Hacienda investiga la cuenta de la familia Mas en Suiza

La Fiscalía ya acreditó que Mas y sus hermanos eran beneficiarios de dos depósitos, de 2,3 millones entre Suiza y Liechtenstein, cuando muriera su padre, fallecimiento que se produjo en marzo pasado. El propio presidente de la Generalitat admitió ayer esta regularización pero eludió hablar del origen del dinero.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas quiso ayer pronunciarse tras leer las informaciones desveladas por EL MUNDO durante los últimos días.

En torno a la existencia de cuentas en el extranjero vinculadas a los líderes de Convergència i Unió, revelada por la Policía Judicial en uno de sus informes internos, Cristóbal Montoro señaló: «En relación con las informaciones que están apareciendo en estos últimos días, relativas a dirigentes de la Comunidad Autónoma de Cataluña, la obligación de la Agencia Tributaria, cuando hay indicios de cuentas en otros países y paraísos fiscales que no se han declarado a la Hacienda Pública, es investigar».

Pero fue todavía más allá y añadió que su obligación es «proceder a esa investigación porque es ilícito». «La prioridad es luchar contra el fraude fiscal», apostilló.

No en vano, la Agencia Tributaria, según aseguran a este periódico fuentes próximas al denominado caso Palau, viene no sólo rastreando estos depósitos durante los últimos meses sino realizando aportaciones relevantes al sumario. Y no sólo para cuantificar el fraude cometido sino para determinar con exactitud el origen del dinero y si los fondos controlados por las familias de los líderes nacionalistas proceden, como apunta la propia Policía, del cobro de comisiones.

El propio Mas admitió ayer en declaraciones a la cadena Ser que «en un momento determinado» su padre «hizo una regularización fiscal y pagó los impuestos que no había pagado». Y en este mismo sentido, la Fiscalía ya pudo documentar en función de la información proporcionada por el fisco todos los detalles de los depósitos de la familia Mas en el extranjero y el fraude fiscal cometido con ellos.

La Agencia Tributaria confeccionó un informe en el que analizaba la situación fiscal del padre del presidente de la Generalitat, Arturo Mas Barnet, fallecido el pasado mes de marzo y recalcaba, de un parte, que «figura en el año 2002 como titular de fondos ocultos en Liechtenstein por importe que se señala como inferior a 500.000 euros». Pero hacía, además, una «mención especial» referida a la «posibilidad de que existan más activos bancarios» en dicho país.

«Las autoridades británicas», proseguía el documento del fisco, «al efectuar la suma de los 84 depósitos de los que han informado, han considerado como importe de este depósito el de 500.000 euros».

La Agencia Tributaria imputaba a Mas Barnet «el 100% de la titularidad de los fondos» y revelaba una información añadida: «Se considera a los cuatro hijos que aparecen en el depósito como meros beneficiarios ante una posible sucesión». Y hacía constar también que «dicho depósito aparece también asociado al cónyuge».

Abundando en la «pieza separada de Arturo Mas Barnet», los inspectores continuaban explicando la regularización efectuada por el padre del presidente de la Generalitat. «En fecha 3 de marzo de 2008, Mas Barnet ha presentado declaraciones complementarias por el IRPF y el Impuesto sobre el Patrimonio de los ejercicios 2003 a 2006». Dándose la circunstancia de que en estas declaraciones figuraban más cuentas bancarias en el exterior. «En la declaración complementaria presentada por el Impuesto sobre el Patrimonio del ejercicio 2003 ha hecho constar que tiene un depósito en la entidad UBS por importe de 1.722.936,87 euros, lo que no hizo constar en la declaración que efectuó en plazo», enfatizaba el fisco.

La complementaria

Añadía la Agencia Tributaria que «de las declaraciones del IRPF del ejercicio 2003 (en plazo y complementaria) no se deduce que Mas Barnet hubiera realizado operaciones que justifiquen que el importe del citado depósito (1.722.936,87 euros) se hubiera adquirido en el ejercicio 2003, limitándose la declaración complementaria a incorporar exclusivamente los rendimientos derivados de la transmisión, amortización o reembolso de otros activos financieros por importe de 110.454,16 euros, pero no la adquisición del propio depósito».

Por lo tanto, y tras realizar estas consideraciones técnicas, Hacienda concluía su informe estimando que «ese depósito de 1.722.936,87 euros preexistía al 31 de diciembre de 2002, imputándoselo como ganancia patrimonial no justificada del ejercicio 2002 conforme al artículo 37 de la Ley 40/98 de 9 de diciembre de IRPF».

Un extremo que derivó en que se «generara una cuota defraudada por el IRPF del ejercicio 2002 de 823.262,82 euros».

EL MUNDO 20/11/12