Otegi pone voz a Sortu y pide «hablar, convencer» y dejar atrás la «resistencia»

EL CORREO 24/02/13

· Las bases ratifican como presidente del nuevo partido a Hasier Arraiz, que cree prioritario cimentar la unidad interna de la izquierda abertzale.

Hasier Arraiz, presidente de Sortu.
Hasier Arraiz, presidente de Sortu.

PAMPLONA. Tras virar la nave de la izquierda abertzale hacia las posiciones exclusivamente pacíficas, ahora toca convencer al cien por cien de la militancia de la estrategia. Es el objetivo que ayer se marcó la dirección de Sortu en su congreso fundacional de Pamplona. Una labor a la que se tendrá que dedicar su recién elegido presidente, Hasier Arraiz, cuya candidatura fue ratificada por algo menos del 90% de los delegados del partido reunidos en el Baluarte de la capital navarra. Fueron las principales novedades de un cónclave donde prácticamente todo, cargos internos incluidos, estaban decididos antes de que comenzara la reunión.

«Hemos conseguido que la gran casa no se rompiera; ahora tenemos que reforzar la unidad interna», confesaba a EL CORREO Arraiz apenas unos minutos después de ser investido como nuevo líder de la organización. El político vitoriano reconocía que la «velocidad» a la que la izquierda abertzale ha abandonado la estrategia violenta requiere de «cierta digestión» para asumir una nueva forma de hacer política. Menos agresiva y más seductora. Como un partido más.

El colectivo ha constatado que el «giro» que dio a su actividad con la apuesta en 2009 por la ponencia ‘Euskal Herria Zutik’ –que supuso dar la espalda a ETA y apostar por la vía política– no ha sido «interiorizada» por la totalidad de las bases. Desde hace meses los dirigentes de la antigua Batasuna reconocen abiertamente que el camino emprendido requiere de «una gran pedagogía», después de tres décadas donde el movimiento independentista respaldaba atentados, extorsión y acoso al diferente sin ninguna discusión.

Los distintos puntos de vista que aún mantienen sus militantes –aunque una enorme mayoría apoya el fin del terrorismo– quedaron ayer de manifiesto en la carta firmada por Arnaldo Otegi, que cumple en la cárcel de Logroño seis años y medio de prisión por el ‘caso Bateragune’. El texto, leído por Karmele Aierbe, subrayó la «duda» que «desde hace tiempo» ronda las cabezas de los máximos responsables del movimiento soberanista: «¿Hemos explicado, interiorizado y compartido suficientemente el profundo calado del cambio estratégico que hemos puesto en marcha?».

El exportavoz de Batasuna ahondó en que esa nueva «mentalidad» afecta a la forma en que la izquierda abertzale ha practicado la política hasta ahora. «¿O creemos que la única diferencia en la estrategia futura es que ha desaparecido la lucha armada? Eso podría ser un error preocupante», subrayó.

Otegi, a quien Sortu reserva el cargo de secretario general una vez salga de prisión, ofreció la que debe ser la receta de los cargos políticos del partido a partir de ahora: «Hablar, convencer, organizar y luchar». «Menos consignas y más argumentos», «menos autocomplacencia y más autocrítica», exigió a los suyos. En definitiva, dejar atrás la política «de resistencia» para pasar a una fase donde la izquierda abertzale pueda sumar a una «gran mayoría de gente» en favor de la independencia. Unas palabras que, pronunciadas en el Baluarte de Pamplona, recordaron a las que Josu Jon Imaz, entonces presidente del PNV, pronunció en 2005 en el aniversario de su partido, cuando habló de la necesidad de «seducir» al resto de fuerzas políticas en plena época del ‘plan Ibarretxe’.

«Enseñar los dientes»

El exportavoz de Batasuna, que pidió a la militancia que sonría porque «es otra manera de enseñar los dientes», censuró, no obstante, la «persecución política» que, a su juicio, ejerce el Estado español contra el independentismo. «Sortu nace en un estadio en el que aún sigue vigente la violencia de los Estados», advirtió. Aludía a su encarcelamiento y al juicio que este mismo año tendrá que afrontar la cúpula de Batasuna detenida en 2007, entre quienes figura Hasier Arraiz, para los que el fiscal pide 10 años de cárcel.

El de Otegi fue el gran mensaje del congreso de Sortu, donde se sucedió un guión con reparto de papeles en las intervenciones. No faltó la del colectivo oficial de presos. El EPPK, en un mensaje leído por el exrecluso Kandido Zubikarai, recurrió a la clave interna al apostar por la unidad del movimiento soberanista. «Hemos hecho un largo trayecto con la izquierda abertzale y lo seguiremos haciendo», subrayó en un claro cierre de filas, cuando se alzan los rumores de disensión en el llamado ‘frente de makos’. El EPPK quiso enfatizar su peso político en el actual proceso al asegurar que el final de la dispersión y de la ‘doctrina Parot’ no son unas exigencias para aliviar la «situación personal» de los reclusos, sino que afectan de forma intrínseca a «la viabilidad del proceso».

