EL MUNDO 26/12/14
· El ‘president’ se jacta de que Felipe VI vea a Cataluña como «un problema» PP,PSOE y UPyD aplauden el mensaje y su contundencia contra la corrupción
La alusión directa a Cataluña que hizo el Rey durante su primer mensaje de Navidad como Monarca fue utilizada ayer por el presidente de la Generalitat para defender la vigencia de su proyecto soberanista y reivindicar la necesidad de seguir peleando por consumarlo.
Artur Mas advirtió en las palabras de Felipe VI la evidencia de que el Estado admite ya abiertamente que «tiene un problema y un reto con Cataluña». Durante el tradicional homenaje a Francesc Macià celebrado ayer en Barcelona, el president insistió en reclamar un referéndum de autodeterminación con carácter vinculante como fórmula para superar este problema.
Después de que Felipe VI apelara en su discurso a la necesidad de «respetar la Constitución» para garantizar «una convivencia democrática, ordenada en paz y libertad», el jefe del Ejecutivo catalán opuso al del Estado que «el respeto entre naciones» sólo llegará cuando «se respete el derecho a decidir» de los catalanes, es decir, cuando el Gobierno permita la convocatoria de esa consulta definitiva que Mas anhela.
Lejos de agradecer el acercamiento del Monarca, el presidente de la Generalitat se jactó de haber sido capaz de forzar al Rey a destinar parte de su mensaje navideño a analizar el desafío soberanista catalán. Mas subrayó cómo en dos años el Estado ha pasado de «menospreciar y ridiculizar las manifestaciones por la libertad política» a «reconocer que hay un problema de relación con Cataluña».
El presidente de la Generalitat no dudó en interpretar la comparecencia del Rey como un aval a la eficacia de su estrategia independentista, pese a confesar que no siguió en directo el mensaje de Felipe VI y que sólo conocía su contenido por las crónicas de los periódicos.
El homenaje a Francesc Macià se convirtió un año más en el pretexto para responder al Monarca. Frente a la tumba del ex presidente de la Generalitat, Mas se conjuró ayer para construir la «Cataluña políticamente libre» que imaginaba el jefe del Ejecutivo catalán fallecido 81 años atrás.
Minutos después, y desde ese mismo simbólico escenario, el número dos de Convergència refrendaría las palabras de Mas con una dosis de épica añadida. Josep Rull volvió a demostrar la querencia de la formación nacionalista por recurrir a Gandhi y, citando al líder pacifista, espetó: «Primero te ignoran, después se ríen de ti, te combaten y finalmente ganas». «Estamos en esta fase final», abundó Rull.
Con mayor contundencia se expresó el portavoz de ERC en el Congreso. Alfred Bosch recriminó al Rey que «nadie tiene que darnos lecciones de convivencia, aunque lleve corona». El republicano respondió de este modo a la «preocupación» expresada por el Monarca por que «se puedan producir fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos» como consecuencia del proyecto rupturista impulsado por CiU y ERC. Cuestión sobre la que también volvió Mas para instar a sus conciudadanos a desoír a Felipe VI y «no creer que las familias catalanas están divididas».
La reacciones más comedidas llegaron de Unió y el PSC. El líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, elogió la «sensibilidad» del Rey y aplaudió su llamada al «diálogo». Sin embargo, Duran no se resistió a utilizar las consideraciones del jefe del Estado para interpelar al Gobierno. En su opinión, las palabras de Felipe VI esconden una crítica y una llamada a la reacción «a los que mantienen posiciones inmovilistas, como el Ejecutivo central».
En similar lectura, los socialistas catalanes celebraron el diagnóstico del Monarca. Su primer secretario, Miquel Iceta, valoró que Felipe VI realizara «una llamada al diálogo, el consenso y a trabajar juntos» para solventar el desafío catalán, y volvió a proponer la reforma Constitucional como receta para solucionar el encaje de Cataluña.