Hollande anuncia una «respuesta implacable» contra la yihad

ABC – 15/11/15

· Como en Siria o Irak Por vez primera en Francia los terroristas se han hecho estallar con cinturones explosivos.

· El presidente francés responsabiliza de los atentados a los radicales de Estado Islámico y promete que habrá nuevos «bombardeos selectivos».

Francia ha entrado en guerra contra el terrorismo islámico, desplegando con la mayor resolución todas sus armas institucionales y militares, sin descartar nuevos bombardeos selectivos contra blancos de los yihadistas de Estado Islámico (EI). François Hollande se presentó ayer como Jefe de Estado al frente de las instituciones y de los ejércitos, para tranquilizar a la nación a través de un mensaje solemne retransmitido en directo por todas las cadenas de radio y televisión.

En el terreno institucional, el presidente de la República ha convocado para mañana una reunión urgente del Congreso de la nación a las 16.00 horas de la tarde. El Congreso francés reúne en una sola asamblea a los 577 diputados, representantes de la Asamblea Nacional, y los 348 senadores. El Congreso solo se convoca por motivos excepcionales, como la reforma de la Constitución. Al congregar de manera excepcional a los miembros de las dos asambleas parlamentarias, el Senado y la Asamblea Nacional, Hollande espera enviar un mensaje de unión política nacional.

Asegurada la unión política contra la barbarie terrorista, el presidente baraja de entrada las distintas respuestas policiales y militares. En su alocución solemne de ayer, denunció la «barbarie absoluta» de un «acto de guerra» perpetrado por un «ejército terrorista». Contra los crímenes del yihadismo, Hollande promete una «respuesta implacable», dentro y fuera de Francia. Francia está oficialmente en guerra contra el yihadismo terrorista. No se trata de combatir grupúsculos ni organizaciones criminales.

Francia reconoce que debe enfrentarse a un auténtico ejército, que cuenta con serias complicidades dentro de la nación, en la selva de los suburbios convertidos en un frente interior de una guerra internacionalizada con peligrosas derivas integristas y religiosas. La promesa empleada por Hollande de respuesta «implacable» es una fórmula retórica que los especialistas escuchan con mucha reserva, cuando los analistas políticos la interpretan como el anuncio de nuevos bombardeos selectivos contra posiciones de Ejército Islámico en Siria e Irak.

Las operaciones volverán

El arma aérea gala ha intentado ejecutar a varios terroristas islamistas de nacionalidad francesa. No existe ningún balance oficial de esas operaciones, que se reanudarán próximamente. Los especialistas de los servicios de información militar han comenzado a estudiar nuevos objetivos. Los expertos temen, sin embargo, que Francia no tenga los recursos necesarios para consumar esa «respuesta implacable» fuera de su territorio nacional, al tiempo que recuerdan que los bombardeos rusos y norteamericanos no están teniendo resultados «definitivos» para contener a Estado Islámico, en Siria.

Pero es en el frente interior en el que Francia tendrá que concentrar todos sus esfuerzos. Los atentados de la noche del viernes causaron la muerte de al menos 129 personas e hirieron a 352, de los que al menos 99 se encuentran en estado de gravedad. Entre las víctimas hay un muerto español, Juan Alberto González Garrido (de 29 años) y un herido leve.

Los atentados fueron perpetrados por siete terroristas divididos en tres equipos de ataque, que sembraron el terror en acciones simultáneas. Todos los especialistas han subrayado un inquietante dato. Por vez primera en la historia reciente del terrorismo en Francia, dos de los atentados de la noche del viernes fueron obra de suicidas que acudieron pertrechados con cinturones explosivos, según el modelo de los más mortíferos ataques llevados a cabo en Irak o Siria.

Durante su ataque, los terroristas, al grito de «Alá es grande», espetaron que su acción era para «vengar» los bombardeos llevados a cabo por los aliados en Siria e Irak. Que traerían la guerra a territorio europeo.

Ya no son lobos solitarios

François Heisbourg, uno de los mejores especialistas europeos en cuestiones de seguridad, ha puesto el dedo en la llaga: «La logística de los atentados es mucho más compleja de lo conocido hasta ahora. Y ha requerido un apoyo logístico relativamente sofisticado y complejo». Dicho de otro modo: los terroristas que sembraron el terror la noche del viernes cuentan con bases y apoyos de cierta envergadura. No se trata ya de «lobos solitarios». El ejército terrorista denunciado por Hollande tiene en Francia un número desconocido de «unidades» prestas a actuar en inquietantes condiciones.

Históricamente, los grandes atentados de Madrid, Londres y París fueron ataques terroristas tradicionales. Espantosos, pero con tácticas tradicionales. Los tiroteos y explosiones de la noche del viernes en París abren una nueva e inquietante forma de guerra urbana en Europa. Los kamikazes que se inmolaron en las inmediaciones del estadio de fútbol introdujeron en Europa las tácticas usadas tradicionalmente en Bagdad, en Beirut y también en Siria.

En el frente interior, el Gobierno francés continúa una llamativa escalada policial, con muchos frentes «locales». Antes de los atentados del viernes, el Ministerio del Interior había anunciado la suspensión de los acuerdos de Schengen de libre circulación en Europa, con motivo de la próxima cumbre mundial sobre el cambio de clima para finales de este mes. Estaba previsto un cierre parcial de fronteras, reforzando los controles.

Tras las matanzas, el primer plan preventivo será reforzado militarmente, en toda Francia, claro está, pero muy particularmente en París, que debe recibir a un centenar de jefes de Estado y Gobierno, dentro de dos semanas en la cumbre sobre el cambio del clima.

A juicio del presidente Hollande, los «actos de guerra cometidos en nuestro territorio» requieren medidas de seguridad excepcionales. Pero varios especialistas denuncian una tragedia en curso: los últimos atentados del viernes 13 también han puesto de manifiesto grandes lagunas en los servicios de inteligencia y seguridad. Francia está en pie de guerra desde las matanzas de «Charlie Hebdo», a principios de año. Con todos los servicios de seguridad en estado de alerta permanente desde entonces, Estado Islámico y sus cómplices han sido capaces de montar un espectacular operativo criminal, trabajando en la oscuridad más impenetrable, sin ser detectados durante muchos meses.

Entre enero y julio pasados, el Gobierno francés desplegó a más de 11.000 soldados, en París y toda Francia, para ejercer tareas de disuasión y prevención. El plan de seguridad excepcional, previsto para la gran cumbre ecológica, tiene planeado desplegar a un total de 30.000 policías, gendarmes y soldados. Se trata de cifras que solo dan una idea parcial de la movilización total del Estado, en una guerra irregular de nuevo cuño.

ABC – 15/11/15