La Fiscalía no tuvo comunicación «oficial» de la llegada del etarra Elizarán a España

ABC 07/12/15

· Francia desvía la responsabilidad hacia Javier Zaragoza, a quien se le envió un correo

«La Fiscalía española estaba avisada de la excarcelación de Elizarán y de su expulsión de Francia». Así de rotundo se expresó ayer desde París el magistrado de enlace entre ambos países, Javier Gómez Bermúdez, en declaraciones a Efe. Según esta versión, la juez francesa de enlace en Madrid informó un día antes al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, de la llegada del cabecilla. Lo hizo a través de un correo electrónico. Pero el caso cierto es que a fecha de ayer el máximo dirigente de ETA entre 2008 y 2009, procesado por delitos contra la humanidad, sigue en libertad.

Aitor Elizarán fue excarcelado el pasado viernes, a última hora de la tarde aterrizó en el aeropuerto de Barajas y de allí se trasladó a San Sebastián, donde festejó con los suyos su recuperada libertad. Según la versión procedente del vecino país, el día anterior la juez francesa envió un correo electrónico a Javier Zaragoza. Sin embargo, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, los fiscales no recibieron ninguna comunicación «oficial» de la llegada del dirigente etarra. De ello se desprende que en Zaragoza se interrumpió la cadena.

Otras medios cuestionan el procedimiento. «Sin duda, la cooperación antiterrorista entre España y Francia es impecable, nadie la discute. Pero, en casos como este, quizá no sea el mejor procedimiento el envío de un simple correo, y a una sola persona. Sería aconsejable otro medio en el que haya acuse de recibo para confirmar que la otra parte lo ha recibido y se da por enterada».

Responsabilidad por mando
Como se ha venido informando, el pasado 27 de octubre el juez Juan Pablo González dictó auto de procesamiento por crímenes contra la humanidad contra cinco dirigentes de ETA, entre ellos Aitor Elizarán. Este terrorista estuvo al frente de la banda entre 2008 y 2009, según acreditan informes de la Guardia Civil y de la Policía. Una banda que durante medio siglo ha perpetrado atentados, pero también ha llevado a cabo una persecución sistemática y desplazamientos forzosos de amplios sectores de la población.

En 2009, Elizarán participó en la orden dada para que un «comando» acabara con la vida de dos guardias civiles en Palma Nova (Mallorca). Son dos de los más de trescientos asesinatos aún sin esclarecer. La declaración del cabecilla sería, además, clave para identificar a los autores materiales.

Tras tener conocimiento de que Elizarán sería puesto en libertad antes del 15 de diciembre, Dignidad y Justicia solicitó, con carácter de urgencia, su detención e ingreso en prisión provisional, en un escrito registrado el 3 de diciembre. Un día después confirmó en el propio juzgado la petición. Se argumentaba riesgo de fuga, ya que que ETA mantiene una estructura con capacidad para acoger huidos y trasladarlos a países como Venezuela y Cuba. La orden no había sido cursada cuando Elizarán pisó territorio nacional.

Hay precedentes de etarras que pasaron a la clandestinidad aprovechando errores judiciales, malentendidos o falta de coordinación entre organismos. El último caso, hasta ahora, ha sido el de Alberto Plazaola, a quien la Audiencia, por un fallo, le puso en libertad. Cuando el Tribunal Supremo le desautorizó y ordenó su reingreso en prisión, ya había huido. Fue detenido después en Francia. Mientras, el juez encargado del caso ha decretado secretas las actuaciones en torno a Aitor Elizarán.