Carlos Herrera-ABC
- Se presentan ante un país alarmado, sin ninguna certidumbre. Solo con una retahíla de declaraciones cada vez más absurdas
En tiempos de naderías insustanciales, de vacíos insoportables y de boberías solemnes, la fraseología inoportuna se hace especialmente lacerante. Todo responsable político, de aquí o de allá, de hoy o de ayer, devana sus sesos buscando la frase feliz, la síntesis de todas las ansias, el placebo social, la chispa que provoca el incendio, yo que sé. Cada líder ha dejado una o varias. Recuerden Churchill, Kennedy, De Gaulle, no hace falta citar más. Ustedes saben, a buen seguro, alguna de las perlas que cada uno de los anteriores dejó para la Historia. Hogaño, tiempos de liderazgos dudosos, líquidos o, incluso, evanescentes, asistimos a poco más que ocurrencias que algún publicista poco serio (los serios trabajan en la publicidad de verdad) le hace decir a su líder en momentos, se supone, de máxima audiencia.
Solo que a veces el representado no sigue los consejos. No quiero ni pensar que alguien le recomendara a Salvador Illa decirle a sus sucesora en el momento solemne de traspasarle la cartera de Ministra de Sanidad: «Vas a disfrutar mucho». Seguramente se le ocurrió a él, le vino de repente y quería decir eso pero de otra forma. O no, y uno de los sopotocientos cargos de confianza que pagamos usted y yo tuvo el día creativo. ¿«Vas a disfrutar mucho» el día en que han muerto quinientas personas por la pandemia es lo mas acertado a decir? Miquel Iceta, al menos, se llevaba la frase escrita de casa: «Una España fuerte en su unidad y orgullosa de su diversidad». Cosa que dicha por alguien del que no se guarde un armario de declaraciones, globo sondas y propuestas en sentido no siempre coincidente, suena bien, cualquiera lo compra. Pero lo dice el sexador de naciones de España, el que vería con buenos ojos un referéndum de autodeterminación, indultos a los golpistas o, cuando le da por la otra vertiente, un federalismo guay y, por supuesto, siempre asimétrico.
El miércoles, el presidente de este gobierno que escribe grandes páginas para la detrito y que difícilmente podrá ser recordado como algo mas que un borrón, en otro de esos actos encapsulados, huecos y fatuos a los que se dedica, no tuvo mejor ocurrencia que garantizar que «2021 será el año de la gran recuperación gracias a las vacunas». ¡Y lo dice el mismo día en que nos quedamos sin vacunas! ¿No había nadie alrededor con bolígrafo rojo para tacharle alguna frase o para sugerirle alguna otra referencia?
Están fuera de la realidad, en suma. Se presentan ante un país alarmado, empobrecido y exhausto sin ninguna certidumbre que ofrecer. Solo con una retahíla de declaraciones huecas y cada vez más absurdas, frases de progre bobalicón y nulo liderazgo. ¿Dónde está el tipo que sabe transmitir a la sociedad lo que ésta necesita escuchar para levantarse, orientarse y avanzar? ¿Quién es?: ¿el engolado embustero?, ¿el cantamañanas del moño? ¿Dónde el que diga la verdad? ¿Dónde el que se eche el país al hombro?
Bah! Oportunistas de cuarta, fraseo de desecho.