Las víctimas de ETA acusan a la Audiencia Nacional de reactivar la «vía Nanclares»

ABC 21/08/13

· El exetarra Valentín Lasarte ultimaba ayer los trámites para gozar de 6 días de vacaciones en el norte de Navarra.

· Comprobaciones Lasarte se ha visto forzado a comprobar que en el cuartel de Elizondo no hay guardias civiles víctimas.

Víctimas del terrorismo y agentes de las Fuerzas de Seguridad asisten con preocupación al nuevo rumbo tomado por la Audiencia Nacional para reactivar la «vía Nanclares» que puso en marcha el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, con el aval del PNV, a fin de expender beneficios penitenciarios a bajo coste entre los presos etarras que formalizaran su distanciamiento de la banda, aunque no colaboraran con la Justicia. No se apaga, en este sentido, la indignación que ha suscitado el segundo permiso concedido al antiguo miembro del «comando Donosti» Valentín Lasarte, que en pocas horas lo va a disfrutar en un paraje del norte de Navarra, limítrofe con Guipúzcoa, que tiene prohibido pisar.

Dos órganos jurisdiccionales de la Audiencia Nacional han asumido en los últimos meses máximo protagonismo a la hora de impulsar la concesión de beneficios penitenciarios: el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria y la Sección Primera de la Sala Penal. Todo ello, en contra del criterio del Ministerio del Interior. Y también de la propia Fiscalía, que en el recurso contra el segundo permiso a Lasarte consideraba que la resolución del juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, «carece de la mínima motivación exigible». Además criticaba el hecho de que le «concede automáticamente un nuevo permiso» pocas semanas después de haber disfrutado del primero. Así las cosas, al fiscal le «llama la atención el automatismo, la premura y la rapidez» con la que el juez ha dado la licencia a Lasarte.

Líneas de investigación

Agentes policiales consultados por ABC advierten de que conceder a discreción beneficios penitenciarios a presos etarras, por muy disidentes que sean, y sin que cumplan todas las condiciones exigibles, no ayuda a la lucha antiterrorista. «Aparte de los más de 300 asesinatos sin resolver, quedan varios cientos de atentados sin muertos no aclarados y muchos de estos reclusos podrían aportar datos, claro, si se les exige como condición para recibir beneficios», subrayan. Un experto antiterrorista recordaba ayer a ABC que poco después del asesinato de Gregorio Ordóñez, en el que participó Lasarte, cabecillas de Jarrai, las juventudes de Herri Batasuna, celebraron una reunión secreta en Rentería. En ella, valoraron el atentado como «el hundimiento del buque insignia del fascismo español en Euskal Herria». Poco antes, en una entrevista a «Egunkaria», los dirigentes de ETA aseguraban que con la muerte de Ordóñez, «los políticos profesionales han entendido que las consecuencias de la propongación del contencioso afectarán a todos y que cada uno debe esforzarse a la hora de buscar una solución racional», esto es, la negociación. Fue, por tanto, un atentado «preparado por la cúpula etarra de manera muy deliberada, calculando las consecuencias mucho más allá de la capacidad de decisión que tenían quienes integraban el Donosti», prosigue este experto, convencido de que Lasarte podría aportar mucho en cuanto a responsabilidades superiores. «Podría apuntar incluso a la trama política de ETA en España».

Un lugar sin víctimas

Son tantos los agentes de la Guardia Civil que se encuentran entre los afectados por sus atentados como pistolero del «Donosti» que, a la hora de elegir el destino de su segundo permiso, Valentín Lasarte ha tenido que realizar gestiones encaminadas a comprobar que en la casa cuartel donde deba acudir diariamente a firmar no haya víctimas suyas. Las había en las dependencias de la Benemérita en Lodosa, donde disfrutó de su primer permiso, algo que ha esgrimido la Fiscalía como otro de los motivos para oponerse a su excarcelación. Finalmente, ha elegido una zona situada al norte de Navarra. Sin embargo, el hecho de que el dato trascendiera días atrás hizo que el etarra se llegara a replantear en algún momento la posibilidad de retrasar su salida y cambiar la ubicación.

Tras confirmar la Audiencia el permiso al antiguo pistolero del «Donosti», que ha cumplido solo 17 de los 347 años de cárcel a los que fue condenado por sus crímenes, entre ellos siete asesinatos, las víctimas del terrorismo volvieron ayer a canalizar mediante críticas y denuncias todas sus frustaciones por una Justicia que dicen no entender. «¿A partir de ahora qué tenemos que hacer? ¿Rezar a Dios para que nos toque un juez que nos salve o cómo tiene que ser esto?», planteaba la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza. «¡Qué Dios nos ayude con el juez que nos toque porque ya no valen ni fiscales ni política ni víctimas ni nada, simplemente es la voluntad de su amo», lamentó.

Por su parte, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, denunció que «el final de ETA está marcado mediante un cambio de cromos: dejan de matar a cambio de que los presos de ETA salgan de la cárcel». En su opinión, el permiso a Lasarte «es una tomadura de pelo» porque «no ha colaborado con la Justicia ni ha cumplido con su condena». En el mismo sentido, el portavoz de la Asociación Unificada de la Guardias Civiles (AUGC), Juan Antonio Delgado Ramos, subrayó que «los presos de ETA son presos comunes, no son especiales, no tienen la gracia de nada y por ello Lasarte tiene que cumplir la pena completa».

ABC 21/08/13