos jefes.
Por respeto a la memoria de Jean-Serge Nérin, su compañero asesinado por la ETA, no lo dicen oficialmente, pero los policías franceses especializados en la persecución de terroristas vascos están convencidos: el brigada Jean-Serge Nérin se encontraba en un mal lugar en un mal momento. En la historia de ETA, la organización siempre ha considerado al Hexágono(1) como un santuario. Únicamente por necesidad: ETA necesita una retaguardia para alojar a sus clandestinos y guardar el material de sus comandos. Disparar y matar a un policía francés, “en su lógica, es contraproducente”, explica un especialista del servicio de inteligencia. Incluso hubo un tiempo, no tan lejano, donde se había ordenado, en las reglas del perfecto soldado de la “causa”, no utilizar el arma en territorio francés salvo en casos “extremos de legítima defensa”, según la dialéctica etarra.
“No les interesa tener a las fuerzas del orden de Francia al acecho, añade el funcionario. Debilitada la organización por los golpes recibidos desde enero, les cuesta mucho despistar a los servicios especializados”. Entonces, ¿qué paso en el camino vecinal de Villiers-en-Bière para que al menos dos miembros del comando desenfundaran y apuntaran al policía Nérin? Se perfilan dos hipótesis. La primera: en vista del inusual número de participantes (entre seis y diez), el desafío del atraco del concesionario. La segunda: la inexperiencia de los miembros del comando, sintomático rejuvenecimiento de las tropas de ETA. Extremadamente móviles, los etarras son grandes consumidores de coches robados. Tienen por norma no robar un vehículo salvo que tenga su llave de contacto y solamente cuando se presenta una oportunidad en su recorrido. “Los clandestinos prefieren utilizar los caminos departamentales más que los grandes ejes de carreteras”.
Uno de los cinco coches abandonados por el comando, un Peugeot 307, había sido robado el pasado 16 de febrero en Allier con este método. Su truco: sustraer sin violencia el vehículo de un lugareño. “Por ejemplo, delante de una panadería donde para poco, en doble fila, para comprar su barra de pan”, explica un policía del servicio de inteligencia. El atraco de un almacén de compra-venta de vehículos de ocasión no se corresponde en absoluto con su modo habitual de operar. Coger seis coches al mismo tiempo, en zona urbana, era arriesgado para una organización que busca la discreción. “Madrid ha elevado su alerta terrorista desde diciembre. Con la presidencia española de Europa desde enero, las autoridades temen una campaña extremadamente violenta de ETA”.
“Son críos de 20 años sin verdadera cultura política y bastante menos astutos que sus mayores”
Por otra parte, las detenciones se han multiplicado en España y en Francia. ¿Ha decidido ETA activar un comando antes de lo previsto y ha precipitado la preparación logística? “No es improbable”, analiza un especialista. Tanto que los servicios de información franceses y españoles habrían identificado, a partir de los testimonios, al poseedor de bombas buscado entre los miembros del comando de Dammarie-les-Lys. Acusado de haber puesto en julio de 2005 un artefacto explosivo en el que se encontraron sus huellas, en la Casa del Pueblo de Derio, en Vizcaya, Arkaitz Aguirregabiria escapó por los pelos de los policías de la Sdat(2) y del Raid(3), en Carnac el pasado mes de octubre. Una bonita operación ya que permitió la detención del número uno del aparato político, Aitor Elizarán, y de su compañera, Oihana San Vicente. Registrando su casa alquilada bretona, los investigadores descubrieron que Aguirregabiria pasaba una temporada por ahí.
Más interesante, el fugitivo sería “instructor” de fabricación y manejo de artefactos explosivos. Interrogado el 13 de febrero por la Guardia Civil, un miembro del comando itinerante declaró haber recibido un entrenamiento militar en Francia dirigido por Aguirregabiria. Por lo tanto, el hombre tiene responsabilidades en el aparato militar. “Inquietante, aunque ha sido él quien llevó el grupo a Dammarie, ya que esto puede significar la decisión de golpear un nuevo objetivo más rápido que lo previsto”, añade un policía.
Madrid lo asegura: el jefe militar de la organización, Ibon Gogeascoechea Arronategui, de 54 años, detenido el 28 de febrero con otros dos presuntos miembros de ETA en Cahan, en la Baja Normandía, se preparaba para volver a España para un atentado. No se excluiría por lo tanto que el tiroteo tuviera como objetivo “cubrir la huida de miembro(s) operativo(s) considerado(s) indispensable(s) en el aparato de un futuro atentado”. Pero un policía de otro servicio realiza un análisis más prosaico: “Este tiroteo significa la radicalización de un movimiento desesperado, que cansado de renovar sus cuadros”. Joseba Fernández Aspur, el presunto miembro de ETA detenido en Villiers-en-Bière, pertenece al movimiento juvenil pro-ETA Segi. Aparece en la lista (difundida la víspera del ataque de Dammarie-les-Lys en los medios españoles) de 14 miembros de Segi buscados por “actos de violencia urbana”. Esto se llama “kale borroka” (lucha callejera).
