Cristian Campos-El Español

Iglesias se juega el todo por el todo y convierte la batalla por la Comunidad de Madrid en su segundo intento de asalto al trono del PSOE en la izquierda española.

1.La ironía es deliciosa. El mismo Pablo Iglesias que el 15 de enero sostenía que «estar en el Gobierno no implica estar en el poder» ha decidido que el poder está, por lo visto, en la Comunidad de Madrid.

2. Si Iglesias fracasa en su nueva apuesta (y se está jugando a Podemos con ella), sólo le quedará ya la alcaldía de Galapagar. Es probable que, desde ella, Iglesias goce de más poder real del que ha gozado durante el último año.

3. A lo largo de los últimos 15 meses, la rutina de Iglesias ha sido siempre la misma. Su agenda aparecía prácticamente vacía el lunes. Vacía el martes. Casi vacía el miércoles. Vacía el jueves. Y vacía el viernes.

4. Los fines de semana, Iglesias descansaba de sus entrevistas en La Sexta y veía series de Netflix que le nutrían de nuevas ideas con las que acaparar titulares.

5. El problema de Iglesias es que la vida real no es una serie de televisión con dragones que escupen fuego y presidentes de los Estados Unidos que asesinan a sus contrincantes. Lo comprobará en breve. Quizá no más tarde del 5 de mayo.

6. Existía una segunda rutina. Iglesias o alguno de los ministros de Podemos hacía alguna declaración frentista prometiendo el fin de la reforma laboral, o el control de los alquileres, o la libre autodeterminación de género, o el fin del fascismo.

7. A continuación, el PSOE le daba la razón a Podemos públicamente para, de inmediato, aguar o finiquitar la iniciativa morada en privado.

8. Podemos, un partido de activistas y amateurs de la revolución adolescente, se siente tan fuera de su zona de confort en la sala de máquinas del Estado, ahí donde reinan los abogados del Estado y los escribas del BOE, como un pulpo en un garaje.

9. Aburrido de una vicepresidencia sin contenido real, y asimilado ya que a Pedro Sánchez sólo le interesan de Podemos los 35 votos de sus diputados en el Congreso, Iglesias ha decidido probar nuevas emociones en la Comunidad de Madrid.

10. No es Iglesias hombre de fidelidades de largo alcance, desde luego. Las de medio alcance le hastían. Las de corto le empalagan.

11. Iglesias se ha ido del Gobierno dejándolo todo atado y bien atado, como aquel otro prohombre del pueblo.

12. Iglesias ha puesto a Pedro Sánchez entre la espada y la pared al «sugerirle» los nombres de su sucesora en la vicepresidencia (Yolanda Díaz) y de la nueva ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 (Ione Belarra).

13. Iglesias ha vuelto a hacer aquello que ya hizo tras su visita al rey el 22 de enero de 2016: revelar públicamente que apoyaría la investidura de Pedro Sánchez… a cambio de los ministerios de Economía, Interior, Sanidad, Defensa y Exteriores.

14. Ese día, Iglesias reventó cualquier posibilidad que pudiera existir de un Gobierno de coalición de PSOE y Podemos.

15. Es probable que Iglesias haya conseguido hoy algo muy similar: darle el tiro de gracia al gobierno de coalición actualmente existente.

16. Porque lo cierto es que no ha sentado bien en la Moncloa que Iglesias haya dejado sin margen de acción a Pedro Sánchez. Que le haya privado de una de las principales prerrogativas de un presidente. Controlar los tiempos.

17. La candidatura de Pablo Iglesias es una declaración de guerra civil en el seno de la izquierda madrileña que pronto se trasladará al escenario nacional.

18. Iglesias ha volado por los aires la campaña de Ángel Gabilondo, ha arrasado la de Más Madrid (un socio mucho más leal al PSOE que el propio Podemos) y ha potenciado la de Isabel Díaz Ayuso.

19. El votante de centro madrileño tiene ahora una oportunidad de oro para maximizar el valor de su voto hasta cotas estratosféricas.

20. Porque un voto a Ayuso servirá el próximo 4 de mayo para dañar, a distintos niveles, a Pablo Iglesias, a Íñigo Errejón, a Isa Serra, a Mónica García, a Podemos, a Pedro Sánchez y al propio gobierno de coalición.

21. Más aún. Si Isabel Díaz Ayuso consigue la mayoría absoluta, los votos al PP habrán servido para castrar muy seriamente las posibilidades que pueda tener Vox de darle el sorpaso a los populares a nivel nacional.

22. Otra víctima colateral de Iglesias: Ciudadanos. Con la candidatura de Iglesias desaparece cualquier incentivo que los votantes de centro puedan tener para votar a los naranjas.

23. ¿Quién se arriesgará a tirar su voto a la papelera de Ciudadanos sabiendo que la alternativa a Ayuso es Iglesias? No Ángel Gabilondo ni Rocío Monasterio. Pablo Iglesias.

24. Iglesias, como un rey sol de la izquierda, y sin consultar o informar antes a Pedro Sánchez, ha decidido el destino de Más País, del PSOE de Madrid, del Gobierno de coalición y de los ministerios de Podemos.

25. Iglesias no ha movido pieza en el tablero de ajedrez de la política española. Le ha dado una patada a ese tablero y ha repartido cartas. Ya no se juega a lo que quiere Sánchez. Ahora se juega a lo que quiere Iglesias. O eso cree él.

26. Pueden dar por seguro que el PSOE no se quedará quieto. Se avecinan movimientos de calado.

27. Una evidencia. Si Sánchez convocara elecciones generales anticipadas ahora, Podemos debería presentarse a ellas con un candidato (una candidata, más bien) de segundo nivel.

28. Otra evidencia. Yolanda Díaz es una candidata carismática entre la extrema izquierda. Pero ni siquiera ella logrará sostener a un Podemos sin Iglesias.

29. Dicho de otra manera. Sánchez tiene en su mano barrer a Podemos del escenario de la izquierda. Pero Iglesias, parece ser, no cree capaz a Sánchez de romper el Gobierno y convocar elecciones ahora. Quizá tiene razón.

30. Pero debería andarse con cuidado Iglesias. También Inés Arrimadas creyó que Ayuso no se atrevería a convocar elecciones anticipadas. Y Sánchez y Ayuso se parecen mucho más de lo que sus respectivos acólitos querrían reconocer.

31. ¿Quieren un primer avance de lo que será la segura venganza socialista? Ayer, Sánchez alabó la gestión de las residencias de Pablo Iglesias. Esas residencias donde han muerto 30.000 ancianos ante la mirada indiferente del líder de Podemos, más preocupado por sus juegos de tronos que por los españoles.

32. Y quien quiera entender, que entienda.

33. Iglesias se ha jugado Podemos a una sola carta. Porque si el 4 de mayo Ayuso consigue mayoría absoluta, y el resultado del líder morado no mejora muy sensiblemente el que podría haber conseguido Mónica García, arderá Troya en la izquierda.

34. Iglesias se ha jugado Podemos al sorpaso del PSOE en la Comunidad de Madrid. Es un error muy parecido al que cometió Albert Rivera cuando rechazó una vicepresidencia con Sánchez a cambio de un hipotético sorpaso al PP. Como explica hoy el editorial de EL ESPAÑOL, Iglesias está masticando más de lo que puede tragar.

35. Con Iglesias entre los candidatos a la presidencia de Madrid, el lema de Ayuso «socialismo o libertad» adquiere un nuevo significado. Ahora, el eslogan no es ya una hipérbole. Es inquietantemente real.