Nos están venciendo

ANTONIO BURGOS – ABC – 25/11/15

· Paralizar Bruselas, ¿no es ya una victoria de los terroristas?

No es cierto que el Clásico lo ganara el Barcelona. He de matizar que para mí el Clásico, cada cual en lo suyo, es Platón en Filosofía, Leonardo en Pintura o Mozart en Música. Pero aceptemos pulpo como animal de compañía…

–El mío, que sea a la gallega: pulpo de feria, en honor de Rajoy…

–Pues el mío a la gaditana: pulpo de trasmallo a la plancha con su piriñaca, a la salud, camarada, de Kichi.

Aceptado el pulpo de Clásico como «partido de la máxima» que decían antes los cronistas deportivos entre el Real Madrid y el Barcelona (que, en efecto, es más que un club, es una máquina de marcar goles), digamos que el partido del Bernabéu no lo ganó el equipo azulgrana que ha roto en separatista: lo ganó el miedo al terrorismo islamista. Victoria que pagaron nuestros bolsillos. Como no gasto tabaco ni prensa deportiva, no sé si se ha publicado el dato, pero ¿cuánto nos costó la seguridad montada en el Bernabéu para el Madrid-Barsa y olé? ¿Y quién la paga? ¿La pagamos nosotros los contribuyentes, aunque seamos del Betis, o la paga el Real Madrid, que para eso es una máquina de hacer dinero de la misma forma que el Barcelona lo es de meter goles y de tremolar separatistas banderas estrelladas?

Cuando se tienen que montar tres anillos de seguridad, tres, como tres puñales, y sin una fecha por dentro, en torno a un estadio, y hay tantos controles y registros que parece que estás en Barajas y no en el Bernabéu, es que algo raro pasa aquí. Rareza que tiene su explicación: todo este follón de la seguridad del Bernabéu, que tenías que irte dos horas y media antes, como si fueras a coger el avión a Nueva York, no lo ha montado ni el Barcelona ni el Madrid. Lo ha montado el terrorismo de cuatro moros zarrapastrosos que quieren acabar con nuestra civilización cristiana a base de bombazos.

¿Es que nunca vamos a estar libres de la amenazas del bombazo, Dios mío de mi alma? Cuando no es la ETA es la Yijad o esa organización a la que ahora mientan con nombre de Diccionario, DRAE o DRAGA o algo así, no les voy a hacer el honor a estos asesinos apestosos de, encima, preocuparme por poner bien su nombre: que se joan con la errata.

Y si eso ocurrió en el Madrid del triste recuerdo del 11-M que jamás olvidaré, ni les cuento en París. Como en una nueva batalla del Marne, los terroristas hasta consiguieron movilizar a los patrióticos taxistas de París, para llevar a la gente de vuelta a su casa cuando ya había estallado el triquitraque, habían ametrallado todo lo que se movía y los franceses nos habían dado tanta envidia a los españoles, porque en vez de llamar «asesino» al Gobierno se habían puesto todos a cantar La Marsellesa. Muertos aparte, heridos aparte, los terroristas han conseguido medio paralizar París, y eso ya es una victoria. Y en Bruselas, ni te cuento. Paralizar durante días y días nada menos que la capital de Europa, ¿no es acaso ya una victoria de los terroristas mahometanos, peguen el bombazo o no lo peguen, asesinen a unas decenas de criaturas inocentes o no las asesinen?

Y veo finalmente que los terroristas asquerosos han ganado porque otra vez están aquí los fantasmas: los profesionales del «No a la guerra», qué señores más pesados. Los millonarios Bardem, el otro y el de la moto, a los que ahora se añaden las caras nuevas del Kichi y la Colau. ¿Pero no podemos tener una campaña electoral en paz y en gracia de Dios, sin que los rojos ricos de la Izquierda Caviar y de la Ceja le estén haciendo la campaña a los suyos con la pesadez del «No, a la guerra»? Claro, en esas circunstancias, no hay co… ranes de que el Gobierno del Reino de España mande a esta virtual III Guerra Mundial sin frentes no digo ya aviones, barcos y soldados.

¡Ni una barca del estanque del Retiro dice Arriola que se puede enviar! Estamos en una guerra en la que de momento nadie se atreve a decir en España ni quiénes son los nuestros. Guerra que, minuto y resultado, van ganando los terroristas que han conseguido paralizar (de miedo) a media Europa.

ANTONIO BURGOS – ABC – 25/11/15