Miquel Giménez-Vozpópuli
- No hay discusión: ser lazi garantiza un nivel de vida de padre y muy señor mío
Ni emprendedores ni autónomos ni empresarios ni niño muerto. Sí lo que quiere usted es hacer dinero y, además, sin esfuerzo ni desgaste muscular o intelectual lo tiene fenomenal. Todo consiste en venirse a Cataluña – cuando lo permitan los comités científicos nebulosos – y decir que es independentista, defensor de Puigdemont, admirador de Rahola y enemigo de España, el Rey, la Constitución y el español como idioma. Tendrá la vida solucionada. Vean algunos ejemplos. Joan María Piqué, toda una década chupando de la teta procesista. Como asesor del conseller de empresa y conocimiento, se lleva casi setenta mil euros al año. ¿Qué ha hecho este caballero, famoso por sus espantosas gafas de pasta de color blanco que exhibía cuando era jefe de prensa de Artur Mas, otro que siempre ha vivido del cargo separata? Aullar contra todo lo que no sea el ombligo neoconvergente. No se puede pedir más.
Otro ejemplo: la ex consellera de agricultura Meritxell Serret, ochenta y siete mil euros al año por ser delegada de la Generalitat ante la Unión Europea. ¿Ustedes saben de algún logro de la tal señora? Nosotros tampoco. Ni siquiera logró juntar a veinte personas en el hemiciclo cuando el de Waterloo fue a decir lo bueno que era y lo malos que somos los españoles. Además, es de las que huyó a Bélgica, ya ven como cuidan los lazis de los suyos. Excuso decirles lo que las embajadas de la Generalitat sediciosa nos cuestan. La oficina en Bruselas sale por 775.000 euros anuales.
Claro que dispone de más de dos mil metros cuadrados para que se note que la casa es grande y no repara en gastos. La de Croacia 31.184,76, la de Portugal 47.253,22, la de Suecia 69.009,77, la de Suiza 91.349,93, la de Austria 33.326,12, la de Italia 67.956,93, en fin, como jamás han querido dar información exacta y exhaustiva acerca del tinglado de exteriores se calcula que la broma nos sale a los españoles por casi diez millones de euros por año, sin contar las de Reino Unido, Alemania, Líbano o USA.
Embajadas separatistas
Rajoy las cerró cuando el gatillazo del 155, pero ya están todas otra vez a velas desplegadas e incluso se han abierto las de Argentina, México o Túnez. Inútil decir que cada de esas pseudo embajadas tienen en nómina a cuantiosos asesores que en no poca ocasiones suelen ser allegados a personajes del régimen lazi. Y que lo único que hacen es propaganda acerca del separatismo. Ni que decir tiene que el Govern tiene 340 altos cargos a los que, por cierto, Torra subió el sueldo un 2% en junio pasado. No en vano el inhabilitado Torra también aumentó los emolumentos del president y de los ex presidentes. El cuitado Torra era el presidente autonómico que más pasta se llevaba, 153.235,50 euros anuales. Por sacar y poner una pancarta no está mal, ¿eh? Y todo eso en plena pandemia, que tiene más arte.
La corte de faraón integrada por los altos cargos de presidencia se lleva 2.300.000 euros, el personal eventual 3.200.000, la vicepresidencia, Aragonés Land, se gasta dos kilitos en cargos de confianza y 1.400.000 pavinis en eventuales. Digamos, para no cansar al lector, que cada “embajador” catalán cobra 87.456,36 euros por cabeza. De TV3, Cataluña Radio, subvenciones a Cultura y otros escándalos les ahorro el comentario porque necesitaría varias páginas más.
Total, que si usted quiere sacarse un promedio entre los 70.000 y los 150.000 euros anuales por no hacer más que propaganda anti española, ya sabe el camino.
No se exige inteligencia, ética ni moral, solo obediencia absoluta a las consignas separatistas, ir de vez en cuando a alguna manifestación – y ahora con la pandemia, ni eso -, llevar un lazo amarillo en la solapa y ser muy activo en RRSS. No me dirán ustedes que esto no es un portento. El gobierno de una nación oprimida que se pasa el día ciscándose en la opresora, de la que vive opíparamente, sin pegar sello, pasándose los cargos de padres a a hijos, de ex amantes a ex condiscípulos, y sin tener que rendir la menor de las cuentas porque todo lo hacen por Cataluña y el poble.
Siempre he defendido que, si en lugar del 155, se les hubiera cerrado el grifo, la mayoría de estos se habrían ido a sus casas. Porque si no es cobrando, no defienden ni a su padre.