Mas acusa a media CUP de aliarse con los poderes que le querían «cortar el cuello»

EL CONFIDFENCIAL 31/01/16

· El expresident ha culpado a los 1.515 de militantes de la CUP que decidieron no apoyar su candidatura y considera «curioso» que hayan acabado acercando su postura a las fuerzas que dicen combatir

El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha acusado a la mitad de la CUP de haberse aliado con los poderes del Estado que le querían «cortar el cuello» y haber conseguido juntos que no volviera a ser el jefe del Ejecutivo catalán. «Yo era el personaje más perseguido de los poderes del Estado. Me querían, no literalmente, cortar el cuello. ¿Y que alianza encontraron en Cataluña? La alianza que encontraron fue la mitad de la CUP«, ha criticado en una entrevista de El Punt Avui Televisió recogida por Europa Press, en la que también participa el presidente Carles Puigdemont, y que se emitirá a las 22.15 horas de este sábado.

Mas habla de la mitad de la CUP porque el partido se mostró dividido sobre si tenía que seguir como presidente, y muestra su perplejidad porque los anticapitalistas se hayan aliado contra los poderes contra los que precisamente dicen luchar: «Son cosas curiosas». La diputada de la CUP Anna Gabriel fue una de las principales detractoras de que Mas fuera presidente y éste critica que, mientras ella sigue con el acta de diputada, él ha renunciado en beneficio del proceso soberanista.

«Anna Gabriel ha demostrado más ganas de tener cargo que yo mismo. Aquellos que presumen de no querer cargos, a la hora de la verdad están más enganchados al cargo que aquellos que somos vistos como que no los queremos dejar», reflexiona. Mas ha dicho que el pacto de gobernabilidad entre JxSí y la CUP, que supuso se renuncia al cargo, obliga a los anticapitalistas a votar siempre en el sentido de JxSí cuando «la estabilidad del Govern esté en riesgo».

Según la lectura que hace el presidente del pacto, esto obliga a la CUP a aprobar los Presupuestos de 2016 que la Generalitat presente en las próximas semanas: «La CUP está a prueba de su palabra, que no es poca cosa». El presidente afirma que si su renuncia debe valer para alguna cosa es para que haya esta estabilidad hasta el final de la legislatura y avisa de que tiene muy presente el pacto que firmaron JxSí y la CUP: «Yo llevo el acuerdo siempre encima».

Pese a la distancia que ahora le separa de la CUP, Mas no se arrepiente de haber abrazado a David Fernández el 9 de noviembre de 2014 -durante la celebración del proceso participativo- cuando éste era líder de los anticapitalistas en el Parlament. «Lo volvería a hacer. No fue un abrazo político, fue personal. Tengo una relación personal, cordial y de cierta amistad» con Fernández, explica el presidente sobre aquel gesto. El presidente de la Generalitat y sucesor de Mas, Carles Puigdemont, ha expuesto que conoce a la CUP de su etapa como alcalde de Girona, y confía en que respetarán el pacto: «Harán honor de aquello que han firmado. Serán fieles a su compromiso político».

Renuncia
Mas ha evocado el sábado 9 de enero en el que anunció su marcha, asegurando que la decisión la toma progresivamente en las anteriores 48 horas, pero admitiendo que la primera vez que pensó en renunciar fue a principios de diciembre, antes de la campaña de las elecciones generales. Ha revelado que el viernes 8 reunió a su colaboradores más próximos para «planificar» la firma del decreto de convocatoria de las elecciones, pero finalmente opta por dar un paso al lado cuando consigue el compromiso de la CUP de que dará estabilidad al Govern.

«La decisión definitiva la tomo el sábado al mediodía justo antes de llamar a Carles Puigdemont. Entonces tuve constancia de que la CUP aceptaba firmar una serie de condiciones que permitían la estabilidad del Govern», ha rememorado.

Mas eligió a Puigdemont porque es «la garantía total y absoluta de que el proceso seguiría hacia delante» y el exalcalde de Girona ha asegurado que aceptó el reto sin dudarlo y también sin celebración ni euforia porque suponía la renuncia de Mas.

Nunca pensó que sería presidente
El actual presidente de Catalunya ha admitido que nunca pensó que su carrera le llevaría al Palau de la Generalitat: «No me había preparado para ser presidente. Yo lo máximo que me había imaginado es que algún día me propondrían ser conseller y siendo alcalde de Girona no lo hubiera aceptado nunca». Puigdemont «entiende» que haya generado perplejidad que su sustituto al frente de la alcaldía, Albert Ballesta, ni tan siquiera fuera concejal porque iba el 19 de la lista, pero está convencido que su gestión demostrará que su elección ha sido un acierto.

Mas ha admitido que no es independentista de nacimiento sino por «decantación», ya que considera que es el único proyecto viable para Catalunya, y asegura que nunca ha formado parte de las élites de Catalunya, sobre todo la económica.