ABC 03/11/15
· Rajoy se reúne hoy con Duran Lleida y Herzog, y mañana con los agentes sociales
En el Palacio de la Moncloa se van retratando todos los líderes políticos, en un momento crucial para España. Incluso los que se han negado a reunirse con el presidente del Gobierno, como el PNV, para exponer su posición sobre lo que significa el cumplimiento de la ley o la defensa de la unidad de España han quedado bien retratados. Ayer fue otro día completo: pasaron por la sale Tapies de Moncloa el candidato de IU, Alberto Garzón, y los presidentes autonómicos de Madrid, la Comunidad Valenciana y Cantabria. Rajoy escuchó a todos y se encontró con el muro de IU, el apoyo cerrado de Cristina Cifuentes a toda su estrategia, y el acuerdo de Ximo Puig y Miguel Ángel Revilla en lo que significa el respeto a la ley, pero con diálogo.
Esta fase de contactos seguirá hoy en La Moncloa, con el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, y el de UPyD, Andrés Herzog, y mañana, miércoles, con la patronal y los sindicatos, por la tarde. Quien ha rechazado la invitación que le hizo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para exponer su posición al Gobierno ha sido el presidente del PNV, Andoni Ortuzar: «Que no cuenten con nosotros para decir que los catalanes y los vascos no pueden decidir su futuro».
Ayer, Garzón llegó a La Moncloa en taxi a las diez de la mañana. Sin camisa, pero con americana, entró por primera vez en la sede del Gobierno de la Nación, con un discurso sobrecargado de referencias a las «clases populares» de Cataluña y de España y la lucha entre «ricos y pobres».
«Todo diferencias»
Su reunión con Rajoy duró algo más de una hora. «Solo hemos coincidido en que hoy llovía», afirmó después un ufano Garzón. «Todo lo demás han sido diferencias, con honestidad», corroboró. «Todo lo demás» significa que IU no está de acuerdo ni en lo que supone el cumplimiento de la ley. Cuando se le pregunta por esa cuestión tan básica, Garzón asegura que su coalición «cree en la ley, pero la ley tiene que estar sometida a la democracia». Y en eso, añade, sus discrepancias con el PP son «enormes». Luego Garzón propone un referéndum, solo para catalanes, sobre el futuro de Cataluña, y por tanto de España, y obvia que esa consulta es ilegal, como ya dijo el Tribunal Constitucional. Y también defiende una mesa de diálogo de todos, incluidos los antisistema que piden desobedecer a los tribunales «españoles», como la CUP. Por último, equipara el intento de secesión del partido de Artur Mas con la defensa de la ley que hacer el Gobierno de la Nación. La tensión «es un puro teatro», dice.
A las 13 horas llegó la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, que también estuvo algo más de una hora con Rajoy. Las entrevistas con presidentes autonómicos forman parte de la ronda que abrió Rajoy en septiembre con todos ellos después de las elecciones de mayo. Cifuentes expresó el «abierto apoyo de la Comunidad de Madrid a la defensa de la unidad de España, la legalidad, la Constitución y el Estado de Derecho». La presidenta comparte «totalmente» la estrategia «acertada e inclusiva» de Rajoy.
En la reunión, Cifuentes vio a Rajoy «ocupado, no preocupado, muy concienciado y trabajando tranquilo, con la ley en la mano. Es la tranquilidad que da saber que la ley te respalda». Respecto a una eventual aplica-