Al nuevo presidente le correspondió probablemente la parte menos lucida. Arraiz habló del proceso de paz y pidió una «solución integral al conflicto», en sintonía con parte del discurso que esta misma semana trasladó en Bilbao la Comisión Internacional de Verificación. Aunque su mensaje principal tuvo como destinatario el PNV, al que reprochó que haya dejado a un lado la reclamación de la independencia. Para ello utilizó un curioso símil. Aseguró que la instauración de la democracia tras la dictadura dejó «dos piscinas», en referencia a la división en autonomías, para Euskadi y Navarra. Arraiz censuró, sin citar sus siglas, que el PNV «siga mirando a la piscina», en vez de lanzarse «al mar». «Estar dando vueltas sin parar a la piscina del marco autonómico agotado es perder el tiempo», recalcó.

El dirigente precisó que en los próximos años Sortu y el PNV «no sólo» pugnarán por la «hegemonía política» del nacionalismo, sino por ver «para qué» se utiliza ese liderazgo. A un lado, dijo, están «quienes propugnan que unamos fuerzas para mantener las cosas tal y como están»; al otro, «quienes queremos unir fuerzas para avanzar hacia la soberanía nacional de Euskal Herria». Y, ante la crisis, defendió «la soberanía» como «única salida para escapar de esta situación de emergencia nacional».

 

Un corredor de fondo

Ha leído a Rulfo, Borges y Bolaño, mientras en música se decanta por AC/DC, Led Zeppelin y John Coltrane «No es un jovencito sin experiencia ni un cincuentón», le define Pernando Barrena.

Aficionado a las carreras populares y a la lectura de autores latinoamericanos, Hasier Arraiz lleva toda su vida al servicio de la izquierda abertzale PAMPLONA. La joven promesa cruzó ayer la meta. Hasier Arraiz (Vitoria, 1973) ha visto cómo el congreso constituyente de Sortu le ha encumbrado como el nuevo líder de la izquierda abertzale. Toma el testigo de Rufi Etxeberria, el ‘histórico’ dirigente de Batasuna que ha llevado la nave del movimiento independentista en estos últimos tres años tras el encarcelamiento de Arnaldo Otegi. Etxeberria ha sido, de hecho, uno de los principales valedores del ya ‘número uno’.

Arraiz, que en junio cumplirá los cuarenta, se convierte así en el presidente más joven de uno de los principales partidos de Euskadi, llamado a discutirle al PNV la hegemonía del nacionalismo. El dirigente vitoriano no es, en todo caso, un desconocido dentro de su formación. Hace un lustro ya se le apuntaba como el militante que sucedería a un Otegi cercado por la Justicia. Arraiz, que desde hace algo más de un año se ha trasladado junto a su pareja a residir en San Sebastián, ha pasado por todos los escalones internos hasta alcanzar la cumbre. De hecho, no se le reconoce otra ocupación profesional, al margen de haber cursado estudios de Filología Románica.

Activo miembro del gaztetxe de la capital alavesa, pasó por Jarrai en los años de la kale borroka, dio el salto a Herri Batasuna, a Euskal Herritarrok y, finalmente, a Batasuna. Prácticamente desde el comienzo del siglo XXI, él ha sido el líder del movimiento soberanista en Álava. Un control de la organización territorial que sólo perdió durante dos años y medio; los que pasó en prisión tras la detención de la cúpula de Batasuna en octubre de 2007 en la localidad guipuzcoana de Segura. Ahora espera un juicio que debería celebrarse este año. El fiscal le pide diez años de cárcel.

Conversaciones con Urkullu

La progresión interna del presidente de Sortu ha quedado más patente aún en los últimos meses. ‘Número dos’ en la lista de EH Bildu al Parlamento vasco por Álava, participó junto a Pello Urizar (EA) y la portavoz Laura Mintegi en la ronda de contactos que impulsó el lehendakari Iñigo Urkullu para explorar una posible coalición en el Gobierno vasco. Mucho antes había tomado parte, junto a Rufi Etxeberria, en las conversaciones con Eusko Alkartasuna y Alternatiba para conformar la coalición Bildu antes de las elecciones municipales de 2011. Unos contactos que comenzaron en 2010, cuando la antigua Batasuna había decidido ya romper con la violencia de ETA, apostar por las vías exclusivamente pacíficas y asumir la ley de partidos.

