Entrevista a JOAN MESQUIDA / Exdirector general de la Policía Nacional y la Guardia Civil, ABC 26/01/14
· Joan Mesquida Exdirector general de la Policía Nacional y la Guardia Civil Político que no renuncia a nada, se rebela contra la consulta y receta al PSOE su libro sobre «Socialismo XXI»
· «Apelar a que yo pago más y por eso tengo más derechos es como querer ir al hospital y pretender no hacer cola porque pagas más IRPF». La consulta es un «despropósito».
¿Qué pasaría si el PSOE tratara de desandar aquella bifurcación en la que por apenas nueve votos decidió confiar su destino a José Luis Rodríguez Zapatero y no a José Bono? Si quisieran tratar de rectificar, ¿podría ser Joan Mesquida el hombre? El que fue director general de la Policía Nacional y de la Guardia Civil publica en Deusto un libro sobre socialismo e izquierda en el siglo XXI que le devuelve a la palestra, quizás incluso a las primarias. Quien tuvo, retuvo, y además tiene claro que no hay que fiarse de ETA
—Usted no tiene nada claro que no volvamos a ver un atentado de ETA…
—Yo me alegro de la situación de debilidad que sin duda padece ETA. Y esta situación de debilidad no es porque ETA haya querido, sino porque ha habido eficacia policial, muy buena cooperación internacional con Francia, ha habido firmeza judicial, y cuando ha estado en vigor la ley de Partidos y ha sido efectiva, ha sido también un factor que ha contribuido. Pero a ETA nunca hay que interpretarla con sentido común. Ahora desde el sentido común podría pensarse que estamos en la fase terminal de ETA. Pero sigue habiendo en ETA personas que son incompatibles con la democracia. Personas que tienen la raíz de la violencia muy interiorizada.
—¿Son irrecuperables?
—Hay gente que es absolutamente irrecuperable. No sé cuántas personas pueden ser, pero sé que cuando salgan de la cárcel van a decir yo no he estado quince años en la cárcel para…
—…¿poner una panadería?
—Poner una panadería, sí. Por tanto, creo que haría mal el gobierno confiándose en que estamos en el final de ETA mientras no se disuelva y no entregue las armas y explosivos.
—¿Entonces qué hay que hacer?
—Hay que continuar en la misma vía, la de la eficacia policial, la firmeza judicial, la colaboración con Francia…
—…Pero no negociar nada…
—Yo creo que lo que dijeron algunos presidentes del gobierno, como José María Aznar cuando dijo, sabré ser generoso si ETA deja las armas…
—…Aznar también dijo que los asesinos se pudrirían en la cárcel.
—…Sí, pero son tantas las ganas que hay en la sociedad de no volver a vivir lo vivido con ETA, con más de mil asesinatos, que en cualquier momento, si se produjera una disolución de la banda y una entrega de las armas, cualquier gobernante podría entrar a analizar determinados aspectos.
—Pero eso no va a ocurrir.
—Yo creo que no. Yo creo que lo que ETA realmente está haciendo es un proceso de acumulación de fuerzas, como ellos lo llaman. Acumulación ideológica, penetración en la sociedad a través de las instituciones, generar recursos económicos y bueno, después se buscará la excusa de que el Estado español no ha dado ningún paso en favor de la normalización del conflicto político, como ellos lo llaman, sigue deteniendo, sigue con su política opresora, etcétera, por tanto, no nos queda otro remedio que retomar la lucha armada. Eso van a decir.
—¿Qué me dice del caso Faisán?
—Cuando se produjeron los hechos yo estaba tomando posesión como director general de la Guardia Civil. El tema se ha investigado judicialmente con normalidad. Pensar que desde instancias políticas puede haber habido una instrucción para que una determinada acción policial de lucha contra el terrorismo fracasara con ánimo de preservar el proceso político, a mí no me cuadra. Porque yo recibí instrucciones del ministro del Interior de, independientemente de que ETA estuviera en tregua, pisara más que nunca el acelerador de la eficacia policial.
—Pero este es el país del caso GAL, donde sí asistimos a cierta contaminación entre lo político y lo policial. ¿No puede ser otro GAL al revés?
—Cuando entré en el ministerio del Interior tuve muy claro, primero, que había que tener siempre en la cabeza la peor hipótesis. Para ser eficaz contra ETA, piensa lo peor y acertarás. Segundo, no hagas nada que no puedas explicar. Esta leyenda urbana de las cloacas del ministerio del Interior… en absoluto. Yo no tomé ninguna decisión.
—Leyendo su libro, ¿podemos concluir que para un socialista es una pena que Zapatero derrotara a Bono en aquel congreso del PSOE?
—Es muy difícil analizar qué habría pasado sin esos 8 ó 9 votos por los que Zapatero derrotó a Bono. Las ideas son importantes pero también lo son las personas. Zapatero tuvo la desgracia de tener que lidiar con la peor crisis económica desde la Guerra Civil.
—Pues el libro de usted le pega un buen repaso. Y además, dolorido.
—Sí, a ver, yo creo que a veces se hizo lo posible, y otras veces no se tomaron unas decisiones que habrían podido determinar un resultado distinto. Recuerdo haber escuchado a un ministro socialista que no había que avanzar en la dación en pago porque supondría no sé cuántos miles de millones de pérdidas a los bancos.
—Zapatero ganó a Bono por la mínima y con el apoyo del PSC… de Maragall. ¿Qué opina usted de la que está cayendo en el socialismo catalán?
—Artur Mas está llevando la situación política a un cierto callejón sin salida. Creo que la consulta es un despropósito. Una parte no puede decidir por el todo. Si se hiciera así este tema podría no tener fin, podría salir otra comunidad autónoma pidiendo lo mismo, o incluso partes del territorio de una comunidad autónoma. ¿Qué pasa si los vecinos de Pedralbes, en Barcelona, piden independizarse porque pagan más impuestos que los del barrio de la Mina? Apelar a que yo pago más y por eso me tocan más derechos es como querer ir al hospital con la declaración de la renta en la mano y pretender no hacer cola porque tú tributas más.
Entrevista a JOAN MESQUIDA / Exdirector general de la Policía Nacional y la Guardia Civil, ABC 26/01/14