Independentistas catalanes admiten que una Monarquía débil facilitaría sus objetivos

ABC 17/07/15

· El PP acusa a Mas de actuar como un «caballo de Troya» con los radicales, y Ciudadanos advierte de que buscan el fin de la Corona para destruir el Estado

· Enric Milló (PP) «Supone una seria amenaza a la estabilidad, y la ciudadanía debe ser consciente de ello»
· Carlos Carrizosa (C’s) «Hay que ser realistas; quienes quieren acabar con el Rey lo que quieren es acabar con el Estado»
· Catalunya Acció «No debe resultar tan extraña una cierta alianza entre independentistas e izquierdistas españoles»

Desde la página 1 El análisis sobre la estrategia común entre los independentistas catalanes y la extrema izquierda para acabar con el régimen surgido en 1978 tras la muerte de Franco, que hacen fuentes policiales y de la Seguridad del Estado y que fue detallado ayer por ABC, provocó todo tipo de reacciones políticas. ERC, por ejemplo, negó cualquier verosimilitud al diagnóstico; sin embargo, un colectivo soberanista tan significativo como Catalunya Acció, que organizó y financió la gran pitada contra Felipe VI en el Camp Nou, admitió que una Monarquía débil facilitaría sus objetivos independentistas, coincidiendo, por tanto, con las fuentes policiales consultadas por este periódico. El PP, por su parte, insistió en la coincidencia en el objetivo de la ruptura con el actual sistema político de esos dos sectores políticos, y Ciudadanos aseguró que los que quieren acabar con la Corona es porque buscan acabar con el Estado.

Los análisis policiales consultados por ABC concluyen que en los próximos meses asistiremos a un aumento de la presión para desestabilizar el sistema: en concreto, el día siguiente a las elecciones ( jaquealRey#28-S) y el 22 de octubre, con la convocatoria de una huelga general.

En el PP se leyó con alarma la información destapada por ABC, que según el portavoz popular en el Parlamento catalán, Enric Millo, confirma la «confluencia de intereses» entre el independentismo catalán y la extrema izquierda en el conjunto de España. «Es obvio que unos y otros quieren acabar con el marco de convivencia del que nos dotamos en España en 1978. Hay cosas que unos y otros no pueden compartir en lo ideológico, pero sí que comparten una misma necesidad, la ruptura», según el portavoz popular, que coincide por tanto con las fuentes de la Seguridad del Estado citadas ayer por ABC.

En este contexto, Millo considera que esta circunstancia no puede tomarse a la ligera en tanto que supone «una seria amenaza a la estabilidad, y la ciudadanía debe ser consciente de ello. Sería irresponsable minusvalurar el peligro». De manera particular, el dirigente popular alude a la situación en Cataluña, donde el proceso soberanista y la estrategia de Artur Mas están funcionando, en su opinión, como un «caballo de Troya», «abriendo la puerta a ciertos colectivos que de otro modo estarían en una posición testimonial, como es el caso de la CUP, uno de los aliados de la estrategia independentista».

Ajuste de cuentas
Para el portavoz parlamentario de Ciudadanos (C’s) en el Parlamento catalán, Carlos Carrizosa, es muy reveladora la alianza entre la izquierda radical en España y el independentismo, más en un momento de «turbulencias en que el que todo el mundo aprovecha o intenta para ajustar cuentas». De manera particular, lamenta el intento por desgastar y acabar con la figura del Rey Felipe VI, alguien que a su criterio «está bien valorado y está haciendo muy bien su trabajo». «Desde C’s consideramos que Felipe VI es parte de la solución a los problemas que pueda tener España, en ningún caso de los problemas», subraya el parlamentario, que demanda en cualquier caso superar cierta visión «ingenua»: «Hay que ser realista, quienes dicen que quieren acabar con el Rey en realidad lo que quieren es acabar con el Estado».

Pese a todo, Carrizosa defiende que se puede replantear todo en el Estado, «siempre y cuando, evidentemente, se

haga a través de los cauces legales de los que nos hemos dotado todos los españoles». «Es legítimo querer reformar el Estado, pero hay un procedimiento. Por encima de eso no podemos pasar», apunta; la «radicalidad no es una excusa para superar a la mayoría».

Por proximidad, alude Carrizosa al caso del independentismo catalán, que pretende sacar adelante un plan de secesión con el 51% de los votos o de los escaños, «cuando para iniciar la reforma del Estatuto se requieren dos tercios de la cámara». «Es una estafa democrática», apunta.

Por su parte, desde Catalunya Acció se considera que «evidentemente el independentismo catalán es consciente que la debilidad de la Monarquía borbónica facilita nuestro objetivo, porque no olvidamos que la Corona es el máximo símbolo de la llamada «unidad de España». Como tampoco olvidamos que, históricamente, cuando ha caído la Monarquía borbónica (y ha sido varias veces) es cuando Cataluña ha estado más cerca de su independencia. Por tanto, dentro de la estrategia independentista son habituales las acciones para crear inestabilidad en la institución.

Alianza lógica
Para esta organización, «no debe resultar extraña una cierta alianza entre sectores izquierdistas republicanos españoles y sectores izquierdistas independentistas. Aunque, de todas formas, una tercera república española es difícil que se materialice porque el republicanismo español no es transversal».

El líder de ERC, Oriol Junqueras, asegura que no tiene objetivo alguno de «derrocar» a Felipe VI, porque está «absolutamente de acuerdo» con que sea Rey de España si es lo que quieren los españoles, pero subrayó que él lo que desea es una república para Cataluña. En cualquier caso, no negó sus contactos con Amaiur, ERC, la CUP e Iniciativa Per Catalunya, en los que se constató, según las fuentes policiales consultadas por ABC, que «tras las últimas elecciones el movimiento popular había adquirido mucha importancia, particularmente en la Comunidad catalana».

El líder de IU Alberto Garzón ironizó en una entrevista en La Sexta al asegurar que es la propia Monarquía la que parece haber «urdido un plan» contra sí misma, y se refirió a los casos que han afectado a la Familia Real como factores que contribuyen más al «hundimiento» de la Corona.