¿Dónde van a estar mejor?

Ahora que incluso constitucionalistas impecables comprenden el fracaso y la derrota de los golpistas catalanes, se entiende mejor la tirria que aquella tropa tiene a la Guardia Civil. Preparen ustedes un golpe de Estado con toda suerte de cautelas, trampas y coartadas para no conseguir sus objetivos, salvo que estos, por muy mediatos que fueran, consistiesen en proclamar la República catalana durante ocho segundos. No sé, es poco tiempo para que un régimen dé frutos. Ocho segundos fue la duración del minuto de silencio que el Athletic pidió en San Mamés antes del partido contra el Valladolid en señal de duelo por el asesinato de Isaías Carrasco. Era la primera vez que se observaba silencio por una víctima de ETA y se conoce que les fallaba el control de los tiempos.

Entiéndanme, yo también creo que el golpismo catalán fracasó el 1 de octubre de 2017, pero me parece un prodigio de la hermenéutica creer que la carta de Oriol Junqueras viene a ser un canto del cisne del líder; ni siquiera el cantar la gallina, que le iría mejor como metáfora a este portentoso cruce de Shreck y Alain Delon. Y ahora, cuando iban a hacer suyo el grito de guerra de Jordi Cuixart, ‘Ho tornarem a fer’ va la Guardia Civil y aborta el desenlace mediante un ‘spoiler’.

No hay página del Código Penal que estos tipos no se hayan pasado por la entrepierna, desde que CiU nombró para el CGPJ a Luis Pascual Estevill, condenado después por el Supremo a nueve años por cohecho, prevaricación y detención ilegal.

Recordarán probablemente que el entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, fue subvencionado durante los años clave del proceso (2015-2017) por el director general de la Fundación La Caixa, Jaume Giró, que financió con 250.000 euros al ente de la Fundación Universidad Pompeu Fabra a cuyo frente se había puesto a Jordi Sànchez. Es comprensible que éste haya correspondido a su benfactor promoviéndolo a consejero de Economía de la Generalidad. De bien nacidos es ser agradecidos.

Luego está la tradicional torpeza con que se ha movido España en los ambientes internacionales para defender sus intereses frente a los golpistas, terroristas y otras especies asimiladas. El Consejo de Europa ha aprobado un informe que ya en el título anuncia un enfoque curioso de los hechos de 2017: “¿Deben los políticos ser procesados por declaraciones realizadas en el ejercicio de su mandato?” Tal vez Boriss Cilevics, diputado socialista y letón habría estado más fino sustituyendo ‘declaraciones’ por ‘acciones’ y la respuesta sería: “Sí, si esas acciones constituyeran una violación del Código Penal”. El letón no parece tener más formación jurídica que las ministras de Podemos, por poner un ejemplo de fácil comprensión, pero además, sus fuentes de inspiración han sido los propios golpistas en sus cárceles, a los que visitó sin haber leído la sentencia. También se entrevistó con la criatura que Zapatero puso en el Tribunal de Estrasburgo para anular los efectos de la doctrina Parot e indultar a los terroristas decretando una tarifa plana para el crimen.

El 12 de octubre de 2017 viajé a Madrid para agradecer personalmente al Rey su discurso del día 3. Mañana habrá que volver para hacerse una foto en la plaza de Colón. A ver si arreglan esto pronto, que la defensa del Estado de derecho se me está poniendo por un pico.