La izquierda abertzale cree que el pueblo vasco sólo tiene futuro con un Estado propio

EL CORREO 01/04/13

· Miles de militantes soberanistas reivindican en Pamplona la independencia para superar la crisis.

Cada paso de los miles de seguidores de la izquierda abertzale que marcharon a mediodía de ayer por las calles de Pamplona refrendó su convencimiento de que la solución está en la independencia. Un Estado propio posibilitará la existencia de un «futuro» para Euskal Herria, permitirá afrontar el combate contra la crisis, profundizar en la democracia, poner fin al llamado conflicto político, afrontar los problemas diarios como el paro, los desahucios, la explotación, la desigualdad, la injusticia… La secesión es la única salida real y una alternativa de futuro viable, según reivindicaron quienes poco después de las 12.15 horas marcharon desde la zona de los cines Golem de la capital navarra tras una gran ikurriña y la pancarta con el lema ‘Independentzia’. La movilización estaba convocada por la red Independentistak y apoyada por la coalición EH Bildu y el nuevo partido Sortu.

La independencia era el lema elegido para celebrar el Aberri Eguna (Día de la patria vasca). En las declaraciones previas al arranque de la manifestación Pernando Barrena, portavoz de la izquierda abertzale, quiso dejar claro que «en un contexto político muy especial, con un proceso de paz y normalización política en marcha», la independencia supone «mucho más que una reivindicación». Constituye «una necesidad para afrontar la situación de emergencia social, política, económica y democrática que vive este país». En su opinión, «solamente desde la soberanía política» se podrá «hacer frente en un futuro a los grandes retos».

Pero para ello, según destacó el secretario general de EA, Peio Urizar, es preciso «el trabajo en común de todos los abertzales, más allá de partidismos». «Euskal Herria tiene que hacer el camino conjuntamente», también con Navarra, subrayó. Las proclamas independentistas fueron completadas por el parlamentario navarro y alcalde de Berriozar por Aralar, Xabi Lasa, quien defendió que «para conseguir el Estado de Euskal Herria se precisa una nueva perspectiva de izquierdas en este mundo que está cambiando tanto y en el que el capitalismo se está hundiendo».

Junto a ellos caminaron otros políticos como el exlehendakari Carlos Garaikoetxea; el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano; y representantes de Sortu como Rufi Etxeberria o Txelui Moreno; los diputados de Amaiur Xabier Mikel Errekondo, Rafa Larreina y Sabino Cuadra; y otros destacados políticos como José Mari Gorroño, Rebeka Ubera y Maiorga Ramírez, Asun Fernández de Garaialde o Asier Vega, además de la secretaria general del sindicato abertzale LAB, Ainhoa Etxaide. No tomaron parte en la movilización ni el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ni la portavoz de EH Bildu en el Parlamento vasco, Laura Mintegi.

En medio de un fuerte dispositivo policial y gritos a favor de la independencia y de los presos de ETA, y tras sortear pancartas de dura crítica al Gobierno foral encabezado por Yolanda Barcina, la marcha desembocó plagada de ikurriñas, banderas navarras, senyeras y enseñas gallegas en un acto político celebrado en el paseo de Sarasate, donde se extendió a los presentes el dogma de que «la independencia de Euskal Herria es la base para solucionar los problemas diarios y hacer frente a la crisis». Allí el protagonismo fue cedido a la red Independentistak.

Sin alusión a ETA

«Una vez más han querido oscurecer nuestro día de Euskalherria» dijo la portavoz Garbiñe Bueno en un velado homenaje al fallecido dirigente de ETA Javier López Peña, alias ‘Thierry’, al que las calles de Pamplona ya habían recordado horas antes mediante carteles que denunciaban su ‘asesinato’ y responsabilizaban de su muerte a los gobiernos español y francés. También Pernando Barrena se acordó de su desaparición y la catalogó de «un ejemplo más de cómo Madrid y París posponen ‘sine die’ la «resolución del conflicto», para después reclamar la excarcelación de presos condenados por «motivación política».

Fueron las únicas breves alusiones a ETA. Era el día para reivindicar la patria vasca. Los promotores de la marcha advirtieron que nada podrá detener «al pueblo de Euskal Herria en el camino hacia nuestras libertades». Bueno, que ironizó con el olor del «azufre» que dijo percibir en los aledaños del paseo de Sarasate –donde se levantaba la sede del Gobierno de Navarra–, dijo que ya era el momento de soltarse de «los gobiernos de Madrid y París» que obligan a soportar «una casta política servil, inepta y corrupta».

«Somos independentistas porque somos realistas, somos independentistas porque sabemos que es muchísimo más viable construir una democracia avanzada y con un alto grado de justicia social en un Estado vasco que dentro de España y Francia», indicó antes de gritar a los presentes que «la independencia es ya mucho más que un anhelo de gente abertzale, es un proyecto social con una base muy plural del pueblo y para el pueblo, abierto a todas aquellas personas que quieran tener un lugar digno, libre y en paz en esta parte del mundo», finalizó su intervención. Con un «no hay futuro para el pueblo vasco en España», puso la clausura Mikel Muñoa.

EL CORREO 01/04/13