EL MUNDO – 04/01/16
«Mantenemos todo lo defendido hasta ahora y estamos pendientes de lo que pase». Con esta frase reaccionaban ayer en medios del Gobierno nada más hacerse público el resultado de la votación de la CUP, contrario a aupar a Mas al frente de la Generalitat. Para el Ejecutivo, la no investidura del aspirante catalán implica, de un lado, ganar un tiempo precioso ante el proceso independentista, a la espera de que en Madrid se constituya un Gobierno firme que plante cara a la deriva de la secesión. Pero, de otro, mantiene abiertas las dudas respecto a los movimientos que se sucedan en la política nacional, fundamentalmente en relación con el PSOE, para conformar o no un frente claro en defensa de los principios fundamentales de la Carta Magna.
Rajoy tiene previsto mantener nuevos contactos con los líderes del PSOE y Ciudadanos, ahora con los acontecimientos en Cataluña sobre la mesa. De esas conversaciones dependerá la posibilidad de plantear la formación de un frente que plante cara al bloque independentista, mediante la inclusión en los respectivos programas de un punto común en el que nítidamente se apueste por la unidad y la soberanía nacional, sin cerrar la puerta a una reforma consensuada de la Constitución.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, destacó ayer en declaraciones a este periódico la «coherencia» de la CUP al mantener su compromiso electoral, pero lamentó que haya estado más de tres meses «deshojando la margarita». Levy considera la hipotética nueva convocatoria electoral, la cuarta en cinco años, un «mal menor que supone una nueva oportunidad» para su formación: «Xavier García Albiol se presentará de nuevo como una alternativa al independentismo y a una posible alianza PSOE-Podemos. Al igual que en clave nacional, en Cataluña se ha demostrado que ir de la mano del radicalismo significa inestabilidad», añadió, según informa Hugo Alguacil Pérez. Ante la posibilidad de que los partidos soberanistas vuelvan a concurrir a los comicios con listas unitarias, la dirigente popular descartó que las formaciones constitucionalistas vayan a hacer lo propio.
El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, se limitó ayer a trasladar al secretario general del PSC, Miquel Iceta, «todo su apoyo» en caso de que se celebren nuevas elecciones autonómicas. Lo hizo en una conversación telefónica, según fuentes socialistas citadas por Efe. Por su parte, la portavoz del PSC, Esther Niubó, aseguró que el no de la CUP a Mas es el «fracaso político» del proyecto soberanista.
Por su parte, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, aseguró ayer, tras la negativa de la CUP a investir a Artur Mas presidente de la Generalitat, que se debe superar el debate soberanista que divide a Cataluña: «Saldremos de esta todos juntos». «Ya hemos perdido suficiente tiempo, dinero y oportunidades en Cataluña con este debate que nos divide», apuntó a través de las redes sociales.
EL MUNDO – 04/01/16