El objetivo de Segi, de ideología al mismo tiempo ultranacionalista y marxista-leninista, es aumentar el nacionalismo vasco en la juventud. A comienzos de los 2000, la juez antiterrorista Laurence Le Vert ya advertía a la policía francesa. Desde 2004, con las oleadas de sucesivas detenciones, ETA se ha visto obligada a reclutar a más jóvenes, menos experimentados: el 80% de los miembros activos de la organización vienen de Segi. Hace unos años, las tropas enviadas a la “guerra” no tenían más que hombres o mujeres de unos treinta años. “Son chavales de 20 años los que han tomado el relevo, radicales excitados, sin verdadera cultura política y bastante menos astutos que sus mayores” comenta un experto. “Aficionados” resume un policía del Suroeste. “El pasado 10 de octubre, cuenta, la Policía Judicial de Bayona recibe una llamada urgente desde Oloron-Sainte-Marie: los bomberos tienen un crío con una herida de bala en la mano y que dice ser miembro de ETA. ¡Este idiota no únicamente se había perdido, sino que además se había herido él solo y había pedido ayuda en una granja. Por la mañana había preguntado el camino hacia España a un setero! Inimaginable para un etarra de la vieja escuela”.
“Los etarras se ven obligados a ir cada vez más al norte”
Para un funcionario de la DRI (4), otra historia ilustra en Auvergne, este “amateurismo” de los jóvenes. El 9 de enero, dos presuntos terroristas, un hombre y una mujer, son preguntados a la salida de la localidad de Chadrat. Se dirigían a un escondite, en este caso, a un bidón de plástico enterrado a 500 metros ¡de la residencia del ministro del Interior, Brice Hortefeux! “No lo sabían” ironiza el policía. Estas anécdotas son reveladoras del actual funcionamiento caótico de la organización.
Siempre así de decidida, ETA busca reorganizarse en territorio francés desde que ha comprendido que ya no podía replegarse con seguridad en el suroeste donde se concentraban los “zulos”, los famosos escondites de la organización. Desde el descubrimiento en 2004 de trece escondites principales, se limita a diseminar estos zulos en función de sus correrías. De simples papeleras de plástico a bidones de 100 litros. En agosto, después de una operación impactante, cayeron 13, desperdigados en Hérault, Tarn, Aveyron y Aude. Captura total: 800 kilos de explosivos, 244 detonadores, 120 placas de matrícula y 18 pistolas.
“Es la paradoja de la eficacia de los servicios de lucha contra el terrorismo vasco de estos últimos años. Los etarras se ven obligados a ir cada vez más al norte para escapar de la presión policial”, constata un investigador. El atraco de Seine-et-Marne no significa necesariamente que los miembros del comando vivieran en los alrededores. “Los etarras devoran un número impresionante de kilómetros, por la mañana en Lozère, por la noche en la región parisina, a la mañana en Savoie…”, concluye un hombre que les sigue desde hace veinte años. “Pero están debilitados y cometen demasiados errores. El asesinato del compañero es, desgraciadamente, la última prueba”.
CUATRO DIRECCIONES
Desde hace cincuenta años, la organización terrorista vasca ETA está estructurada siguiendo un modelo muy jerarquizado y cerrado.
El Comité Ejecutivo: en la cumbre de la organización, este superdespacho político establece las directrices de Euskadi Ta Askatasuna. El número de miembros varía entre cinco y diez. Las tres principales ramas de la organización, llamadas “aparatos” son dirigidas por los miembros del comité ejecutivo.
El aparato militar: destinado a la gestión de los activistas, es el responsable de la logística operacional de los atentados, de la extorsión y de la formación de los etarras llamados a integrar comandos. Estos últimos, constituidos por un máximo de cinco personas, actúan a menudo en grupos de tres. Pueden ser itinerantes o estar ligados a una zona geográfica de intervención.
El aparato logístico: encargado del sostenimiento del aparato militar, responsable de los escondites, debe poner a disposición de la organización todos los medios para operar. Esta subdividido en “departamentos” gestionados por ingenieros o especialistas de la organización: papeles falsos, paso de fronteras, compra de material.
El aparato político: encargado de la propaganda y del reclutamiento de jóvenes, está en manos de los puros y duros. Supervisa las relaciones con los partidos de la izquierda radical parlamentaria y, en el campo internacional, controla la recogida y difusión de informaciones y lleva a cabo la caza de los chivatos.
(1) Hexágono (Hexagone, en el texto original): denominación popular de Francia comparable a la de Piel de Toro para referirse a España.
(2) Sdat: Subdirección Antiterrorista.
(3) Raid: Unidad de Investigación, asistencia, intervención y disuasión de la Policía Nacional francesa.
(4) DRI: Direction du Renseignement Intérieur, Dirección de Información Interior.
Delphine Byrka, PARIS MATCH, 27/3/2010