ANTONIO BURGOS – ABC – 13/12/15
· Dicen que quieren acabar con el bipartidismo e imponen el suyo.
«Los emergentes» no suenan a ese postlandismo que no acabará hasta que lleguen a los «8 Apellidos Almerienses». «Los emergentes» suenan a Landa puro de vecino del 5º. Es que estás viendo la peli: Landa, Tony Leblanc y Pajares. No hace falta decir qué partidos son «los emergentes»: Ciudadanos y Podemos. De momento lo que ha emergido, ¡abajo el periscopio!, ha sido el entreguismo en la ruptura de las reglas de juego. En las campañas electorales se les daba sitio en los medios a los partidos parlamentarios, ya con escaño. Los demás, extraparlamentarios, a la puta calle. Ahora, no: ahora se considera que los emergentes ya tienen escaño, y no es coña. No tienen trato de extraparlamentarios.
Y ahí tienen en los debates discutiendo con un señor que representa a un partido con cien años de honradez (y ni uno más) a otros dos que aún están con el cascarón en el culo, cual los polluelos. Y a otros extraparlamentarios tan emergentes como estos dos, como Vox, ¡ea!, a negarles el pan y la sal y a intervenirles los sobres de propaganda electoral como si fueran tabaco de contrabando. ¿Pues no que han tenido la osadía de ponerle la bandera no de Este País, sino de España? ¡Qué desfachatez! ¡Muy bien secuestrados esos sobres! La bandera de España está para que la quemen los separatistas, joé, y No Passssa Nada. ¿A quién se le ocurre honrarla?
Los emergentes, que se presentan como nuevos, son más antiguos que el hilo negro. El viejo vino del bipartidismo español, remontado, en odres nuevos. «Flor nueva de romances viejos». Dicen que quieren acabar con el bipartidismo, pero imponen el suyo: en vez de PP y PSOE, Ciudadanos y Podemos. El bipartidismo nos va en la masa de la sangre. Las dos Españas están en el ADN de este Reino. Los 2 Emergentes, 2, son la puesta al día de carlistas o isabelinos, liberales o conservadores, Cánovas o Sagasta, Lagartijo o Frascuelo, Joselito o Belmonte, Barsa o Real Madrid, Frente Popular o CEDA, Falange o Requeté, Don Juan de Borbón o Don Javier de Borbón-Parma, Reforma o Ruptura, Suárez o González, UGT o Comisiones. La Historia de España avanza siempre en columna de a dos. Pero no a paso legionario, el que en su primer desfile de la Fiesta Nacional hizo que la Princesa de Asturias preguntase a la Reina por qué iban tan ligeros aquellos señores de verde, los Novios de la Muerte. No. Aquí, con las eternas dos Españas y con el bipartidismo en la masa de la sangre, vamos a paso de tortuga.
Vienen con la bandera de acabar con la Casta del Bipartidismo, pero es el banderín de enganche en la Nueva Casta de un Nuevo Bipartidismo, puerta de embarque de los arribistas de siempre. Algunos de los emergentes tienen ya hasta mienmanos y cuñados colocados, y alcaldes imputados, como es el caso de Ciudadanos en Espartinas, la tierra de mi admirado Juan Antonio Ruiz «Espartaco». No te privas de nada, torero: ni de pueblo con alcalde de la Nueva Casta en plan por-aquí-te-quiero-ver. No hay nada más viejo que esto que quieren presentarnos como nuevo.
Y vamos rematar con un pasatiempo filológico. «Emergentes» son los que emergen. Emerger es «brotar, salir a la superficie del agua u otro líquido». En este caso, los emergentes son los que flotan como el aceite sobre la mierda de la corrupción de los dos grandes partidos, de la Gurtel a los ERE. Pero la «acción y efecto de emerger» es también la emergencia: «situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata». Me quedo con esto último. Ante el desastre nacional, emergen los emergentes, en plan orquesta del Titanic.
Pero son lo mismo. ¡Que viene el nuevo bipartidismo! ¡Socorro! Las mujeres y los niños primero: suban a los botes salvavidas la Carmena y el Errejón. Con emergentes o sin ellos, esto está para buscar la salida de emergencia y coger el primer avión a un país normalito. Donde no haya este canguelo colectivo ante el 20-D.
ANTONIO BURGOS – ABC – 13/12/15