Las guarderías municipales de Pamplona imponen el euskera

EL MUNDO – 23/02/16

· Bildu, Podemos y Geroa Bai obligan a los niños a cambiar de centro si eligen el castellano.

· Sí o sí. El paso hacia la euskaldunización en Navarra es cada vez más acelerado. Sin disimulo. Los pasos más contundentes empiezan a darse en la capital, en Pamplona.

El Ayuntamiento, que gobierna Bildu con el respaldo de Podemos y el apéndice del PNV Geroa Bai, impuso ayer un incremento de la oferta de plazas municipales de guardería en euskera que conlleva que dos escuelas infantiles que hasta ahora ofrecían las clases en castellano pasen a darlas en la lengua vasca. Los padres de ese centro que deseen que sus hijos se sigan educando el próximo curso en español tendrán que solicitar el cambio de guardería hasta este próximo viernes.

Lo que hace el nuevo Consistorio de la capital de Navarra es, por tanto, sustituir las plazas de guardería (para niños de cero a tres años) que existen en castellano por otras en euskera, en lugar de simplemente incrementar la oferta en lengua vasca.

Hasta ahora había en Pamplona seis escuelas en castellano, cuatro bilingües en inglés y español y dos en euskera, en una situación ajustada a la demanda. Con el cambio que propugnan Bildu, Podemos y Geroa Bai, habrá cuatro de cada uno de los sistemas educativos, y el 35,97% de las plazas serán en vasco, algo que la oposición que encabeza UPN considera totalmente fuera de la realidad y de las exigencias educativas de los padres.

Las escuelas a las que se impone que pasen a impartir la educación en euskera son Donibane y Fuerte El Príncipe, ambas situadas en barrios de la capital pamplonica en los que la demanda de la lengua vasca apenas alcanza el 5%, según los estudios oficiales. La primera no tiene ninguna plaza libre y su lista de espera se extiende a 39 niños; en la segunda, completa como la anterior, llega a 26.

El Ayuntamiento que preside el abertzale Joseba Asiron emitió ayer un comunicado en el que dice que «analizará minuciosamente cada caso con el compromiso de reubicar a todas las familias de forma preferente en los centros que elijan», de tal manera que no se garantiza, por tanto, a los padres que vayan a encontrar plaza en la lengua que soliciten. Esta circunstancia ha provocado desolación entre las familias, porque además se añade al profundo enfado que ha provocado que conociesen los planes del equipo de gobierno no directamente, sino a través de la prensa.

En la dinámica educativa del Consistorio hay que añadir que ha paralizado el programa de aprendizaje de inglés y, además, ha impulsado una oferta de empleo público en educación en un 75% en euskera.

Asimismo, obligará a hacer un cambio de sedes entre guarderías para favorecer el euskera, de tal manera que se pierden 40 plazas de inglés.

La escuela Hello Rochapea, que tendrá que trasladarse para instalar en el edificio que ocupa en la actualidad (uno de los más modernos) otra en euskera, hasta ahora también funcionaba con gran aceptación y está completa, con siete familias en espera.

Representantes de los padres de las escuelas infantiles de Pamplona afectadas por el cambio del modelo lingüístico y los trabajadores de las mismas acudirán al Parlamento de Navarra para informar sobre su situación y valorar la decisión del Ayuntamiento, según informa Europa Press.

La Mesa y Junta de Portavoces de la Cámara admitieron ayer las solicitudes de sesión de trabajo presentadas por UPN para que una representación de los padres y otra de las educadoras expongan su situación.

El portavoz regionalista, Javier Esparza, defendió que «hay que escuchar a las familias y a los profesionales» de las escuelas infantiles de Pamplona que han visto modificado su modelo lingüístico a euskera, una decisión que, en su opinión, «no tiene ningún sentido».

Criticó, además, que se trata de una «imposición», una medida que «no es pactada ni acordada», y cuestionó también la «poca sensibilidad» del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pamplona. «Es un sinsentido. Es una decisión que no suma, al contrario, rompe y genera confrontación de manera injustificada», concluyó.

EL MUNDO – 23/02/16