Onán Elorza debió de pensar ayer después de oír a Guillermo Díaz en el Congreso que la ocasión la pintan calva, dicho sea sin ánimo de señalar y montó un número descacharrante después de que el diputado de Ciudadanos dijera: «En la nueva historia que traen ustedes aquí ETA no existió y Franco murió ayer. Hace un par de meses, aquí mismo, una diputada socialista proclamó orgullosa que su hija no sabía qué era ETA” ″¿Cómo le explica a su hija que no están Fernando Múgica o Ernest Lluch? ¿O son parte del borrado también? Van a borrar a ETA de la memoria porque así pueden pactar con Otegi tranquilamente»,

Odón-Onán se incendió: «¡ETA desapareció, ETA no está aquí, aquí no hay terroristas! ¡Ya está bien! ¡Aquí lo que hay son franquistas!»,  » Se ha hablado de Fernando Múgica, amigo y compañero íntimo a quien acompañé en sus últimos momentos de vida en la acera de la calle San Martín. Aún tenía pulso y le acompañé al hospital». Con Lluch estuvo unas horas antes de su asesinato en el garaje donde lo acribillaron Krutxaga y García Jodrá.

Él debía de creer que el turno de Guillermo Díaz estaba acabado, pero se equivocaba. El diputado de Ciudadanos le dijo «¿Qué tal, Elorza? Antes me ha hecho trampa. No sabía que iba a volver a subir a la tribuna. Mala suerte».

«Usted ha mencionado a Fernando Múgica, vamos a ver qué ha dicho su hijo», y Díaz leyó la carta de nuestro querido José Mª Múgica pidiendo la baja al ver la foto de la cena navideña entre Idoia Mendia y Otegi: «¿Va a recriminar al hijo de Múgica esto?», remataba el diputado natranja. «¿Sabe por qué me grita, señor Elorza? Para acallar su conciencia».

No es la primera vez que llama franquista a alguien. En julio de 1988 se lo llamó a Gregorio Ordóñez, concejal del PP que tres años después le apoyaría para ser alcalde y que siete años más tarde, siendo su teniente de alcalde, fue asesinado por ETA en el bar La Cepa.

Viendo el video de Onán cabe preguntarse cómo es posible que este tipo fuera alcalde de San Sebastián durante 20 años.

Pedro Sánchez tiene un ojo clínico impresionante: “Magdalena Andersson  será la primera mujer  en presidir el Gobierno de Suecia. ¡Enhorabuena! Este es el camino para alcanzar la plena igualdad”. Bueno, no del todo. Andersson duró siete horas en el cargo, justo el tiempo para que Sanchez escribiese un tuit.

Iván Espinosa de los Monteros daba cuenta de que Unidas Podemos pide sancionar a Macarena Olona. ¿Y por qué, si puede saberse? Pues por u n tuit en el que daba noticia de la constitución en el Congreso de la ponencia para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana. En la foto se veía una mesa con seis ponentes, identificado cada uno por las siglas a las que servía escritas con rotuladores de distintos colores, de izquierda a derecha: PCE, Podemos, ERC, PSOE, PNV y Bildu y un rótulo aclaratorio: “Ponentes Ley de Seguridad Ciudadana. ¿Qué puede salir mal?”. Francisco morán pedía aclaraciones. “Lo que yo no me explico es cómo Torrente no forma parte de esa comisión”. La cosa no terminaba aquí. Nacho Escolar escribía en su cuenta tuitera: “Unidas Podemos pide sancionar a Macarena Olona por publicar una foto mofándose de otros diputados., a lo que Macarena respondía: “No es una foto, es kétchup” en referencia al tuit de Echeminga Dominga, que viene de Francia a la agresión que sufrió la diputada de VOX Rocío de Meer, que recibió un impacto en la ceja izquierda y el tipejo Echeminga dijo que no era sangre, sino ketchup.

Berna González Harbour que es, creo que todavía es, subdirectora del diario de PRISA, escribía ayer una columna que hace podio en la armonía entre la estupidez y la vileza y la consagra como laica patrona de la nueva ley de seguridad ciudadana. Habla de Issa Munkaila, nuestro George Floyd,  que atacó a un policía cuchillo en mano y fue abatido por este y sus compañeros. Atacó “presuntamente”, escribe Berna. Lo policía no lo ha explicado, ni ha mostrado fotos del cuchillo, no se han dado datos, ni sobre el número de disparos ni las partes del cuerpo en que impactaron. En cambio bien que informaron sobre el rescate de varios camellos escapados de un circo. Lean, en fin, que no tiene desperdicio, Así está el tema.