Otra ‘Diada-farsa’ independentista

EL MUNDO – 05/04/15 – EDITORIAL

Con el deseo de convertir las elecciones autonómicas del 27-S en un plebiscito soberanista, los independentistas catalanes ya han puesto en marcha su nueva mascarada para la Diada que se celebrará 15 días antes. Tras el anuncio de la Asociación de Municipios por la Independencia de que exigirá a sus alcaldes promover el Estado catalán al jurar su cargo, hoy revelamos que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) busca a la desesperada atraer a su causa a los que define como «inmigrantes españoles» que llegaron a Cataluña en los años 60 y 70.

EL MUNDO ha tenido acceso al documento de la ANC en el que se llama a «hacer el gran último 11-S histórico» y planea rendir un «homenaje» a esa «inmigración» plantando claveles rojos en su honor. De entrada, resulta ofensivo ese espíritu perdonavidas, dado que la aceptación e inclusión de esos «inmigrantes» pasa porque se sumen a su veleidad. La organización admite en el mismo texto que el secesionismo está «en plena batalla de conquistar indecisos». Una necesidad dada por los vaticinios de las encuestas que confirman que cada vez son menos los partidarios de la independencia. Según el último sondeo de la Generalitat, los contrarios a la ruptura –«unionistas», como los define la ANC en jerga norirlandesa– les superan en cuatro puntos. Por ello, la Asamblea quiere ahora echar sus redes en el caladero de «inmigrantes españoles».

Esta estrategia es tan contradictoria como obscena. Primero, porque no es de recibo que una plataforma que estos tres años ha impuesto en el debate público su quimera soberanista, excluyente y basada en la exaltación de símbolos y sentimientos identitarios, rechazando a la vez todo lo español, busque ahora el apoyo de esos catalanes nacidos en cualquier lugar de España fuera de Cataluña. Y porque esos mismos independentistas que tienen un problema identitario quieren ahora creárselo a otros ciudadanos que, mayoritariamente, se sienten tan catalanes como españoles, sin ningún complejo.

Estamos ante una charlotada más de la ANC, pero hiere el tufillo de tratar a esos «inmigrantes» como catalanes de segunda a los que hay que hacer un homenaje como si pertenecieran a colectivos de inmigrantes de cualquier país extranjero.