ABC – 27/02/15
· Después de quemar las bibliotecas de la ciudad, siguen el modelo talibán y arrasan el milenario patrimonio iraquí.
El Museo de Mosul sobrevivió a las tres guerras del Golfo y a la gran inestabilidad en Irak durante la última década. Llevaba años de restauración y estaba casi listo para volver a abrir y mostrar al mundo sus grandes colecciones, que reúnen las joyas de las capitales asirias, sobre todo Nínive. Pero no ha podido ser. Mosul se ha convertido en el Bamiyán particular de Irak. El grupo yihadista Estado Islámico (EI) siguió el manual empleado por los talibanes en 2001 cuando decidieron dinamitar los Budas gigantes y arrasar el museo de Kabul y difundieron un vídeo haciendo algo similar con el patrimonio de Mosul, que es de la humanidad.
A las limpiezas sectaria y religiosa, hay que sumar la limpieza cultural aplicada por el grupo en toda la zona del autodenominado califato entre Siria e Irak. En los cinco minutos de grabación los milicianos armados con mazas, picos y taladros acaban con miles de años de historia y se vanaglorian de ello recurriendo a su particular visión de las enseñanzas del Profeta que «nos ordenó acabar con estatuas y reliquias y sus seguidores hicieron lo mismo cuando conquistaron países», anuncia un hombre de larga barba ante las cámara antes de empezar con la orgía de destrucción.
Legendarias colecciones
El museo contenía hasta hoy legendarias colecciones, sobre todo leones y toros alados monumentales de los grandes palacios de Nínive, como el «sin igual» del rey Senaccherib. Y relieves y estatuas de las excavaciones llevadas a cabo en el último medio siglo, muchos de ellos piezas únicas de las capitales asirias que recuerdan los bajorrelieves de la caza del león del Museo Británico. Hoy todos esos objetos cuidadosamente salvados del olvido se encuentran destrozados, reducidos a pedazos, trizados y desperdigados por el afán destructivo del Estado Islámico.
Sin máscaras y con toda la calma del mundo, los yihadistas desembalan obras de arte, fijan la cámara en los pequeños carteles explicativos para dejar claro el valor histórico de las piezas y arremeten con toda la saña imaginable contra obras que algunos expertos han datado del siglo VII antes de Cristo. La arqueóloga iraquí Lamia al-Galiani declaró a Reuters que «el daño es incalculable, pero no sólo al patrimonio iraquí, sino al patrimonio de toda la humanidad. Es increíble, no quiero seguir siendo iraquí».
Las imágenes interiores del museo se completan con algunos planos en la zona exterior en la que el objetivo de los milicianos son dos enormes toros alados de la época asiria a los que parten las cabezas a mazazos. El mismo yihadista del comienzo del vídeo vuelve a situarse ante la cámara para anunciar que «estas reliquias fueron ídolos que fueron adorados en siglos pasados», motivo suficiente para acabar con ellas.
El vídeo del museo sale a la luz apenas 24 horas después de que circularan por las redes las imágenes de las pilas de libros y manuscritos de las bibliotecas de la ciudad ardiendo. Un destrozo que afectó a 112.709 manuscritos y libros perdidos, muchos de ellos registrados en la lista de protección de antigüedades de la Unesco.
ABC – 27/02/15