EL MUNDO – 16/12/15
· Los ‘populares’ llaman «chulo de barrio» a Pedro Sánchez y éste considera que ha movilizado a sus basesRajoy buscará un pacto con otro partido para toda la legislatura.
El cañón de luz de la campaña volvió a alumbrar al bipartidismo. Un día sólo para PP y PSOE sin C’s y Podemos restándoles protagonismo. Los partidos de siempre otra vez como narradores únicos de la política española. Solos para recrear juntos la monumental bronca que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez mantuvieron en su cara a cara. Los dos partidos prolongaron ayer el fuego cruzado. El candidato socialista no se retracta de nada, considera que su actuación del lunes por la noche ha movilizado a sus bases y presume de haberle dicho a Rajoy «lo que piensan millones de españoles». El PP cree que Sánchez ha convertido al presidente en una «víctima». Horas después del debate, el barro seguía salpicando a la campaña y los populares llamaban «chulo de barrio» al líder del PSOE.
La digestión del debate consumió ayer toda la energía del PP. El enfrentamiento entre Rajoy y Sánchez era el momento culminante de los últimos días y los populares decidieron exprimirlo. «Lo del insulto nos da cuerda», aseguraron fuentes del partido, que sostienen que Sánchez «metió la pata».
Distintos cargos del PP insistieron en una idea: la «mala educación» exhibida por el candidato socialista le inhabilita para ser presidente. «No tiene ni talento ni talante», dijo en Bilbao Borja Sémper, cabeza de lista por Guipúzcoa. La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, le llamó «faltón». La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que hizo un «ejercicio de macarrismo a la desesperada». El secretario de Estado de Relaciones en las Cortes, José Luis Ayllón, que es un «chulo de barrio». En este lodazal se mantuvo ayer la campaña.
Los apelativos daban fe de que el PP estaba dispuesto a estirar el debate, pero también ponían de manifiesto el profundo enfado en la cúpula y el enojo personal de Mariano Rajoy.
El presidente del Gobierno comentó en una conversación informal con periodistas en Santander su discusión con Sánchez porque, según Rajoy, «debate como tal no hubo demasiado». «Llevo 30 años en política y nunca he visto un ataque así», señaló. «Una cosa es la crítica política y otra una agresión de este tipo. Yo no tengo por qué aguantarlo. Ni yo ni nadie», manifestó sobre la frase que le dedicó el candidato socialista: «Usted no es decente». Él, explicó ayer, le llamó «ruin» y «mezquino» porque le salió del «alma».
Aunque Rajoy no quiso valorar quién ganó o perdió el cara a cara, por sus palabras puede deducirse que a Sánchez su actitud podría pasarle factura. «Los debates no suelen cambiar mucho las cosas salvo que se produzcan hechos extraordinarios». Y para el candidato popular, que ayer se subió por primera vez al bus de la caravana de los periodistas, el del lunes lo fue. Nada que ver con los debates que antes había mantenido con Alfredo Pérez Rubalcaba o con José Luis Zapatero: «No hay color. Había un respeto».
Desde el PP se muestran «relativamente satisfechos» con el resultado. Creen que el debate contribuye a fidelizar su voto porque se puede ver a Rajoy como una «víctima». Esperaban la agresividad de Sánchez pero «no tanto» y están molestos por el papel de moderador ejercido por Manuel Campo Vidal porque «no supo controlar» al candidato socialista.
En el PSOE, el debate del lunes supuso en cambio una inyección de optimismo. Sánchez recogió el guante que le venían lanzando decenas de militantes en los mítines desde hace días –«¡dale caña a Rajoy!»–. Y la caña fue celebrada como un triunfo por los simpatizantes del PSOE, necesitados de alegrías.
Casi todas las fuentes socialistas consultadas aseguraron que Sánchez ganó de calle el cara a cara, incluido el partido en Andalucía, otras veces crítico con el secretario general. Las mismas fuentes añadieron que este encuentro ha servido para movilizar a sus bases en casi todos los territorios. Así se pudo comprobar anoche en el abarrotado mitin de Badajoz, donde más de 4.000 personas rompieron en aplausos y aclamaciones cuando el líder socialista llegó al acto (tarde, porque venía del funeral de Estado por los dos policías asesinados en Kabul).
El entorno más próximo a Sánchez presumió de que es «la primera vez en democracia» que el líder de la oposición «gana al presidente del Gobierno los dos debates más importantes de la legislatura». Y «la primera vez que lo hace a la primera». Ganó el Debate sobre el estado de la Nación (según todas las encuestas) y el debate del lunes (según ellos).
Sánchez aseguró en Radio Nacional que lo que dijo a Rajoy es «lo que millones de españoles piensan; y lo piensan con razón». El entorno del secretario general añadió en cualquier caso que Sánchez sólo afirmó que Rajoy «no es decente». «No le llamó corrupto ni sinvergüenza», añadieron las mismas fuentes, que recordaron que Rajoy profirió cuatro insultos: «Ruin», «mezquino», «miserable» y «deleznable».
En el mitin de Badajoz, Felipe González se mofó de que los dirigentes del PP «tienen la piel muy sensible». Y aseguró que él ha tenido que escuchar cosas mucho peores en los años que lleva en política. Sánchez, por su parte, descalificó a Pablo Iglesias porque «se rasgue las vestiduras» por sus palabras. Y recordó que «aplaudió a Colau cuando llamó criminales a los socialistas».
La propia Susana Díaz bromeó con el debate asegurando en un mitin que el domingo los españoles le van a decir a Rajoy «la frase que tanto le gusta: ‘Hasta aquí hemos llegado’». Su portavoz, Miguel Ángel Vázquez, aseguró que Sánchez ganó el cara a cara y desmontó muchas de «las mentiras» del presidente.
EL MUNDO – 16/12/15