Conocer detalles de la vida personal de Hasier Arraiz no resulta fácil. «Habla con los de prensa. Nos han prohibido dar detalles personales de la gente de Sortu. Sólo podremos ha-

Tertulia radiofónica y Buesa

Los servicios de comunicación de Sortu describen las aficiones del nuevo líder en dos ámbitos, el deportivo y el cultural. Seguidor del baloncesto, es fiel al Baskonia, aunque acude poco a su pabellón. También le gusta disfrutar de la montaña. Pero su gran pasión, subrayan, es la lectura. En especial, los escritores latinoamericanos. Rulfo, Cortázar, Borges… y en los últimos años confiesa haber «devorado» a Roberto Bolaño.

Entre sus preferencias también figuran los estadounidenses Faulkner, Hemingway, Neville, Bellow, Roth… y los más recientes Jonathan Franzen y David Foster Wallace. En la lista facilitada no aparece ningún escritor vasco, aunque Arraiz es un euskaldunberri con un gran control de la lengua vasca.

Su gusto musical es variado y oscila entre el ‘heavy’ de AC/DC, el rock de The Doors y Led Zeppelin o el punk de The Clash. Y habiendo nacido en Vitoria no podía faltar la referencia al blues y el jazz de Miles Davies, Thelonius Monk o John Coltrane.

Quizá su afición por la lectura sea la razón por la que, dicen, tiene una gran capacidad de oratoria. Lo reconoce un ‘rival’ político, Óscar Rodríguez, hasta la pasada legislatura parlamentario vasco por el PSE. Rodríguez y Arraiz se conocen desde los 18 años y se vieron las caras casi semanalmente en unas tertulias en Radio Popular de Vitoria a finales de los noventa.

Concurrían como miembros de las juventudes de sus respectivas formaciones. El militante socialista destaca del presidente de Sortu tres adjetivos: es «enigmático» –«se te queda mirando y no sabes exactamente qué es lo que piensa»–, «bastante directo, no anda con rodeos» y también «bastante inflexible».

La presentadora de aquel espacio, Gema Espinosa, rememora uno de los debates entre Rodríguez y Arraiz. Fue un día después del asesinato a manos de ETA del dirigente del PSE Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez, crimen del que el viernes se cumplieron 13 años. Arraiz, que siempre había sido puntual y «un tío formal», se retrasó y llegó con la tertulia comenzada. Espinosa recuerda que la conversación entre los dos políticos fue «un ejemplo de cordura» y que el ahora presidente de Sortu habló «sin crispación» y «dio la cara», aunque la situación «era un marrón para él».

No obstante, no hubo condena del atentado por su parte. «Se veía que iba a despuntar –evoca la periodista–. Sin utilizar un discurso de exaltación, lo razonaba todo y lo expresaba con contundencia». Unas dotes de las que tendrá que hacer gala en su liderazgo de la nueva izquierda abertzale. blar si los de prensa te dan permiso», se han excusado buena parte de los representantes de Bildu con los que ha intentado charlar este periódico durante la última semana. «Falta costumbre. Pesa mucho la relación anterior con los periodistas», añadía otro de los consultados.

Buceando en los archivos, las primeras referencias del ya líder de la izquierda abertzale se remontan al 19 de junio de 1998. Ese día, el Boletín Oficial del Estado daba cuenta de una larga relación de indultos firmados por el Rey que afectaban a jóvenes insumisos del servicio militar. Entre ellos, el de «Asier Arraiz Barbadillo», según figuraba en el listado.

También hay constancia en las hemerotecas de una de las pasiones del presidente de Sortu: salir a correr casi a diario y participar en carreras populares. Está en muy buena forma como atestigua el listado de tiempos de la pasada Behobia-San Sebastián, celebrada en noviembre. Arraiz completó los 20 kilómetros del recorrido en 1 hora y 21 minutos. Llegó en el puesto 1.614 de más de 21.000 participantes con dorsal. El ganador, un profesional, mejoró su tiempo en apenas veinte minutos. «Es de los que se levanta a diario, casi aún de noche, para salir a entrenar», confiesa Maribi Ugarteburu, compañera en el Parlamento vasco y desde ayer máxima responsable de Sortu en Bizkaia.

Ugarteburu sólo tiene palabras de elogio para un joven al que califica de «buena persona» y que «no tiene cresta». «En las reuniones es de los que siempre busca un punto de encuentro», subraya. Una idea en la que también coincide Pernando Barrena, nuevo portavoz del recién creado partido, que destaca de su ahora ‘jefe’ su capacidad para labrar «consensos». «Tiene bastante mano izquierda. No es un jovencito sin experiencia ni un cincuentón», añade el dirigente navarro.

EL CORREO 24/02/13