La ‘Kale borroka? firma su mayor ataque desde el cese de ETA

La kale borroka retoma su protagonismo en el País Vasco con el mayor acto de violencia callejera provocado por el entorno radical desde el anuncio del cese de la actividad armada de ETA. Quemada la banda terrorista, sus presos vuelven a llevar a las calles unas imágenes de fuego y destrozos que el fin de la actividad terrorista no ha conseguido apagar.

Un grupo de desconocidos quemó en la madrugada de ayer en Derio (Vizcaya) ocho autobuses de la empresa pública Bizkaibus para reclamar beneficios para los presos etarras. El sabotaje tenía la firma del entorno radical, que arrojó pasquines que exigían la puesta en libertad de Ibón Iparraguirre, el preso enfermo de sida a quien la Audiencia Nacional acaba de negarle la excarcelación al sostener que puede seguir el tratamiento médico en la cárcel.

Los hechos, que suscitaron el «rechazo» de la izquierda abertzale, sucedieron sobre la 1.00, cuando varios desconocidos quemaron ocho autobuses que estaban estacionados en las cocheras de la empresa Acha, concesionaria de Bizkaibus, en el polígono industrial de Ugaldeguren, en Derio, próximo a Bilbao. La espectacularidad de las llamas obligó a los bomberos a trabajar durante cuatro horas para sofocar el fuego.

En la zona, la Ertzaintza encontró una garrafa de gasolina y restos de un petardo usado para provocar la quema de los autobuses, lo que ha causado un perjuicio económico de dos millones de euros, según la valoración de la Diputación de Vizcaya.

Un grupo del entorno radical que rechaza el fin de la violencia viene reeditando esporádicamente acciones de violencia callejera. Hace ahora un año, la empresa pública de transportes vizcaína fue objeto de un ataque en Zorroza que causó la quema de tres autobuses. Cerca del aparcamiento aparecieron pasquines con el lema Gudari Eguna, borroka da bidea (Día del gudari, la lucha es el único camino).

Apenas unos meses antes, en agosto, un sabotaje similar provocó la quema de cinco autobuses de la empresa de transportes Lujua en Loiu, en el que era hasta la fecha el mayor acto de kale borroka perpetrado por los radicales desde el fin de la actividad de ETA. Los hechos fueron reivindicados por sus autores en un correo electrónico anónimo remitido a EiTB en el que exigían la excarcelación de los reclusos enfermos y amenazaban con más acciones, ya que, según alertaban, no iban a quedarse «mirando al cielo» mientras se «castiga» a los reclusos.

El acto violento de ayer provocó en Sortu la misma valoración. Como ya hiciera entonces, repitió su «rechazo» a este ataque, ya que «se enmarca fuera de la estrategia de la izquierda abertzale y sólo beneficia a aquellos que pretenden perpetuar el conflicto, es decir, a aquellos que vulneran a diario los derechos de los presos». Partidos y las víctimas de ETA exigieron a los colectivos del entorno de los presos una condena que ayer no llegó.

EL MUNDO – 02/11/15