Los terroristas mueren matando en Argelia

EL MUNDO 20/01/13

· Ejecutan a sangre fría a siete rehenes en el asalto final de las tropas a la planta de gas.
· París y Londres excusan la operación, muy criticada por su opacidad y precipitación.

Tras dos días de combates entre el ejército argelino y los terroristas que tomaron en la madrugada del miércoles la central gasística de In Amenas (al sureste de Argelia y en la frontera con Libia), Argel dio ayer por finalizado el operativo con un saldo demasiado sangriento a sus espaldas.

Los radicales de la célula Firmantes de Sangre hicieron honor al título con el que se hacen llamar y ejecutaron en los últimos momentos del combate a siete rehenes. No eran los primeros que ajusticiaban, según los testimonios que ya se han hecho públicos. El diario argelino Ennahar informó de que ayer se encontraron los cadáveres de 15 rehenes y terroristas calcinados. En la operación final de asalto también murieron 11 secuestradores.

Al cierre de esta edición, algunos de los capturados estaban todavía en paradero desconocido y no se descartaba que se hallaran escondidos en alguna parte de las instalaciones. El balance de la operación iniciada el jueves sigue siendo confuso, pero según el Ministerio del Interior argelino, 23 rehenes argelinos y extranjeros y 32 terroristas murieron en la misión lanzada para rescatar a los secuestrados, que finalmente logró liberar a 107 trabajadores extranjeros y 685 argelinos.

«Los terroristas son los únicos que tienen la responsabilidad [de estas muertes]», dijo ayer Phil Hammond, ministro de Defensa británico, excusando así la operación de rescate del ejército argelino, duramente criticada por la mayoría de los países con rehenes en la planta por la falta de información antes del ataque y por su precipitación.

Y el presidente francés, François Hollande, declaró: «Cuando hay tantos rehenes implicados y terroristas tan fríamente determinados, dispuestos a asesinar como lo han hecho, un país como Argelia ha dado las respuestas que me parecen más adecuadas porque no podía haber negociación», según recoge Efe.

Las últimas horas de la operación terminaron ayer de manera sangrienta. Según fuentes de la agencia estatal argelina APS murieron antes de acabar el combate 11 terroristas y siete rehenes. El diario argelino El Watan informaba de que fueron ejecutados a sangre fría cuando los terroristas se encontraron totalmente cercados y sin escapatoria. Luego se habrían suicidado. Según el periódico, ya intentaron incendiar la planta el miércoles, pero el fuego fue controlado por los trabajadores de la central.

Poco antes, en una comunicación con la agencia privada mauritana Al Ajbar, Abderrahman Neijiri, alias Abu Doujana, líder del comando, hizo público que habían colocado explosivos por todas partes, también en sus cuerpos, y que podían detonarlos en cualquier momento ante el estancamiento de las negociaciones, en las que Belmojtar reclamaba el cese de las intervenciones francesa y argelina en la guerra contra los terroristas de Mali y la excarcelación de dos presos en Estados Unidos por cuestiones relacionadas con el terrorismo. «Sólo les quedan dos opciones: o relanzar las negociaciones o firmar la sentencia de muerte de los rehenes que quedan dentro del complejo», dijo Doujana. Se trataba, según su testimonio, de siete rehenes de nacionalidades noruega, británica, estadounidense y japonesa.

Abu Doujana es, según el sitio mauritano especializado en terrorismo Tahalil, originario de una tribu árabe de Níger y un estrecho colaborador de Belmojtar. Ya entre 2007 y 2008 era conocido por sus viajes entre Nuackchot y Mali para nutrir a grupos radicales de fondos, armas y explosivos.

Bajo su supervisión, los hombres, que obedecían en última instancia a Belmojtar, diseminaron en algunos puntos de las instalaciones minas para volar las instalaciones de la planta, que produce el 10% del gas de todo el país.

El ministro de Comunicación de Argelia, Mohamed Said, justificó en la noche del viernes la intervención del ejército para evitar una «catástrofe», pues los terroristas disponían de explosivos, lanzacohetes y misiles y estaban dispuestos a todo para terminar con su misión: trasladar a los rehenes a la vecina Mali.

Por su parte, Hollande señaló ayer que el secuestro de rehenes por los terroristas en In Amenas es «un argumento suplementario» para justificar la intervención en Mali. Los radicales, declaró el presidente francés, han jugado con «la vida de varios cientos de personas», algunas «asesinadas de forma cobarde».

También volvió a aprovechar para tratar de convencer a la opinión pública de que «Francia no está sola» y de que «está apoyada por los países europeos», recoge Efe, aunque sus demás socios comunitarios no han hecho pública por el momento su intención de desplazar tropas de combate a Mali.

EL MUNDO 20/01/13