Los calzoncillos de Mas

SALVADOR SOSTRES, EL MUNDO 07/07/13

· La primera vez que mi padre bajó de las montañas a Barcelona lo hizo acompañado de varios amigos y a uno de ellos, al tonto del pueblo, su madre le había cosido el dinero en los calzoncillos para que lo encontrara cuando tuviera que pagar en el burdel. Todo el mundo sabe, hasta la madre del tonto del pueblo más bestia de Cataluña, que si cuando sales no pagas acabas en el cuartelillo.

Nadie pensó en los calzoncillos de ArturMas cuando el presidente de la Generalitat emprendió su viaje soberanista, y ahora que le ha llegado el momento de quitarse la ropa interior para entrar a matar, se ha dado cuenta de que nadie le había cosido algo que en un referendo es tan fundamental como el dinero en el lupanar: el censo electoral. Mas se ha dado al fin cuenta de que no dispone del censo electoral de Cataluña y que por lo tanto no puede convocar ninguna elección o consulta que no autorice el Estado. Tampoco podrá hacerlo a través de los ayuntamientos porque los alcaldes socialistas y populares ya han anunciado que no van a colaborar en algo ilegal, de modo que cualquier referendo sería inútil e inválido si cerca de dos millones de catalanes no pueden votar.

Mas está suplicando a Rajoy que le ofrezca una salida para salvar la dignidad y sus pobres expectativas electorales. Conciertos como el del otro del día en el Camp Nou o la cadena humana en favor de la independencia que está prevista para el próximo 11 de septiembre son, a parte de horteradas populistas que deberían avergonzar a sus organizadores y participantes, la ridícula manera que tiene Convergència de tensar la cuerda emocional para tratar de disimular su incompetencia política y la infinita mediocridad de su líder, que tal vez soñaba con que las alegres muchachas se enamoraran de él y le sacaran a hombros y sin pagar de la mancebía.

Mas sabe que ha fracasado y en lugar de tener la dignidad de admitirlo y marcharse, insiste en culpar a los demás de un desastre del que sólo él es culpable. Él y su deshonestidad, él y su incapacidad, él y la mentira malévola y permanente sobre la que ha construido su carrera política. Entiendo que los que más españoles se sienten puedan estar enfadados con él, pero a quien de verdad ha traicionado es a los independentistas de buena fe que confiaron en él y están a punto de ver cómo su esperanza se desvanece por tanta mentira y tanta vulgaridad.

La foto que han publicado algunos medios de comunicación de la entrevista que el president le concedió a Luis del Olmo, donde dijo que cualquier oferta que el Gobierno le haga va a someterla a referendo, es la metáfora perfecta de lo que es hoy el independentismo en Cataluña: un periodista que ya todo el mundo sabe que ha fallecido profesionalmente, todo el mundo menos él, entrevistando a un político cuyo proyecto ha pasado también a mejor vida aunque él sigue dando tumbos como algunas gallinas que cuando les cortas el cuello continúan corriendo un rato. Y esa mesa, esa mesa como de bar barato, para subrayar la poca importancia que en el fondo tiene lo que dos cadáveres hablen.

Cuando creas que nada hay más triste que estar muerto escucha esta entrevista y verás cómo hasta morirse tiene uno que hacerlo bien hecho.

SALVADOR SOSTRES, EL MUNDO 07/07/13