Muere un policía español en un atentado talibán en Kabul

EL MUNDO – 12/12/15

· El agente Isidro Gabino San Martín fallece en un atentado talibán perpetrado en el complejo de la embajada española en la capital afganaRajoy mantiene que el objetivo de los terroristas islamistas no era el recinto diplomático.

· «Un coche de la embajada española está ardiendo». Con este escueto mensaje, la policía afgana informaba en la tarde de ayer de que algo grave estaba ocurriendo en la legación diplomática de España en Kabul, la capital de Afganistán.

En efecto, minutos antes había comenzado un ataque terrorista que tenía como epicentro la embajada española, aunque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, negó que el objetivo de los atacantes fuera el complejo de edificios que forman la legación diplomática.

El atentado fue protagonizado, en plena campaña electoral en España, por un comando talibán –el viejo grupo integrista aliado de Al Qaeda que sigue en guerra en Afganistán contra las autoridades respaldadas por la comunidad internacional– conformado por al menos cinco terroristas. El grupo primero disparó y asaltó una residencia para extranjeros adyacente a la embajada, que se vio afectada de lleno por la acción desde el principio.

En el ataque fallecieron al menos dos personas. Una de ellas fue el policía español Isidro Gabino San Martín, destinado en la embajada. La otra fue un agente afgano. Al cierre de esta edición, había además por lo menos siete personas heridas y existían informaciones sin confirmar que apuntaban a que el número de muertos podía ser más alto.

De hecho, la operación para poner fin al ataque talibán continuaba entrada ya la noche en la capital afgana. Tras el ataque a la residencia, el comando terrorista había asaltado el complejo diplomático, compuesto por tres edificios, donde podía mantener a personas retenidas, entre ellas tres españoles. En respuesta, las fuerzas especiales del ejército afgano, así como efectivos de la policía y tropas de Estados Unidos, acordonaron el distrito de Sherpur –situado en el corazón de este área de la capital, sede de varias embajadas y residencias de altos cargos del Gobierno afgano– y se enfrentaron a los asaltantes. El lugar del ataque se encuentra justo al lado de una gran avenida muy transitada durante el día, pero que durante la noche suele estar acordonada, ya que el vicepresidente afgano, Abdul Rashid Dostum, vive a apenas cien metros de la legación diplomática española.

La escena era realmente dantesca. A apenas 300 metros de la embajada podían verse los fogonazos y la estela roja de las balas trazadoras, mientras el sonido de varias explosiones inundaba la fría noche afgana. Segundos después la policía instaba a los periodistas a marcharse porque los combates iban a continuar.

Efectivamente, continuaron. Fuentes diplomáticas explicaron anoche que la operación para abatir a los terroristas continuaba. Se había completado el asalto al primer edificio del complejo diplomático liberando a todas las personas que estaban en él y se había iniciado la entrada en el segundo. Se desconocía el número de personas que podía haber aún en el interior, así como el de terroristas, informa Fernando Lázaro.

La muerte del agente español no se confirmó desde el principio y Rajoy llegó a asegurar que estaba sólo herido, pero poco después se conoció la noticia. Isidro Gabino San Martín había sido herido de gravedad y había sido trasladado al hospital del ejército afgano en Wazir, desde donde se había comunicado su fallecimiento.

Según la versión que ofreció Rajoy, el objetivo del ataque no habría sido en cualquier caso la embajada, sino la residencia para extranjeros adyacente. En ella se cree que viven además algunos de los afganos que trabajan para el Gobierno español, así como miembros del Ejecutivo de Afganistán.

«Todos podemos ser objetivo del terrorismo, pero en este caso [España] no lo era. No era contra nosotros», aseguró el presidente del Gobierno mientras participaba en la campaña electoral.

Fuera cual fuera el objetivo, la entidad del ataque fue importante. Los combates y las explosiones pudieron verse en Kabul de forma ostensible, incluyendo la que presuntamente provocó una granada propulsada RPG que habría sido disparada por la policía para acabar con los asaltantes escondidos. Además, varios helicópteros de la coalición internacional que lidera Estados Unidos –presente en el país desde los atentados del 11-S en 2001– barrían la zona para colaborar en la operación contra los asaltantes.

El portavoz de los talibán, Zabiullah Mujahid, reivindicó el atentado diciendo que fue «llevado a cabo por un atacante suicida» contra la zona diplomática de Kabul, pero no habló de los otros atacantes o de si la operación estaba dirigida contra la embajada española.

EL MUNDO – 12/12/15