EL MUNDO – 22/02/16
· La mayoría cree que su resultado sería igual o peor, frente al optimismo de Podemos y C’s.
Aunque supuestamente no lo desea ningún partido –al menos públicamente nadie lo reconoce–, la repetición de las elecciones es una posibilidad que día a día va ganando enteros ante lo complicado que está resultando conseguir una mayoría parlamentaria estable y las exigencias de cada fuerza para pactar. Por eso, la pregunta de qué sucedería en unos nuevos comicios no sólo está instalada en la calle, sino también en el Congreso, pese a que muchos no quieren ni imaginar esa hipótesis.
El sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO revela que la sensación de la mayoría de españoles es que la repetición de las elecciones favorecería a los llamados partidos emergentes –Podemos y Ciudadanos– y provocaría un castigo de las fuerzas tradicionales –PP y PSOE– aún mayor que el que ya sufrieron el 20-D.
Los datos son elocuentes y trasladan un halo de pesimismo entre los votantes populares y socialistas a tener en cuenta por parte de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. En cambio, apuntalarían la estrategia que está manteniendo por ahora Pablo Iglesias y la disposición negociadora de Albert Rivera.
La percepción de que el PP y el PSOE sufrirían una caída en votos está tan instalada en la sociedad que duplica el dato de quienes opinan que les iría mejor que en las pasadas elecciones. Por ejemplo, en el caso de los populares, un 42,3% de los españoles diagnostica que tendrían un «peor» resultado, por tan sólo un 19,7% que opina que sería «mejor» y un 31,6% que opina que se quedarían «igual». Esto supone que más de siete de cada 10 ciudadanos mantienen la tesis de que Rajoy no sacaría ningún beneficio si en junio hay que volver a votar, en contra de lo que se lleva diciendo desde diciembre. Un pesimismo que invade a los propios votantes del PP, donde el 50,7% suscribe la idea de que el partido sacaría el mismo o peor resultado.
Pero si hay una formación a la que todos señalan como gran perjudicada es el PSOE, a pesar de que las últimas encuestas ofrecen una buena imagen de Pedro Sánchez y perspectivas electorales razonables para su partido. No se sabe si es por sus cuitas internas o por el fuerte empuje de Podemos, pero los números hablan meridianamente claro. Un 46,9% considera que a los socialistas les iría «peor», mientras que sólo un 18,7% mantiene que mejorarían sus actuales 90 escaños y un 27,2% que se quedarían igual. Es el porcentaje más pesimista de los cuatro grandes partidos.
Si se pone la lupa en el recuerdo de voto, sólo los electores socialistas guardan cierta confianza, aunque con matices. Cuatro de cada 10 ven posible subir en votos, pero casi el 60% restante considera que se quedarían «igual» o «peor». En paralelo, votantes del PP, Podemos y Ciudadanos se ceban con el partido de Sánchez en altos porcentajes. Un mal agüero que es significativo entre el 51,3% de los votantes de Iglesias, no por ser el número más alto, sino porque es el flujo natural de trasvase de votantes. A peores expectativas, menos posibilidades de retornar a casa.
En la acera de los que son vistos como ganadores en unas nuevas elecciones, Podemos y Ciudadanos están en empate técnico, los dos con porcentajes que rondan el 42%. Hay que buscar otros valores para averiguar quién de los dos sería el más beneficiado a juicio de los españoles y la respuesta es la formación de Rivera.
¿Por qué? El porcentaje de quienes pronostican que C’s no sacaría un «peor» resultado en junio es significativamente menor (17,9%) de los que piensan que eso le sucedería a Podemos (27,1%). Aquí hay que tener en cuenta varios factores. Iglesias obtuvo ya en diciembre un resultado histórico para una fuerza situada a la izquierda del PSOE, mientras que Rivera se desfondó en la recta final sacando un número de escaños muy por debajo de sus expectativas. Quizá por ello, los españoles creen que Rivera tiene margen para mejorar, y más tras erigirse en una fuerza dialogante que ha jugado un papel destacado en todos los acuerdos parlamentarios hasta la fecha.
Hay otro dato interesante. El votante de Podemos es el que menos teme unas nuevas elecciones. La confianza que muestran en público los dirigentes de su partido ante esta posibilidad y el mantra de las campañas nos sientan bien han cuajado en su electorado: sólo un 12,9% vería con preocupación un regreso a las urnas, ligeramente por debajo del que señalan los votantes de C’s (13,5%).
Por otra parte, preguntados los ciudadanos sobre si «la actual situación de falta de Gobierno está perjudicando a la economía», un contundente 71,7% lamenta que sí, mientras que un 24,6% señala que no. En este caso, no hay distinción por votantes. Hasta los de Podemos critican esta circunstancia en un número alto (54,3%), que es abrumador si se pregunta a los del PP (86%).
EL MUNDO – 22/02/16