- Irene Montero dice que su casoplón sale de una herencia y de que tiene pareja
Irene Montero es la reencarnación de la chica del diecisiete de la plazuela del Tribulete, ya saben, la misma sobre que la gente se pregunta de dónde saca ‘p’a tanto’ como destaca. O eso parece, porque cuando una señora le ha esperado como ha podido comprarse el chalet de Galapagar Sur Mer, la susodicha ministra se ha cabreado y ha rugido que el casoplón piscinero y floripóndico lo ha pagado con la herencia que le dejó su padre al ser hija única, porque tiene pareja y porque le ha dado la gana. Y, con cara de mala leche, le ha dado la espalda dejándola con la palabra en la boca. La pobre señora argumentaba que su esposo trabajaba desde los catorce años y que nunca han tener una vivienda siquiera aproximada a la de Montero. Al ver que la musa del feminismo de copa vaginal y el uso del nosotres pasaba olímpicamente de ella, la ha llamado caradura.
Es peor, querida señora. Montero es una mentirosa. Y lo demuestro, aunque no es preciso mucho empeño para tal cosa. De entrada, dice que cobró una herencia de su señor padre, que en paz descanse. Amos a ver, ¿pero no habían dicho estos comunistas que lo de las herencias era una injusticia, que hay que penalizarlas – como hacen allí donde pueden – fiscalmente al máximo e incluso se habla de una herencia otorga por el estado en forma de una cantidad a quienes no la tengan? ¿No son las herencias el paradigma del capitalismo nepotista y consolidador de sagas tiránicas que perpetúan el sistema de clases? Y conste que esto lo he escuchado yo mismo en labios de una dirigente podemita que, por cierto, tenía SICAVS y también gozaba de herencias y propiedades diversas.
¿No son las herencias el paradigma del capitalismo nepotista y consolidador de sagas tiránicas que perpetúan el sistema de clases?
Digo más. ¿No es machismo de manual decir que si vives de lujo es porque tienes pareja? ¿No es eso equivalente a decir que mi marío me tiene como a una reina?¿No es consagrar el viejo axioma de que la pareja, la familia, la estructura social que los podemitas pretenden cargarse, es la que facilita un mejor nivel de vida sumando el esfuerzo laboral de todos sus integrantes cosa que, por cierto, ya sabían nuestras abuelas y madres sin necesidad de chocho charlas, empoderamientos ful y Satisfyer?
Dicho esto lo cierto es que el chalé costó un riñón y parte del otro. Vale que hubo un préstamo de la Caja de Ingenieros, creo recordar, pero el precio que pagaron en 2018 fue el de 600.000 euracos. Son 268 m2. edificados en una parcela de 2.000. Tres dormitorios, dos baños, chimenea, jardín con huerta, chamizo para invitados, piscina, y, ¡oh!, un rinconcito Zen para meditar. Sumen a esto otra propiedad sita en Ávila, en el municipio de Casavieja, una finca rústica.
Lo cierto es que el chalé costó un riñón y parte del otro. Vale que hubo un préstamo de la Caja de Ingenieros, creo recordar, pero el precio que pagaron en 2018 fue el de 600.000 euracos.
Ahora se dice que la Montero ha comprado un ático en Madrid en la madrileña calle Clara del Rey, en el barrio de Prosperidad – mira qué cosa – por valor de casi un millón de leuros tras venderse lo de Galapagar. Y todo por tener pareja y haber cobrado una herencia. Esta señora es un modelo de ahorro doméstico, caramba. Si hubiera hecho el Servicio Social, en la materia llamada justamente así, ahorro doméstico, le hubiesen dado matrícula. Y hecho Jefa de Centuria, por lo menos. Ah, no, imposible, porque ella es comuniste y no cree en el fascio rampante, en el capitalismo tiránico, en los bancos, la propiedad privada, los empresarios y las tres vías del misticismo.
Pero, siguiendo con el cuplé que inmortalizaron Lilian de Celis y nuestra añoradísima Lina Morgan, “La que quiera coger peces que se acuerde del refrán”. Otra versión, más chabacana, reza “La que quiera coger peces que se moje el tralará”. Es cuestión de gustos.